Eduardo Javier Calero García, humilde grandeza

Gente de Aquí y Allá

Este onubense ha creado una marca con la que divulga la ciudad de Huelva allá por donde va, ya sea con camisetas, gorras o tazas

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Eduardo Javier Calero García festeja un gol en el Nuevo Colombino.
Eduardo Javier Calero García festeja un gol en el Nuevo Colombino. / M. G.
Fernando Barranco Molina

11 de septiembre 2023 - 07:13

Huelva/Sabido es que Huelva, como capital, no presume de nada. Es una ciudad muy humilde, a pesar de ser la población más antigua de occidente y, quien lo dude, es que no ha visitado la muralla del cabezo de San Pedro, que es la que demuestra que es más antigua que la ciudad de Cádiz, que sí que presume. También tenemos el club de fútbol más antiguo de España. Aquí se jugó a este deporte por primera vez en nuestro país, le pese a quien le pese. Y es un club humilde, a pesar de su grandeza. Ese grito que en todos los pueblos y ciudades de España se escucha cada domingo: “¡Goooool!”, donde por primera vez se oyó fue aquí.

El autor de este título: Humilde Grandeza, es un apasionado de Huelva y de todo lo que en ella hay, entre otras cosas, nuestro Real Club Recreativo de Huelva, fundado el 23 diciembre de 1889. Se llama Eduardo Javier Calero y es un joven que nació en 1974 en el viejo hospital de Minas de Riotinto, pero enseguida lo llevaron al pueblo de sus padres, Berrocal. Aunque pronto fue a vivir a La Palma del Condado y, más tarde, a la capital, ya que su padre entró a trabajar en el polo químico como responsable de recursos humanos de una fábrica. Pero Eduardo, junto a sus padres, no faltaba nunca a su cita de fin de semana en Berrocal. Tan arraigados están, que este año ha sido el hermano mayor de la Cruz de Abajo, esa fiesta tan bonita y peculiar de homenaje a las mulas del campo. Recomiendo a quien no la conozca que no deje de ir el próximo año, se sorprenderá muy gratamente.

Fue en Huelva donde estudió sus primeras letras, en el Colegio Nacional de Prácticas, donde tuvo dos maestros que le marcaron: don Jorge y la célebre onubense Salud de Silva, que era una persona que llevaba a Huelva siempre por bandera, incluso en una ocasión se presentó a unas elecciones municipales para ser alcaldesa. Eduardo recuerda que Salud les hablaba a los niños sobre la historia de nuestra ciudad y los llevaba de paseo para enseñarles los encantos que tiene Huelva, que no son pocos.

Después, estudió Relaciones Laborales en la Universidad de Huelva, donde posteriormente hizo un Máster de Prevención de Riesgos Laborales que le sirvió para encontrar trabajo. Y en unas vacaciones en Punta Umbría conoció a la encantadora valverdeña María José Sánchez del Águila, de profesión veterinaria, con la que poco más tarde se casó y tuvieron dos hijos: Noe y Teo.

Yo lo he conocido hace poco, a través de mi hijo Javier, que es licenciado en Periodismo y recreativista de “cuna” y conoció Eduardo con motivo de un intercambio de camisetas históricas del Recreativo, porque el “soñador huelvano”, como a él le gusta llamarse a sí mismo, estaba preparando un libro titulado Humilde Grandeza sobre las diferentes equipaciones del Recre a lo largo de su historia y que tanto éxito está teniendo en toda la provincia. Son más de 200 camisetas del equipo las que tiene en su colección, además de otros objetos, algunos de los cuales él mismo, junto con su amigo Alejandro López, donaron para la formación del Museo del Recreativo que se encuentra en el Estadio Nuevo Colombino.

Es tal la afición que tiene que se la ha inculcado a sus dos hijos, que le acompañan a ver los partidos. Incluso el mayor lloró de emoción cuando su equipo metió el gol que supuso el ascenso a 1ªRFEF hace solo unos días frente al Cacereño. Y es que es un convencido de que el Recre es algo más que fútbol y que ser del Recre es un sentimiento, no solo de los socios y aficionados, sino de toda la ciudad.

Eduardo vive por y para Huelva y ha creado una marca con la que se dedica a divulgar su Humilde Grandeza. Fabrica camisetas, gorras, tazas, toallas y otros objetos con un inconfundible sello onubense. Escribe semanalmente en las redes sociales Instagram, Facebook y Twitter sobre la historia de Huelva. Son citas cortas, pero que nos enseñan mucho sobre la ciudad y sus pueblos. Además tiene una página web donde se puede saber mucho más sobre todo esto, sobre él mismo y todos sus productos.

Personas como Eduardo son muy necesarias en esta tierra nuestra. Debería haber mucha más gente con ese cariño y con ese apasionamiento por todo lo nuestro. Por eso, a nuestro “soñador huelvano” le deseo mucha suerte en su aventura “huelvana” de pro y le doy las gracias como onubense.

Aunque tengo varias fotografías de él, he querido que la imagen que acompañe a esta breve semblanza sea una muy emotiva en la que están celebrando con emoción, lágrimas y alegría el gol que el jugador recreativista Dopi metió en la meta del guardameta del Cacereño y que supuso el ascenso. Y por supuesto, este artículo no puede terminar de otra forma que no sea con un grito de ¡Viva el Recre!

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