Encuentran restos de tres cuerpos en una fosa común del cementerio
Esta actuación de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica se ha salvado de la orden de paralización de las exhumaciones de la Audiencia Nacional · En Huelva hay 118 fosas
Pasadas las dos de la tarde de ayer sábado los arqueólogos y antropólogos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica encontraron los primeros restos de los cuerpos enterrados en una fosa común del cementerio de Calañas. Y todo después de que la excavación pendiera de un hilo tras conocer en la tarde del viernes la decisión de paralizar todas las exhumaciones ordenadas por el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. La de Calañas es sólo una de las 118 fosas comunes que existen en la provincia de Huelva donde se cree que hay enterradas 9.700 personas.
Durante toda la jornada de ayer los familiares de las once víctimas que fueron fusilados el 13 de noviembre de 1937 en el camposanto calañés, vivieron momentos de gran expectación. Sobre todo cuando aparecieron los primeros restos. En esos momentos, las lágrimas afloraron en los rostros de hijos, nietos y biznietos de aquellos vecinos de El Cerro de Andévalo que fueron fusilados por las tropas franquistas en la pared del cementerio.
A un metro de profundidad encontró el equipo de trabajo indicios de un cuerpo. Se trataba de una pierna completa con conexión anatómica. A partir de ahí los trabajos se ralentizaron para seguir definiendo el cadáver. Momentos después ya se sabía que se habían encontrado tres cuerpos. Según Francisco Javier González, cerreño e investigador del proyecto, "se sabe que en la fosa donde estamos trabajando ya se había exhumado antes, concretamente en 1943 cuando se buscaban los restos del primer alcalde republicano de El Cerro de Andévalo. Lo que ocurre que según los testimonios no hemos podido precisar si hay tres o cuatro personas enterradas en la misma fosa". A continuación de esta fosa está la otra. Entre las dos contenían desde 1937 los once cuerpos. Pero a partir de 1943 se perdió la precisión ya que varios cuerpos fueron trasladados a un nicho que también está localizado en el cementerio de Calañas.
La laboriosidad hizo que el equipo trabajara con precisión para que en la tierra que sacaban no se fuera ningún hueso. Al finalizar la tarde ya estaban definidos los dos cuerpos en la fosa, uno junto al otro. Los cráneos estaban algo destrozados, seguramente por la acción de una raíz del ciprés que se encuentra junto a la fosa. A los picos y palas cedieron el paso paletinas, espátulas y pinceles. Mientras dos personas trabajaban en el interior del hoyo, varios voluntarios cernían la tierra que de allí iba saliendo.
Con la retirada de la luz, finalizaron los trabajos que se iniciaron a las nueve de la mañana. Según Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, tenemos trabajo para varios días". Las familias han vivido toda la jornada junto a la fosa donde se realizaban los trabajos de exhumación.
Este enterramiento no fue incluido inicialmente en el auto en el que Garzón asumió la competencia para investigar las desapariciones durante la Guerra Civil y el franquismo y por lo tanto no forma parte de las paralizaciones incluidas en el auto de la Audiencia Nacional. Esto hizo que ayer se pudiera proceder a su apertura.
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