Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
Las Tres Gracias del presupuesto andaluz y Séneca
Numerosas localidades de la provincia de Huelva celebraron ayer con gran esplendor y seguimiento sus fiestas del Corpus Christi. Con sus calles llenas de las fragancias del romero, el hinojo y las flores con las que los vecinos han adornado sus entradas, la celebración de esta fiesta grande del calendario religioso se afianza cada vez más en la tradición de los pueblos onubenses.
Elegantes se vistieron las calles de un pueblo en el que desapareció su blanco inconfundible para transformarse en un efímero bosque. Hinojos es sin duda uno de los municipios de Huelva con mayor tradición y vistosidad a la hora de celebrar su Corpus. Un escenario que embauca a todo aquel que tiene la oportunidad de pisar las alfombras de romero, pasear por inmensos pasillos de eucaliptos y sentir el olor de múltiples flores silvestres que custodian los portales de las viviendas. Así se vistió el pueblo de Hinojos para recibir a la Custodia. Una tradición centenaria que está en manos de investigadores para dar el primer el paso y solicitar su reconocimiento como fiesta de interés cultural.
El Corpus de Hinojos está viviendo uno de los mejores momentos de su historia y así se demostró en la jornada de ayer. El domingo comenzó con la Santa Misa cantada por la Coral Santa María del Valle de Hinojos.
Tras la ceremonia, la procesión se inició a las 11:15 y no regresó a la Parroquia hasta 13:15, tres cuartos de hora más tarde de lo habitual debido a la afluencia de público y la recreación del paso, en todo momento portado a hombros por hermanos y jóvenes de la Hermandad Sacramental y acompañada por la Sociedad Filarmónica de Pilas en un recorrido que este año se ha visto ampliado y durante el cual la Custodia se detuvo en los altares realizados por las hermandades locales donde se cantaron distintos temas litúrgicos.
Una de las paradas más señaladas tuvo lugar en la Plaza Príncipe de Asturias, en la que se encontraba la alfombra de serrín teñido realizada por los alumnos del Taller Municipal de Artes Plásticas y Visuales. Una obra de 25 metros cuadrados que este año ha contemplado un paisaje propio del municipio, un atardecer de la marisma hinojera donde se ha señalado el eucalipto de Vetalarena, en el que anida una pareja de Águila Imperial.
En la Sierra se ha consolidado, como en otros puntos de Andalucía, que el Corpus se celebre el domingo frente al pasado jueves que es su día y santoral apropiado, aunque hay localidades como Cumbres Mayores, con sus grandes fiestas y recomendable visita estos días, o Santa Ana la Real, que mantienen la tradición.
En Aracena, la procesión del Corpus contó una vez más con la representación de todas las hermandades y cofradías de la localidad, tanto de penitencia como de gloria, la presencia de los niños que han hecho este año su primera comunión y el bonito paso de la Custodia, portado por una cuadrilla de costaleros y bajo la voz de capataces, en ambos casos, de la localidad.
Un paso con el acompañamiento musical de la Banda Municipal de Música de Aracena. Una procesión que tiene su público y hace que se eche mucha gente a la calle en una mañana agradable, frente a otras muy calurosas de años atrás, en la Sierra.
Durante la procesión los niños portaron pétalos que fueron arrojados sobre la Custodia en determinados momentos del recorrido.
Uno de los más bonitos fue la presencia de los niños en la puerta de la parroquia para ser los protagonistas de la salida y entrada de la Custodia, así como la colocación en el paseo del carretón con el que peregrina cada año a la Peña de Alájar la Hermandad de la Reina de los Ángeles, que este año cumple el 90 aniversario de su camino.
Para la entrada, los miembros de las hermandades se colocaron en dos grandes filas para dar mayor vistosidad a la Custodia.
Uno de los grandes alicientes de la procesión volvió a ser la siempre grata presencia de bonitos altares que preparan algunas cofradías, tanto de gloria como de penitencia, en casas de vecinos afines a la corporación o bien en sitios clave por su belleza.
Un encanto, exorno cuidado y mimo en los detalles que hacen del paso por los altares un momento único. Cada año más preparados y seguramente más bellos, el paso de la Custodia, con la corporación religiosa, se paró en todos con sus debidos rezos y plegarias. También hubo vecinos que de forma humilde pusieron los suyos en zaguanes, entradas y balcones, dando grandiosidad al evento.
En el caso de Zalamea la Real, por segundo año consecutivo, la procesión del Corpus se realizó la tarde del sábado, contando este año con la novedad de la presencia del Patrón San Vicente Mártir, que presidió uno de los descansos, concretamente el ubicado en la puerta del Ayuntamiento, por ser alcalde honorario. El santo se encuentra en la parroquia desde hace unas semanas para celebrar los actos del 75 aniversario de la nueva imagen, por lo que su hermandad ha optado por su incorporación a la celebración del Corpus, recordando cuando su presencia para esta festividad era habitual hasta la llegada de la Guerra Civil.
La procesión realizó varias paradas en los altares o descansos que hermandades y particulares instalaron durante el recorrido. Tras pasar por la plaza, la Custodia continuó su recorrido por la estrecha calle Fontanilla, cuyo altozano fue engalanado con colgaduras y plantas.
Antes de entrar en el templo, última parada en el altar de la Real Hermandad de Penitencia, presidido por el Sagrado Corazón de Jesús.
Finalizó en acto con la entrada en el templo del Santísimo Sacramento escoltado por los niños y niñas que han realizado su primera comunión este año y al son de la marcha Triunfal que interpretó la Banda Don Justo Ruiz. Por su parte, San Vicente fue trasladado de nuevo a la parroquia acompañado en esta ocasión por la Banda Don Justo Ruiz, ya que la Agrupación Musical Nuesto Padre Jesús Nazareno fue la encargada de llevar al santo a La Plaza a primeras horas de la tarde.
En el municipio lepero la tradicional festividad se celebró con una serie de actos organizados por la Hermandad Sacramental con la colaboración del Ayuntamiento, entre los que destacaron la procesión con los niños de primera comunión ayer, acompañada por la Banda Municipal de Música.
No obstante, el día antes, el sábado, tuvo lugar en Lepe un concierto a las nueve de la noche en la capilla de la calle Monjas.
En la vecina localidad de Cartaya los actos se centraron sólo en el domingo, con la tradicional procesión del Corpus Christi que recorrió las principales calles del centro una vez acabada la misa que arrancó a las 10:30. De esta forma, la comitiva partió sobre las 11:00 desde la parroquia de San Pedro Apóstol e hizo su tradicional recorrido por la plaza Redonda y las calles Nueva, Frailes, Convento, De La Plaza y finalmente Plaza Redonda antes de entrar de nuevo en el templo.
Numerosos cartayeros acompañaron la tradicional y solemne procesión del Corpus en la que los protagonistas fueron nuevamente, los niños que este año han recibido su primera comunión, ataviados para la ocasión. Sobre una alfombra verde de juncos que se extendía, como manda la costumbre, por todo el recorrido, discurrió el cortejo, reviviendo una tradición que en los últimos años ha cobrado auge en el municipio.
También la localidad isleña celebró su Corpus en el día de ayer con una Función Principal a las 9:30 en la parroquia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y a las 10:30, con la tradicional procesión de Corpus Christi.
Ciudadanos y visitantes pudieron disfrutar en las vísperas de la festividad del Corpus Christi de Ayamonte de la tercera edición de la Caracolá solidaria, organizada por la Hermandad Sacramental del Santo Entierro, que tuvo lugar en el Campo Santo de la Parroquia de Nuestra Señora de Las Angustias a partir de las 21:30 con música, bebida, comida y "muy buen ambiente", subrayan desde la ciudad del Guadiana. Al día siguiente, el sábado, tras la misa de las 20:00, tuvo lugar la procesión del Corpus Christi.
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