Familiares de una niña con acondroplasia piden al párroco un trato respetuoso

Punta umbría

Están indignados con el sacerdote pues para hablar de la fe preguntó a los niños "si se querían quedar enanitos"

Francisco Ortega, Laura y Valentina, los familiares afectados.
José Luis Galloso / Punta

09 de mayo 2008 - 05:01

Vecinos de Punta Umbría se han unido para presentar sus quejas por el "discurso ofensivo hacia todo un colectivo de personas con dependencia" que realizó el párroco, Juan Antonio Diez, durante la celebración de la primera comunión el pasado sábado.

Laura Andújar es madre de Lucía, una pequeña de 7 años de edad que nació con una enfermedad llamada acondroplasia que afecta al crecimiento óseo, por tanto Lucía es mas baja que cualquier niño de su misma edad. Ambas, acompañadas de algunos familiares más, asistían a la primera comunión de una prima cuando el párroco de Punta Umbría comentaba que "la fe había que alimentarla para que creciera, que si no se alimentaba se quedaría enana". A Laura no le pareció que el sacerdote hiciese buen uso de aquella palabra, pero aún así permaneció en la iglesia.

Su indignación creció cuando "comenzó a preguntarles a los niños que si ellos querían ser 'enanitos' y los niños les contestaban no. De nuevo insistía preguntando a los niños si se querían quedar 'enanitos' para que los niños contestaran que no".

La madre de Lucia decidió abandonar junto con su hija la parroquia durante la ceremonia por "la lamentable humillación que sufrió Lucia y todo el colectivo con alguna discapacidad, que lucha diariamente por ser aceptados en la sociedad".

El incidente no quedó ahí y Valentina Esteban, una familiar de Lucía, se dirigió al párroco para "pedir una explicación por el discurso que había utilizado en la ceremonia y que me aclarase ese desafortunado comentario. Él me preguntó si tenía hijos y me volvió a preguntar que si me gustaría tener hijos 'enanitos'. El párroco no tenía intención de retractarse y me explicó que no había maldad en su comentario".

Francisco Ortega, familiar de Lucía, ha declarado a Huelva Información que "es indignante lo que este párroco hizo. Toda la familia lucha para que Lucía y los que conviven con ella comprendan su discapacidad y este señor destruye con sus argumentos en público todo nuestro esfuerzo". Moisés Huelmo asistió a la ceremonia y expresó "la falta de tacto que tuvo el párroco en la ceremonia"

Laura y sus familiares solicitan al párroco "sus disculpas públicamente a todas aquellas personas que estén afectadas por alguna enfermedad con problemas de crecimiento, porque no son menos importantes que otras personas por ser más bajos y que tienen el derecho de tener una vida plena y satisfactoria como las demás". Laura exige "respeto" por parte de "una persona como el párroco local".

La versión del párroco es bien distinta y asegura que "nunca hubo malas intenciones en el discurso, sólo utilizaba un lenguaje coloquial para que los niños entendieran como crecer en la fe de Dios, nada más." Afirma que Valentina Esteban "entró en la sacristía con malas maneras y me asombré de su reacción, ya que salí muy contento de la ceremonia por el trabajo realizado. Además, la iglesia estaba llena de gente y en ningún caso vi a nadie con algún problema de estatura"

El diácono de Punta, Jesús Ruiz Silva, se sorprendió de la reacción de Valentina porque no lo hizo de forma peyorativa.

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