El Festival Internacional de Danzas de Villablanca arranca con lleno absoluto en los cuatro escenarios

Villablanca/Desde Sudáfrica a Bolivia, de Corea del Sur a Costa Rica, hasta llegar a Villablanca, el folclore más representativo de los cinco continentes llega estos días al Festival Internacional de Danzas, que por primera vez en su trayectoria emite en directo vía streaming para llegar a todos los rincones del mundo.

La muestra, declarada de interés turístico de Andalucía, ha arrancado este 24 de agosto de forma oficial, con gran éxito de público, en cuatro escenarios de forma simultánea: Zalamea la Real, Almonaster, Faro (Portugal) y en el corazón del Andévalo, Villablanca, con un lleno absoluto en las instalaciones preparadas para acoger el festival en la Plaza de la Constitución.

La cita internacional alcanza este año su 42 edición con un salto tecnológico y de calidad, al emitirse vía streaming durante su celebración, por lo que puede seguirse a través de un enlace que, a diario, publica el Ayuntamiento de Villablanca en su web.

El alcalde del municipio y vicepresidente de la Diputación, José Manuel Zamora, ha destacado el importante paso que un certamen de este nivel ha dado este año en materia de innovación, lo que redundará en su proyección tanto nacional como internacional. “Villablanca es la capital mundial de las danzas, representativa de la diversidad y de la multiculturalidad, valores que fomentamos desde este municipio”. Además, ha agradecido la colaboración del personal voluntario en esta edición, un total de 60 vecinos del municipio, cuyo trabajo contribuye al funcionamiento y a la buena marcha del certamen.

La danza de los Palos, del municipio de Villablanca, protagonizó la apertura de la muestra en el escenario principal, una danza tradicional vinculada a la advocación de la patrona del municipio, Nuestra Señora de la Blanca. Con sus pasos, ‘los danzaores’ arrancaron aplausos y vítores a un público entregado.

A la danza local, siguieron los sones y el colorido desplegado por grupos llegados de Asia, África e Iberoamérica. Sobre las tablas, se sucedieron Siwõ, agrupación folclórica de San José (Costa Rica); los danzantes de Keimyung university dance company de Daegu (Corea del Sur); Amazebra youth organisation folkore ensamble (Sudáfrica), y Bafopaz, el ballet folklórico de La Paz (Bolivia), que puso el cierre a la primera noche del festival.

Este viernes 25 de agosto, se podrá ver Villablanca (y a través de la web del Ayuntamiento) el folclore de la misteriosa y colorida India, con Spandan sanskrutik trust; la Academia de danzas folklóricas Francisco de León (Panamá); el Ballet folclórico Talija art (Serbia), el Grupo folklórico Tungurahua (Ecuador), y el Rancho folclórico de Moncarapacho del Algarve (Portugal).

Una amplia representación institucional acudió a la inauguración de esta 42 edición como respaldo al Festival Internacional de Danzas. Junto al alcalde, estuvieron los diputados y diputadas provinciales de Cultura, Gracia Baquero; de Turismo, Ana Delgado; de Agricultura, Patricia Millán; de Reto Demográfico, José Carlos Roda; de Medio Ambiente, Arturo Alpresa, además del delegado del Gobierno de la Junta, José Manuel Correa, de la delegada de Cultura, Teresa Herrera, el presidente de la Autoridad Portuaria de Huelva, Alberto Santana, y una nutrida representación de alcaldes del Andévalo y de la Costa.

Historia del festival

El Festival Internacional de Danzas de Villablanca nace en Agosto de 1980, formando ya parte del patrimonio histórico-cultural de la provincia de Huelva. Con una trayectoria de cuarenta y dos años, ha mostrado a lo largo de sus diferentes ediciones una de las manifestaciones más ancestrales y puras del hombre: la danza y el folclore como puesta en escena de valores, costumbres, ritos, leyendas y manifestaciones sociales.

Este Festival nace como iniciativa de vecinos y vecinos de Villablanca, cuya contribución ha sido fundamental en la esencia de un certamen que ha mostrado las manifestaciones populares de los cinco continentes.

La solidez alcanzada a lo largo de estos años se traduce en un encuentro entre culturas, un espectáculo que cada día exige mayor entrega y dinamismo, un evento que requiere promoción e inversión, unos recursos humanos especializados y una infraestructura adecuada a las exigencias y la calidad de los grupos que nos visitan.