Francisco Cazorla Hernández: Policía íntegro y ejemplar
Gentes de aquí y de allá
Como jefe de los agentes locales en Punta Umbría, modernizó el cuerpo y duplicó los efectivos de servicio en la localidad
Punta Umbría/Lo conocí mucho antes de venir a trabajar como policía a Punta Umbría, ya que era el novio de mi compañera de trabajo Lola Carmona, de la que yo siempre digo que es una hermana más, porque hemos estado juntos más de 40 años más tiempo que con algunas de mis hermanas. Paco era policía nacional en el País Vasco y él tenía ganas de volver a su tierra, porque era natural de Ayamonte, más concretamente de Punta del Moral, y allí es donde estaba toda su familia y en Punta Umbría tenía a su novia. Entonces le llegó la oportunidad para que pudiera entrar en el Ayuntamiento puntaumbrieño como jefe de la Policía Local, donde entró en el año 1991.
Paco nació en la Punta, como le llaman allí a la Punta del Moral, en el año 1973. Era hijo y nieto de marineros, incluso él desde joven empezó yendo a la mar, pero era algo que no le gustaba, así que cuando fue llamado para hacer el servicio militar ya no volvió más a la mar, porque estudió y opositó en Sevilla para ingresar en el cuerpo nacional de la Policía Armada cuando solo contaba 21 años. Después de pasar por la academia fue destinado a Madrid y siguió estudiando hasta que ascendió a oficial y fue destinado forzosamente a la Unidad Operativa Antiterrorista en el País Vasco.
Pero él venía muy a menudo por Punta Umbría para ver a su gran familia, los Cazorlas, familia muy numerosa venida de Almería. Y como cualquier joven de su época, asistía a los lugares frecuentados por la juventud como era, por ejemplo, una discoteca llamada Parrilla. Y allí conoció a Lola Carmona, que estaba disfrutando con sus amigas y empezaron su noviazgo. Pero se tuvo que volver al norte de España, aunque no se resistió a vivir solo y en el año 1979 decidieron casarse. Dos años después le llega la agradable noticia del embarazo de su esposa y lo destinaron a Alicante. Y allí que se fueron los dos, porque ella pidió una excedencia en el Ayuntamiento de Punta Umbría. Nació el primer hijo, que fue un varón, y posteriormente nació su niña, que con el paso de los años estudiaría y se haría licenciada en Derecho, ejerciendo la abogacía. Y por cierto, estando Paco Cazorla trabajando como policía nacional en Alicante, él comenzó a estudiar allí en la universidad también la carrera de Derecho, terminándola en Sevilla.
A todo esto, se jubiló el jefe de la Policía Local de Punta Umbría, José Muñoz Cárdenas, conocido como el Sheriff, un hombre de mucho carácter. Entonces el ayuntamiento sacó a concurso la plaza vacante y Paco se presentó y la obtuvo. Era el año 1991, siendo alcalde Guillermo Márquez Cruz, que había conseguido la alcaldía después de presentar una moción de censura contra Gregorio Jiménez Vidosa.
El nuevo jefe de la Policía Local quiso modernizar el cuerpo en el pueblo, ya que encontró muchas irregularidades que no se podían permitir, como por ejemplo que había vados de garajes en algunos chalets que sus propietarios habían traído de Huelva, Valverde del Camino y otros pueblos. También vio que algunos policías estaban ejerciendo sin serlos, eran simplemente auxiliares, y eso no podía seguir así, ya que era ilegal y cualquier acción realizada por ellos no tendría validez y podría ser recurrida y perdida en los tribunales.
Paco instó a sus policías a que practicasen deporte y fueron varios los que se inscribieron con él en diversos campeonatos, algunos de los cuales incluso ganaron. Luego esta práctica poco a poco se fue perdiendo. En 2007 terminó la carrera de Derecho y, siendo alcalde Gonzalo Rodríguez Nevado, se cambió al jefe de la Policía. Se nombró a Antonio Garrido, que es quien ocupa ese puesto hasta el día de hoy. Paco pasó a ser el asesor jurídico de la Policía Local y, desde hace ocho años, también asesora a la Asociación de Jefes de la Policía Local de Andalucía. Asiste a todas las reuniones, como la celebrada recientemente en Córdoba y próximamente irá a otra en que se celebrará en Jaén.
Hace muy poco se jubiló por llegarle la edad reglamentaria y desde entonces se dedica exclusivamente y en cuerpo y alma a estudiar caso por caso los problemas que le plantean los diferentes jefes de policías de Andalucía asociados, que son más de 300.
Me cuenta que cuando llegó a ocupar la plaza de jefe en Punta Umbría solo contaba con 18 agentes, cantidad muy corta para todo lo que él tenía planeado hacer. Por ejemplo, una gran cantidad de negocios existentes en el pueblo no tenían concedida la correspondiente licencia de apertura, muchos porque no la tenían solicitada y otros muchos que sí la tenían solicitada, pero que no cumplían con lo establecido. Por eso y por otros motivos necesitaba a más policías para que realizaran tantas inspecciones pendientes. Cuando él se jubiló ya eran 44 los agentes.
Esta es la breve semblanza de un gran trabajador, un hombre y un policía íntegro y ejemplar. Y lo que es más importante, amigo de sus amigos, dedicado a ayudar a todos los que han sido sus compañeros, sin recibir nada a cambio, haciéndolo todo por amor al Derecho y trabajando incansablemente. Eso sí, siempre acompañado por su esposa, que le da todo el cariño del mundo y que Paco valora muchísimo.
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