Gente de aquí y allá: Ignacio Cartes Aquino, arquitecto, profesor y escultor
Hay una canción muy bonita, una balada romántica del cantautor brasileño Roberto Carlos que decía: “Yo quisiera tener un millón de amigos”…
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Punta Umbría/Cuando se entra en Punta Umbría, viniendo desde Huelva, lo primero que se encuentra uno, a modo de saludo en la rotonda de entrada, es un monumento colosal de una torre de almenara semi destruida y con unas velas oxidadas de acero “corten”, que nos indica que estamos entrando en una población con historia. Pues bien, este monumento fue diseñado por el arquitecto del que voy a contaros algunas cosas. Se trata de mi amigo y compañero Nacho, que fue quien ganó el concurso con su proyecto y yo tuve el honor de ser designado miembro del jurado junto a pintores, escultores y arquitectos de renombre.
El padre de Ignacio, José María Cartes, por su condición militar, estaba destinado fuera de Huelva, pero se vinieron para el parto de su esposa Josefa Aquino a San Juan del Puerto. Y allí nació Ignacio el 26 de enero de 1970, en todo el centro del pueblo, en la calle Concejo, en la casa de su abuela. Pero pronto se fueron a vivir a Huelva, donde transcurrió toda su infancia y juventud. Estudió en el Colegio Colón de los Hermanos Maristas, pero nunca se desligó de su pueblo natal, porque los veranos los pasaba en casa de su abuela y guarda unos gratos recuerdos porque se iba muy tempranito al campo con su abuelo y su tío montado en un burrito. De ahí que le guste tanto el campo y su afición por la agricultura, aunque después se decidiese por estudiar Arquitectura, ya que esta carrera le ofrecía diseño y creatividad.
En el año 1992 el Ayuntamiento de San Juan del Puerto me encargó el plano topográfico de su casco urbano para la confección de un parque. Y allí conocí a Ignacio que, aunque aún era estudiante del último año de su carrera, apareció por allí porque le interesaba mucho lo que se hacía en su pueblo y por practicar y aprender. Y al poco de terminar sus estudios necesitó mis servicios y me llamó para que yo le realizara un plano taquimétrico para un proyecto que iba a realizar. Y desde ese momento ya siempre hemos sido compañeros y amigos, contando conmigo para todo lo relacionado con sus obras y diseños de urbanizaciones.
Ignacio se unió a otro gran arquitecto para realizar muchos de sus proyectos, mi también amigo Juan Carlos Andújar. Con ambos he colaborado siempre y además hemos sido compañeros muchos años en la Universidad de Huelva, ya que tanto ellos como yo hemos impartido clases en la Escuela de Ingenieros desde la época de la Escuela Politécnica de La Rábida. Y por cierto, ellos ganaron el concurso internacional de la remodelación de todo el conjunto rabideño. Han sido muchos los concursos de arquitectura y urbanismo que han ganado, algunos se han desarrollado ya y otros no. Sobre Juan Carlos tengo que escribir también en otro momento porque es otra persona que lo merece por su amplia trayectorias humana y profesional. Cuando leas estas letras querido Juan Carlos, vete preparando.
También han sido los autores de muchas viviendas y obras emblemáticas tanto en Huelva como en Punta Umbría. Juan Carlos, en la actualidad, es el director de Infraestructuras de la universidad, formando parte del equipo de gobierno de la actual rectora María Antonia Peña; y Nacho está involucrado en estos momentos en el proyecto de un conjunto residencial “senior cohousing” en Punta Umbría que va a ser una auténtica revolución por su calidad y estilo arquitectónico y que va a ofrecer un gran futuro a nuestro pueblo. Él, con sus diseños, se preocupa mucho de que sumen a las ciudades, y este proyecto va a sumar y mucho.
Ignacio se casó con Yolanda Griñón, una chica sanjuanera con la que comparte el despacho ‘Arquiabogados’, ya que ella es una abogada destacada. Tienen una hija, a la que conozco desde que nació, llamada Gala que es una joven muy comprometida con la sociedad en diversos ámbitos y además es una chica ejemplar que disfruta ayudando al prójimo.
Hay una canción muy bonita, una balada romántica del cantautor brasileño Roberto Carlos que decía: “Yo quisiera tener un millón de amigos”… Y cada vez que la oigo presumo porque yo los tengo ya. Y además, casi todos los que tengo son buenos amigos de verdad. Pero debo decir que, entre los mejores, está Ignacio Cartes, que me lo ha demostrado siempre y de lo que me siento muy orgulloso. Por eso le dedico estas letras tan merecidas.
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