La empresa gestora en Nerva emprenderá medidas legales para acreditar su “correcta gestión” de la instalación
DSM recurrirá el expediente de la Junta al considerarlo "basado en criterios inválidos"
La Junta cierra los dos vasos de residuos no peligrosos que seguían activos en Nerva
Huelva/Diseño de Soluciones Medioambientales (DSM), empresa gestora del vertedero de Nerva, recurrirá el acuerdo de inicio del procedimiento sancionador abierto por la Junta de Andalucía al considerar que los fundamentos técnicos que lo soportan "carecen de todo rigor y no son válidos". La empresa gestora, además, defenderá con “todas las medidas legales” la gestión realizada en las instalaciones de Nerva “cumpliendo todos los condicionantes exigidos y, por tanto, la improcedencia de la sanción, exigiendo la depuración de responsabilidades y la reposición del daño patrimonial y reputacional que se le está causando”.
La empresa subraya en su comunicado que el informe técnico externo en el que se apoya el expediente ha sido realizado “con un método inapropiado e impreciso y que arroja resultados imposibles”. DSM asegura que “llegado el momento demostrará que no se utiliza porque es obsoleto, arroja resultados imprecisos y no está sujeto a ningún tipo de acreditación de organismos como ENAC, existiendo técnicas más apropiadas para la detección de densidades”.
“El resultado obtenido, en el que se basa el procedimiento sancionador iniciado”, afirma la empresa, “arroja una densidad inalcanzable en un depósito de residuos industriales no peligrosos, muy lejos de la realidad y de las densidades que tiene el sector, que coinciden con las reportadas por DSM durante los años de actividad de los vasos”.
La empresa gestora asegura que cada año reporta “las densidades resultantes obtenidas de todos los materiales depositados, las volumetrías ocupadas y las toneladas gestionadas, que son los requisitos que marca la legislación vigente”.
DSM informa que “sobre una capacidad autorizada de 5.084.847 de metros cúbicos, tiene a la fecha ocupados 3.479.675, por lo que tiene una capacidad autorizada pendiente de explotar de 1.605.172m3, con su equivalencia en toneladas según su Autorización Ambiental Integrada aprobada desde 2008”.
Además, considera “infundadas” las “insinuaciones sobre la seguridad” de la instalación, “que no se han basado en ningún estudio técnico ni en ningún hecho objetivo”.
La compañía asegura que la estabilidad de la instalación se encuentra en factores de seguridad "según los parámetros de referencia para este tipo de instalaciones" y ha sido "evaluada por informes técnicos independientes de empresas de reconocido prestigio". Por lo tanto, desmiente por completo que "puedan existir riesgos en este sentido para la seguridad de las instalaciones y mucho menos para la de los trabajadores".
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