El Gobierno inicia los trámites para el sellado de los pozos de gas en Mazagón
Comenzaron a operar en 1997 y después de años abandonados regresó a la producción en el año 2009
La normativa europea prohíbe el fracking para el almacenamiento subterráneo
Huelva/El Gobierno a través de la Subdelegación en la provincia de Huelva inicia los trámites para el sellado y abandono definitivo de los tres pozos submarinos para el almacenamiento subterráneo de gas natural que la empresa Repsol tenía frente a las costas onubenses. Con el nombre de Poseidón, comenzaron su actividad en el año 1997 y después de dos años sin extraer gas natural, recuperaron su actividad en el año 2009, en medio de una polémica que llegó incluso a las instituciones europeas. Las implicaciones medioambientales toda vez que se encontraban en una zona cercana al Parque Nacional de Doñana y las dificultades para llevar a cabo el tratamiento de la gran cantidad de agua que se necesita para este tipo de actividades, así como la surgida con los problemas derivados del fracking –hoy prohibido en los países europeos– dieron la puntilla a unas instalaciones que inician su cuenta atrás.
El Boletín Oficial del Estado publicaba en el día de ayer el anuncio del Área de Industria y energía de la Subdelegación del Gobierno en Huelva, por el que se somete a información pública la documentación de la autorización administrativa, así como el estudio de impacto ambiental para los trabajos de sellado y abandono definitivo de los tres pozos submarinos existentes en el campo de Poseidón, denominados Poseidón Norte 1, Poseidón Sur 1 y Poseidón Sur 2, ubicados en el medio marino del Golfo de Cádiz frente a la provincia de Huelva, en concreto frente a las costas de Mazagón.
La documentación aportada por RIPSA (Repsol Investigaciones Petrolíferas SA) incluye el Estudio de Impacto Ambiental denominado Abandono Definitivo (P&A) de Pozos Submarinos (Activo Poseidón, Huelva) de 13 de julio de 2022, el informe de implantación del Proyecto de Abandono Definitivo (P&A)de Pozos Submarinos (Activo Poseidón Huelva), de 13 de julio de este año, así como los informes de afectación a la seguridad y salud, la gestión del riesgo de accidentes graves y la comunicación de operación en pozo que se exigen en este tipo de casos.
El órgano competente para resolver la autorización administrativa de los trabajos de sellado y abandono es la Dirección General de Política Energética y Minas, y el órgano ambiental competente para resolver sobre la declaración de impacto ambiental es la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, ambas pertenecientes al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, correspondiendo al Área de Industria y Energía de la Subdelegación del Gobierno en Huelva la tramitación del expediente administrativo correspondiente.
El sellado y abandono definitivo de los tres pozos submarinos que se encuentran conectados a través de un gasoducto marino a la Planta de Tratamiento de Gas (PTG) ubicada en el término municipal de Moguer (Huelva). Los pozos objeto de abandono se encuentran asociados al campo de gas Poseidón, y están situados a unos 30-40 kilómetros al sur de la capital onubense, en un área con profundidades de agua comprendidas entre 75-130 metros.
En la actualidad, los tres pozos submarinos se encuentran en estado shut-in (sin producción y con todas las válvulas de las cabezas de pozo submarinas en modo cerrado) a la espera de su abandono. El campo de gas Poseidón comprende dos yacimientos de gas natural mayores, separados e independientes: Poseidón Norte (PSN) y Poseidón Sur (PSS). Uno de los pozos (PSN-1) se encuentra en el yacimiento Poseidón Norte y los dos restantes en el yacimiento Poseidón Sur (PSS-1 y PSS-2), estando todos ellos completados por árboles de producción submarinos que se encuentran controlados desde tierra a través de una línea umbilical.
La ejecución del programa de sellado y abandono de los pozos submarinos se realizará en dos o tres campañas. Las unidades de intervención consideradas para el proyecto serán una embarcación ligera para intervención en pozo (LWIV) y una unidad de intervención semi-sumergible (MODU).
La principal justificación para el abandono de estos pozos es el fin de su vida útil y el cumplimiento con las obligaciones de abandono de Repsol derivadas de la legislación nacional e internacional, las directrices de Repsol sobre suspensión y abandono de pozos y las directrices más estrictas a nivel internacional. Este proyecto está sometido a evaluación de impacto ambiental ordinaria y requieren autorización administrativa previa, por lo que se abre un periodo de 30 días para que se pueda consultar por cualquier interesado y se presenten las alegaciones correspondientes al mismo.
Una polémica que llegó hasta el pleno de Huelva en el año 2013
La reapertura de los pozos submarinos frente a las costas de Huelva para su funcionamiento somo almacén de hidrocarburos en el año 2009, levantó una polémica que pasó desde el Ayuntamiento de Moguer, hasta el de la propia capital onubense, donde varias mociones de Mesa de la Ría requerían la paralización de la depuración de las aguas necesarias para el proyecto llevada a cabo por Aguas de Huelva. El equipo de Gobierno de entonces (2013) se escudó en la autorización ambiental concedida por la Junta de Andalucía para el tratamiento de las aguas procedentes de la explotación de los pozos, así como los informes favorables que aseguraban que se estaría ante un vertido autorizado, mientras que Mesa de la Ría presentaba mociones para declarar a la provincia como zona libre de fracking.
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