¿Otra Gruta de las Maravillas?
Un estudio detecta otra cavidad bajo el castillo, que sería una prolongación de la actual El Ayuntamiento diseña un plan de protección exterior para la cueva
Bajo el cerro del Castillo de Aracena podría haber otra cueva, algo más grande que la actual Gruta de las Maravillas, que tiene un perímetro de 2.200 metros y un recorrido abierto al turismo de más de 1.200. Y de ser así, es probable que fuera una continuación de la actual cueva abierta al turismo en 1914.
Así se ha descubierto en un estudio realizado por el Departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada por encargo del Ayuntamiento de Aracena. En ese trabajo han aparecido dos anomalías (el nombre de las cavidades en geología) bajo el cerro tras las pruebas realizadas con tres métodos de investigación distintos: georadar, impulsos sísmicos y eléctricos. La mayor de ellas, que sería algo más grande que la Gruta, tendría dos niveles de galerías, uno muy profundo y otro más cercano a la superficie. La posible nueva cueva estaría bajo la fortaleza del Castillo, la iglesia y en dirección hacia el pueblo. Para formalizar el descubrimiento se necesitan ahora recursos económicos con los que proseguir la investigación.
La investigación llevada a cabo por la Universidad de Granada parte del encargo hecho en 2012 por el Consistorio con el objetivo de establecer un perímetro legal de protección de la Gruta de las Maravillas contra agresiones externas. El trabajo ha sido realizado por un equipo de unas doce personas, universitarios jóvenes, que han dado continuidad al trabajo desarrollado desde 1993 con el objetivo de proteger este bien cultural.
Como conclusión del trabajo se han propuesto cuatro zonas de protección, de mayor a menor grado de posible afección, y de las cuales tres están dentro del cerro, siendo la primera una zona de mármoles donde se ubica de la actual Gruta y por ende la más sensible, y la cuarta es el casco urbano de Aracena. En la zona uno no se podría ejecutar construcción alguna, abrir nuevos pozos o reforestar. Otras limitaciones serían las de edificar sótanos o perforar en el área más próxima a la Gruta o la limitación de nuevas captaciones de agua en el casco urbano.
Estas medidas propuestas responden a las que se consideran que podrían ser las principales afecciones a la cueva hoy en día: la extracción de agua de la misma y un posible derrumbe. En cuanto al primero, se han analizado 66 puntos de agua (54 pozos, 1 sondeo y 10 manantiales) y se ha constatado que existe conexión entre el agua de los pozos y la de la Gruta a través de galerías y lagos subterráneos. No hay peligro alguno, pero se recomienda no hacer más pozos de los existentes, en parte porque el abastecimiento de agua para la población está más que asegurada (hace algunas décadas la población bebía agua de la Gruta).
En cuanto a la posible incidencia de este nuevo plan de protección, que se incluiría en el Plan General de Ordenación Urbana, sería mínima. De hecho, el perímetro de la protección coincide en gran medida con el del castillo y el Conjunto Histórico de Aracena, que ya tenían su plan especial. Solo estaría en duda el antiguo y polémico proyecto del Bocao del Castillo, en cuyo lugar a principios de los noventa se planteó la construcción de viviendas. El proyecto quedó aparcado por el impacto ciudadano y mediática, pero en los últimos años el Consistorio había retomado esa opción. Según el estudio estaría entre la segunda y tercera zona, requiriendo una cierta protección, por lo que, aunque no habría a priori una prohibición de construir, el responsable del estudio, Wenceslao Martín, afirmó durante la presentación del estudio en la noche del viernes que "yo ahora ya no construiría".
Este estudio del perímetro de protección es algo pionero en una cueva en España, más aún al no haber restos arqueológicos. Solo hay algo parecido en Altamira, pero referido a los restos pictóricos y no de espeleotemas (nombre formal de las formaciones de las cavidades). Todo ello para una cueva como la Gruta que es singular por muchas cosas: posee de las rocas más antiguas del país como es la cámbrica; está en el casco urbano y no en pleno monte (con sus ventajas e inconvenientes); por la rica formación en espeleotemas (estalactitas, estalagmitas, columnas…) y la antigüedad de las mismas, entre más singularidades. Por ejemplo, algunas excéntricas de la Cristalería de Dios (2º nivel, al igual que la nueva sala de La Palmatoria) tienen alrededor de 50.000 años de antigüedad. La conclusión final es que la situación a día de hoy de conservación de la Gruta es buena, los principales problemas están controlados.
El primer estudio ambiental, serio de la Gruta se comenzó hace veinte años, orientado especialmente a conocer los posible efectos del elevado número de visitas que se producían entonces a la cueva (170.000 al año personas al año). El concejal recientemente fallecido Pepe Bonaño contactó con el profesor de la Universidad de Granada Wenceslao Martín Rosales, para ese estudio. Y se constataron esos daños: las visitas humanas a la Gruta tenían un impacto en las formaciones, por los pasamanos que se oxidaban, luces (ahora mejores y potenciando el ahorro energético) o la temperatura, entre otros factores. Las medidas adoptadas a consecuencia de este estudio tuvieron éxito: una fragmentación, que no reducción, de las visitas y las mejoras en la iluminación hicieron que la temperatura en el interior de la cueva bajara de media sobre medio grado.
El rigor y profundización de este trabajo ha provocado numerosas referencias en estudio de geología a nivel internacional. A día de hoy, pese al paso del tiempo, todavía sigue siendo mencionado en las principales revistas de esta temática.
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