El obispo de Huelva visita Nerva por el quinto aniversario del fallecimiento de Madre Luisa
Santiago Gómez oficia una misa de homenaje en el Asilo de Ancianas a la fundadora de la Obra Jesús Nazareno
Insignia Pro Onubense Ecclesia para Paula Santiago y Lina Ramírez
Huelva/El obispo de Huelva, Santiago Gómez, ha asistido a la celebración del quinto aniversario del fallecimiento de Luisa Sosa Fontenla, Madre Luisa, fundadora de la Obra Jesús Nazareno en Nerva, encargada del cuidado de los ancianos más vulnerables desde hace 70 años.
Gómez fue recibido en el Cementerio Municipal de Nerva por el párroco de la localidad minera, Pawel Kaim, y los presbíteros Diego Capado y José Arturo Domínguez, así como por el alcalde, José Antonio Ayala, y varios concejales de la Corporación Municipal. Por parte de la Asociación pro-Causa de canonización Madre Luisa Sosa Fontenla acudieron el presidente y la vicepresidenta de la misma, Manuel Luengo y Mª José Monge, además del tesorero, Fernando Martín Cabeza.
También estuvieron presentes representantes de la Hermandad Real e Ilustre Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús de la Pasión y María Santísima del Refugio de Huelva (Juan José Carrasco y Soledad) y la hermana mayor de la Hermandad de San Bartolomé de Nerva, Fátima Rodríguez Ruiz. Tampoco faltaron las hermanas de la Comunidad fundada por Madre Luisa, representadas por Inmaculada y Mónica, además de la Postuladora de la Causa de la Madre, Celia Hierro Fontenla, que vino desde Madrid junto con otros familiares, y un numeroso grupo de vecinos del pueblo y otras personas venidas desde Sevilla, Cádiz, Barcelona y Alemania.
Una gran cantidad de ofrendas florales adornaban la lápida de Madre Luisa, dispuestas a lo largo de una escalerilla. El obispo rezó allí un responso por la fundadora de la Obra Jesús Nazareno de Nerva y por todos los difuntos inhumados en el cementerio de Nerva.
Acto seguido, Gómez se dirigió a la Iglesia de San Antonio de Padua (Asilo de Ancianos) de Nerva, donde concelebró la Santa Misa junto con el párroco local, Pawel Kaim; el vicario episcopal de Sierra-Minas, Servando Pedrero Lagares; el párroco de la Concepción, José Arturo Domínguez; los antiguos párrocos de Nerva, Diego Capado y Elías Fernández, y Antonio Fidalgo, sacerdote nervense. A las personas anteriormente citadas se añadió muchos más vecinos del pueblo. Vino a cantar para la ocasión el coro de Fuenteheridos, compuestos por unas quince personas.
A comienzo del pasado mes, la autora de la biografía de Madre Luisa Sosa, Celia Hierro, hizo entrega al Papa Francisco de un ejemplar del libro La Madre Luisa Sosa, testigo y apóstol de Jesús Nazareno (Grupo Editorial Fonte, 2021) en la audiencia privada que el Santo Padre concedió a los asistentes al Congreso La Santità Oggi. El libro se presentó hace un año al Obispado de Huelva como biografía oficial documentada para iniciar la causa de beatificación de la fundadora de la Obra Jesús Nazareno de Nerva que se dedicó en cuerpo y alma al cuidado de las ancianas desamparadas durante décadas.
Luisa Sosa Fontenla, fallecida el 25 de noviembre de 2017 a la edad de 99 años, fue la fundadora de la Obra Jesús Nazareno en Nerva. Se encargó de cuidar a las ancianas y niñas más desfavorecidas de la localidad minera durante décadas. Dos años antes de recoger a su primera anciana, con apenas veinte años había comenzado a elaborar comidas para alimentar a personas enfermas que no tenían ni tan siquiera un mendrugo de pan que llevarse a la boca. Para la inmensa mayoría de los habitantes de esta zona rural, eminentemente minera, eran tiempos de todo tipo de calamidades: escasez de los productos más necesarios y falta de recursos básicos, trabajo precario y condiciones laborales ínfimas y enfermedades.
La ola de críticas de la clase pudiente contra la labor humanitaria y caritativa que realizaba esta mujer, junto a otras compañeras, no tardó en hacerse notar. Desde que empezaron con su obra social, cada paso que daban eran objeto de nuevas críticas, cada vez más feroces, “Cuando empezamos a dar las comidas surgieron las primeras críticas, cuando comenzamos a pedir aumentaron, y cuando recogimos a nuestra primera anciana, y a las siguientes, llegaron al paroxismo”, relata en sus memorias.
Muchos años antes de comenzar con su obra humanitaria, se describía a sí misma como una persona sin vocación, obsesionada con la salvación de su alma a través de la religión. Pero un rayo de luz le torna religiosa de convencimiento y dispuesta a renunciar a todo para servir al Señor. La vida espiritual de Santa Teresa de Jesús le muestra el camino, pero ella actúa más por temor que por amor. A finales de los años 30 del siglo pasado, se encuentra en un mar de dudas. Sopesa seriamente la posibilidad de unirse a la vida religiosa como monja, pero en su interior oye constantemente una voz que le implora: “¡Has de fundar, has de fundar!”. Así trascurren los años hasta su místico encuentro con el Nazareno del que surge la palabra clave en esta historia: “¡Ancianas!”.
El 7 de agosto de 2018, la fundadora de la Obra Jesús Nazareno en Nerva, Luisa Sosa Fontenla, recibió a título póstumo el nombramiento de Hija, máxima distinción honorífica que concede el Ayuntamiento de Nerva en base a su Reglamento de Honores y Distinciones. 16 años antes, el Asilo de Ancianas fundado por ella recibía el Galardón Villa de Nerva en atención a los méritos y circunstancias concurrentes.
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