Huelva se vuelca con los 3.200 evacuados por el fuego de Almonaster la Real
Los desplazamientos preventivos ya afectan a seis municipios de las comarcas onubenses de la Sierra, la Cuenca Minera y el Andévalo
Los desalojos preventivos en las tres comarcas afectadas (Sierra, Andévalo y Cuenca Minera) por el incendio de Almonaster la Real no cesan. En la jornada de ayer fueron 750 personas más las desplazadas de sus hogares: 250 residentes de Sotiel Coronada, pedanía de Calañas, y 500 vecinos del asentamiento residencial Puerto Blanco, en Valverde del Camino (donde la mayoría son segundas residencias), por lo que se recomendó a sus pobladores que regresaran a sus domicilios habituales.
Como informó el 112 a través de un comunicado, también fueron evacuados a mediodía los vecinos que aún quedaban en la urbanización Los Pinos de Valverde. Efectivos de Protección Civil se emplearon a fondo, yendo casa por casa para evitar que hubiera rezagados. Lo que el sábado era una recomendación, ayer se transformó en un desalojo obligatorio.
Con este nuevo contingente ya son unas 3.200 personas las personas desplazadas de sus hogares desde que se declaró el fuego en el paraje almonasterense de Olivargas el pasado jueves. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, señaló ayer que "se ha tomado la decisión de trasladarlas de sus casas y zonas de residencia, de hacerlo de día y cuando están alejados todavía del incendio para que, por si acaso se superaran las barreras que se están poniendo, no haya ningún tipo de peligro".
Estas 750 personas se sumaron a las 1.900 desalojadas el sábado de las aldeas zalameñas de El Pozuelo y El Buitrón (unas 200), así como del municipio de La Zarza-El Perrunal (1.300 afectados). También se recomendó a los vecinos de tres urbanizaciones de Valverde del Camino (Los Pinos, La Florida y Los Campillos), constituidas en su mayoría por viviendas de segundas residencias, que retornaran a sus domicilios habituales.
Entre los desalojados del sábado destacan los 47 usuarios de una residencia de ancianos en La Zarza, que fueron reubicados en varios centros asistenciales de la provincia, seis de ellos, trasladados al hospital de Riotinto.
De las personas evacuadas de forma preventiva, 537 han necesitado ser reubicadas por la Administración autonómica. El grupo más numeroso de afectados lo constituyen 260 vecinos procedentes de La Zarza-El Perrunal, que fueron realojados en el polideportivo de El Cerro de Andévalo, habilitado para que las personas puedan pernoctar.
En el polideportivo de Calañas se alojaron ayer otros 30 vecinos de Sotiel Coronada, que se sumaron a los 60 zarceños que ya pernoctaron allí la noche antes. El alcalde calañés, Mario Peña, indicó a Huelva Información que muchos de los desplazados de Sotiel "se han ido a segundas residencias o a casas de familiares en Calañas".
La solidaridad allí, como en otras dependencias habilitadas para acoger a los evacuados, es desbordante. Voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil procuran dar atención a los damnificados con la esperanza de que "esto acabe lo antes posible y puedan regresar a sus casas", indicó el alcalde.
La preocupación de los perjudicados va in crescendo. "Pasan las horas y nos preguntan por sus animales y sus viviendas, que cuándo podrán volver; están resignados y preocupados por las noticias que llegan". Y todo, además, "en medio de una pandemia, lo que obliga a estar desinfectando continuamente las instalaciones".
Los niños (hay unos ocho en el polideportivo de Calañas) lo llevan de otra manera. "Se pasan las horas jugando porque para ellos esto es una aventura fantástica", apunta Peña. La inocencia de la infancia.
Cruz Roja, empresarios y vecinos han procurado a estas familias todo lo que necesitaban para alimentarse, dormir y mantener la higiene. Con la subida de las temperaturas de ayer, incluso un empresario de Manzanilla cedió al polideportivo calañés varios refrigeradores portátiles para mitigar el calor de los huéspedes. "Todo de forma altruista". La solidaridad de los onubense no conoce límites.
También se hizo necesario trasladar a Calañas la imagen de Nuestra Señora de la Coronada, que desde ayer se encuentra en la parroquia de Santa María de Gracia "para preservar su seguridad y conservación, por precaución y en previsión de que el incendio de Almonaster pueda extenderse a la zona donde está la ermita", como explicó ayer la Hermandad de la Patrona de Sotiel en su Facebook.
En virtud del convenio de colaboración que la Junta de Andalucía mantiene con Cruz Roja, la ONG ha suministrado más de 1.300 kits de aseo, 2.000 mascarillas y 500 botes de hidroalcohol, así como mantas y camas a los afectados de todos los lugares de realojo: el albergue de Almonaster la Real y los polideportivos de El Campillo, Valverde, Riotinto y Calañas.
El 112 reseñó como "destacable" el trabajo realizado por las agrupaciones de Protección Civil de El Campillo, Minas de Riotinto, Palos de la Frontera, Valverde del Camino, Lepe, Calañas, Nerva, La Palma, Almonte, Hinojos, Bollullos del Condado e Isla Cristina, "que se han encargado de atender a los afectados desde el primer momento en el que fueron desalojados".
De este modo, son seis los municipios onubenses que han sufrido desalojos a estas alturas. La cifra de núcleos de población asciende a 13, puesto que las evacuaciones siguen afectando a Mina Concepción, Cueva de la Mora y Monteblanco (tres aldeas de Almonaster la Real); Traslasierra, en El Campillo; y El Villar, El Pozuelo y El Buitrón, en Zalamea la Real.
A estas evacuaciones hay que añadir los 250 trabajadores desalojados por la empresa Matsa de sus instalaciones de Mina Magdalena y Aguas Teñidas desde que comenzara el incendio, quienes aún no se han podido reincorporar, a los que se suma una decena de trabajadores de la Mina de Sotiel, desalojados ayer.
El incendio mantiene cortadas las carreteras N-435, la HU-7104 y la A-478, carretera que une las poblaciones de Zalamea la Real y El Villar, precisó el 112.
El desasosiego gobierna en las localidades que no se encuentran en este momento en el área más activa del fuego, como Zalamea la Real, El Campillo o Almonaster. Allí, los focos se reactivan “a cada momento” y los vecinos se ven impotentes y atemorizados. “Nos sentimos abandonados y tenemos mucho miedo”, cuenta una zalameña a este periódico.
Desde el Infoca se lanzó un mensaje de tranquilidad a la población en riesgo. Los núcleos urbanos están "lejos de las llamas".
En la misma idea incidió el presidente de la Junta, quien manifestó que con el trabajo que se ha ido realizando "no hay riesgo evidente para las poblaciones limítrofes". Es por ello que Moreno señaló que "esperemos, deseamos y confiamos en que, con el esfuerzo de todos, podamos conseguir cuanto antes acabar con esta pesadilla".
Finalmente, Moreno pidió a los damnificados que "estén muy pendientes de la información que se les va trasladando, que sigan las instrucciones de sus alcaldes y alcaldesas, la Guardia Civil, que no se empeñen en seguir en sus casas porque corren un riesgo que ahora mismo es innecesario, que en el momento en que haya seguridad suficiente, volverán a sus hogares. Es lo que deseamos todos".
La delegada del Gobierno central en Andalucía, Sandra García, pidió "paciencia y comprensión" a los desalojados. "Lo importante es preservar la vida de las personas".
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