Macrorredada contra el marisqueo ilegal de coquina en Ayamonte
Costa
Varias patrullas de la Guardia Civil y de la Inspección Pesquera controlan la captura del bivalvo en Isla Canela y Punta del Moral
Ayamonte/Las playas ayamontinas de Isla Canela y Punta del Moral fueron a primera hora de la mañana de ayer miércoles escenario de una de las macrorredadas más importantes de los últimos años contra el marisqueo ilegal en el litoral onubense.
Un número importante de agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), junto con personal de la Inspección Pesquera de la Consejería de Agricultura, Ganadería, pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, se desplegaron frente a los bajos de arena de dicho frente litoral, con apoyo de numerosos vehículos, sorprendiendo en plena actividad de extracción de coquina con rastro a pie a un número de mariscadores sin licencia que por el momento no ha trascendido, pero que los propios afectados situaron por encima del medio centenar.
Los mariscadores, muchos de los cuales aseguraron a Huelva Información que acuden prácticamente a diario a mariscar coquina a dicha zona cercana a la desembocadura del Guadiana, y que no recordaban “desde hace al menos dos años” una redada como la de ayer, fueron identificados por los agentes, que les incautaron numerosos rastros a pie y el marisco capturado. También se levantó acta de cada uno de ellos por “mariscar sin licencia de pesca”, siendo por tanto propuestos para sanción.
Fuentes de la Guardia Civil confirmaron a este periódico el operativo llevado a cabo contra el marisqueo ilegal en aguas de Ayamonte, en el que participó un número de agentes “más elevado de lo habitual” y que forma parte de una “campaña mucho más amplia” que contra esta actividad ilícita se está desarrollando en toda la costa onubense.
En este sentido no pudieron precisar el número total de personas sorprendidas mariscando ilegalmente, y por tanto propuestas para sanción, así como tampoco cuantos rastros y que volumen de marisco fue incautado. “Se trata de datos en los que aún trabaja el Seprona, y que dará a conocer cuando concluya definitivamente la campaña”, señalaron las mismas fuentes.
Según relataron a esta redacción algunos de los mariscadores afectados, la redada se inició poco después de las nueve de la mañana en las dos playas, Isla Canela y Punta del Moral, “coincidiendo con la subida de la marea para asegurarse de que nos fuésemos acercando a la orilla”.
Por otra parte, según pudo ser testigo este periódico, en la operación participaron al menos cuatro motocicletas todo terreno, al menos cinco vehículos todo terreno tanto de la Guardia Civil como de la Inspección Pesquera de la Junta, una embarcación de la propia Inspección Pesquera, y personal con trajes de neopreno.
Con dichos medios, los miembros del operativo policial rodearon a los mariscadores, a los que fueron obligando a desplazarse hacia la orilla con el apoyo de la embarcación y del personal ataviado con trajes de neopreno. Una vez en tierra firme, les esperaban los numerosos agentes que con motocicletas y el resto de vehículos todo terreno se desplegaron por la orilla, siendo prácticamente imposible escapar.
En un intento de no ser acusados de la actividad que estaban realizando, algunos de los mariscadores fondearon sus rastros, la gran mayoría de los cuales fueron localizados posteriormente por el personal que actuaba desde el agua.
Algunos de los mariscadores mostraron a este periódico su indignación por la redada, ya que si bien confesaron no contar con licencia de pesca para mariscar, aseguraron que cuando las solicitan no se les conceden. Es el caso de Juan Borges, quien añadió que “esto es un abuso ya que nos tratan como delincuentes, cuando no tenemos otra cosa con la que ganarnos la vida y mantener a nuestras familias”. “Pedimos licencias y no nos las dan –incidió– y no tenemos ni para pagar las multas”, que según añadió podrían estar en torno a los 400 euros “porque la veda está abierta ya que si no lo estuviera serían mucho más elevadas”.
Otro de los mariscadores, que prefirió mantenerse en el anonimato “porque encima soy menor de edad”, afirmó bastante airado que “nos han pedido toda la documentación, nos han quitado los rastros y el marisco, y ahora nos pondrán una multa”, cuando “lo único que hacemos es venir todos los días para intentar ganarnos la vida”. “Además –prosiguió– precisamente hoy podríamos haber ganado algo de dinero porque había mucho marisco”. “No recuerdo una redada así –concluyó– desde hace ya dos años, y entonces no fue tan grande”.
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