PSOE, patronal y sindicatos apoyan el paso del oleoducto por Doñana

El Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana celebró ayer una trascendental sesión ordinaria donde volvió a evidenciarse el encontronazo entre ecologistas y Junta de Andalucía a cuenta del apoyo y respaldo que la Administración está prestando al oleoducto que el grupo Balboa pretende construir a lo largo de las provincias de Huelva y Sevilla, con el fin de llevar el 'oro' negro hasta la refinería que el grupo pretende en Extremadura.

Los 30 votos a favor que respaldaron las tesis de la Junta (cargos socialistas, patronal y sindicatos) triplicaban la oposición de los ecologistas y la propuesta de resolución abanderada por WWF/Adena, Ecologistas en Acción y la SEO que contó con once apoyos, cuatro de ellos por parte de los ayuntamientos de Hinojos, Palos, Moguer y Lucena del Puerto, CSIC y del presidente del órgano, el científico Ginés Morata.

Previamente a la cita la Junta había atado todos los cabos para ganarse las bendiciones del Consejo y respaldar un polémico informe realizado por la propia Consejería de Medio Ambiente. De todas formas y en previsión de un posible vuelco en las quinielas, tanto el Delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López, como el Viceconsejero, Juan Jesús Jiménez, no dudaron en advertir que "el dictamen del Consejo no sería en ningún caso vinculante". Una declaración que no se desmarcaba un ápice de la línea institucional que ya marcara la consejera Cinta Castillo, quien "por problemas de agenda" no pudo asistir al cónclave y cedió su vicepresidencia a Jiménez.

López Garzón reiteró que el oleoducto deberá plegarse a la normativa dispuesta por el Gobierno central y la Junta. A este respecto señaló que una vez se cumplan los preceptos y requisitos administrativos "se procederá, o no," a autorizar la infraestructura petrolífera, siempre en función de que "se garanticen todos los requisitos medioambientales y de conservación de la naturaleza que prevé la ley". Por ello, López calificó de prematuro realizar juicios de valor cuando aún restan trámites por cursar como la declaración de impacto ambiental.

Previamente a la celebración del Consejo, los ecologistas Juan Romero y Juanjo Carmona aseguraron que si el proyecto sale adelante sería la primera vez que una iniciativa que atañe a Doñana ve la luz sin el apoyo explícito del Consejo de Participación.

Para ganarse su apoyo WWF/Adena, Ecologistas en Acción y la SEO presentaron una propuesta de resolución sobre el oleoducto en la que trató de poner de relieve como esta infraestructura "pone en riesgo la preservación de la biodiversidad y el patrimonio ambiental del Espacio Natural de Doñana, amén de representar un peligro para el desarrollo sostenible de las actividades económicas de la Comarca de Doñana".

En este sentido tacharon de "atentando natural" el que, a consecuencia de esta infraestructura, por nuestras costas vengan a navegar y descargar anualmente en torno "a 200 buques petroleros frente a las costas de Doñana, lo que representa aumentar los riesgos de vertidos hasta niveles no aceptables para los ecosistemas marinos y costeros de Doñana. Un hecho que tacharon de especialmente grave teniendo en cuenta el 'tráfico' que ya soportamos por la existencia en Huelva de una refinería". Carmona recalcó los riesgos que existirán de "vertidos y la contaminación de suelos agrícolas, que no sólo significan la pérdida de cosechas, sino una gran merma en el capital de imagen que nuestros productos agrícolas tienen en toda Europa".

A la salida y a pesar del varapalo en la votación, Juan Romero ensalzó la postura mantenida por el presidente del Consejo, Ginés Morata, quien realizaba un ejercicio "de ética moral" y, "sin dejarse influenciar", votaba a favor de la propuesta formulada por las asociaciones ecologistas.

El alcalde de Hinojos, Manuel Naranjo, se mostró apesadumbrado por este aplastante apoyo y señaló que "la ideología del grupo político mayoritario ha pesado más que otras razones medioambientales". El edil hizo una reflexión en voz alta al cuestionarse el por qué de un proyecto que atraviesa nueve zonas catalogadas como LIC, (Lugar de Interés Comunitario) "encuentra tantas facilidades y otras iniciativas se topen con tantas trabas".

El alcalde de Lucena, Manuel Mora, también votó a favor de la propuesta ecologistas y consideró que la batalla no está perdida pues "la mayoría ha secundado un informe en el que se pone de manifiesto que el impacto ambiental es, en algunos puntos del oleoducto, calificado como alto y severo", por lo que entiende que el respaldo al informe de la Junta "corrobora en cierto modo nuestras tesis".

Fuera de polémica el órgano de Participación abordó la variante de El Rocío, la circunvalación de la aldea de la carretera A-483 que une Almonte y Matalascañas. Las aristas entre Administración y ecologistas no fueron tan enconadas y estos se limitaron a subrayar la necesidad de acometer un plan global a fin de amortiguar el impacto de la vía sobre la naturaleza. Aun así alabaron las propuestas para la permeabilización de la vía a la vez que solicitaron más medidas para frenar "la muerte de vertebrados".