El PSOE salva Nerva

Partido Popular, Izquierda Unida y Partido Andalucista se reparten el resto de alcaldías importantes de la Cuenca Minera, que pasa ahora a tener el mapa político más plural de los últimos años

Nueva Corporación municipal de Nerva, con el nuevo alcalde, Domingo Domínguez, en el centro, con la vara de mando.
Nueva Corporación municipal de Nerva, con el nuevo alcalde, Domingo Domínguez, en el centro, con la vara de mando.
Juan A. Hipólito / Nerva

12 de junio 2011 - 01:00

Nerva se ha convertido en el único gran municipio de la Cuenca Minera que comenzará la nueva legislatura bajo gobierno socialista, aunque en minoría, tras los plenos de investidura celebrados en el resto de localidades cuyas alcaldías se reparten el Partido Popular (Minas de Riotinto), Izquierda Unida (Zalamea la Real) y el Partido Andalucista (El Campillo).

La incapacidad de acuerdo entre las fuerzas de izquierda en Minas de Riotinto, el acuerdo alcanzado entre el PA y el PP en El Campillo, y la decisión de los populares zalameños de respetar a IU como la lista más votada en su localidad, han diseñado en la zona el mapa político más plural de toda la etapa democrática, que rompe con la hegemonía que atesoraba el PSOE durante las tres últimas décadas.

De esta forma, a excepción de Campofrío y Berrocal donde también gobernará el PSOE, y tras los cuatro años de gobierno independiente, cuando el resto de alcaldías estaban en manos de ediles socialistas, Nerva ha vuelto a convertirse en una isla dentro de una comarca que necesitará el máximo consenso posible en los temas trascendentales que afectan a sus cerca de 20.000 vecinos, como es el caso de la posible reactivación minera.

En la localidad con mayor número de habitantes de la comarca, y tras una legislatura alejado del poder municipal, Domingo Domínguez recupera la alcaldía de Nerva para un partido socialista que, con toda seguridad, experimentará durante los próximos cuatro años cambios profundos en su organigrama local y una reestructuración que no permitirá a sus concejales electos compartir sus cargos con otros en la ejecutiva local, como se venía haciendo hasta ahora.

En Nerva, Domínguez recogió en nombre del PSOE el bastón del primer edil que tuvo la corporación local hace más de 125 años, de su tocayo Gil Vélez, gracias a la incapacidad del resto de formaciones políticas, PP, IU y PA, de llegar a un acuerdo tripartito que impidiera gobernar a los socialistas en esta ocasión.

En su discurso de investidura, Domingo Domínguez apeló a la capacidad de consenso de todos los partidos políticos con representación municipal en el Ayuntamiento nervense para tratar los grandes asuntos que afectan a los vecinos de la localidad, como la posible reapertura de la mina, y el vertedero, y solicitó a todos ellos una gran dosis de responsabilidad para poner en valor los intereses generales de los vecinos nervenses.

En sus primeras palabras como alcalde de Nerva renovado, Domínguez dio la bienvenida a los diferentes concejales que se estrenan en esta nueva legislatura, teniendo en cuenta que casi el 80 por ciento vivirán por vez primera la tarea de ser servidores públicos. Además, el edil felicitó expresamente a los diferentes grupos políticos por los resultados obtenidos en las recientes elecciones municipales que han posibilitado, entre otras, la vuelta a este plenario del Partido Popular y el debut político del Partido Andalucista.

También se dirigió a cada uno de los candidatos para, en primer lugar, ofrecer a IU un acuerdo de gobierno que garantice la estabilidad municipal. Después tendió la mano al único concejal del PA para que con su apoyo y colaboración añada consistencia y firmeza a la gobernanza del pueblo. Y, por último, realizó un llamamiento al PP para luchar, cada uno desde sus convicciones políticas, por anteponer los intereses generales de los vecinos a los de los propios partidos políticos.

En cuanto a sus nuevos compañeros socialistas, Domínguez se dirigió a ellos aludiendo a la enorme responsabilidad de dirigir esta nave cuando la tempestad se antoja más fuerte y solicitándoles la máxima dedicación y el mayor esfuerzo posible para dar las respuestas necesarias a los múltiples problemas que se irán planteando en estos próximos años en la localidad.

Momentos antes del discurso de investidura del alcalde de Nerva, Domínguez cedió la palabra a cada uno de los candidatos del resto de partidos políticos que aprovecharon la ocasión para manifestar en público las razones esgrimidas para votarse a sí mismos, facilitando de esto modo la llegada del PSOE a la alcaldía al ser la fuerza política más votada, con algún que otro reproche entre ellos por no haber sido capaces de formar un tripartito que hubiera excluido a los socialistas del equipo de gobierno.

A nadie se le escapa que esta nueva etapa se presenta con verdaderas dificultades, ya que a la actual situación de crisis internacional se le une la coyuntura socioeconómica de una comarca cada vez más deprimida que obligará a todos a trabajar muy duro para satisfacer los servicios básicos que demandan los vecinos de la localidad nervense.

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