El Patrón San Blas realiza su salida procesional con escasa afluencia de fieles

El Patrón de Aracena, San Blas Obispo y Mártir, ayer por las calles de Aracena. En una mañana fría y con malos presagios ante la climatología, la procesión discurrió con total normalidad acompañada por devotos y pueblo en general. Aunque como en años anteriores la afluencia a esta festividad del Patrón de la localidad serrana fue bastante reducida.

Pasadas las doce y media las campanas de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción anunciaban la salida del Patrón portado sobre sus hombres por un grupo de jóvenes costaleros. De hecho ha sido la primera salida tras el arreglo, casi finalizado, de la Plaza Alta.

El paso muy bien exornado, predominando los claveles rojos y el romero, era llevado bajo la voz de los capataces Antonio González Barrero, Pablo Díaz Valiente y Jesús López Rivero. Igualmente, como cada año la Banda Municipal de Música de Aracena acompañó detrás del paso del Santo para deleitar musicalmente con sus marchas y provocar el disfrute de los costaleros.

Tras bajar por la calle Francisco Rincón, conocida como Empedrá para los aracenenses, siguió su discurrir por todo el centro del pueblo por la Avenida de la Constitución y así rodear la Plaza del Marqués de Aracena, conocida como el Paseo. Después, tras atravesar la recién arreglada Calle Barberos cruzó toda la Plaza de Santa Catalina para pasar por el Ayuntamiento de la localidad y así volver un año más a realizar su recorrido entrando de nuevo en la Parroquia, esperando el 3 de febrero del próximo año para ver al Patrón San Blas.

Antes del recorrido se celebró durante algo más de una hora la función principal en honor a San Blas donde el Ayuntamiento cada año regala a todos los presentes las ricas y esperadas rosquillas de pan. En concreto más de 1.500 rosquillas se repartieron en el interior del templo parroquial.

La Hermandad encargada de la tutela y salvaguarda del Patrón de la localidad serrana es la conocida popularmente como la Borriquita, quienes realizan su estación de penitencia cada Domingo de Ramos por las calles de Aracena.