Riotinto aumenta la producción de cobre en el tercer trimestre de 2022 con casi 13.500 toneladas

Riotinto/Atalaya Mining ha presentado los resultados operativos del tercer trimestre de 2022 de la mina de Riotinto que, con un total de 3,9 millones de mineral procesado, confirman la capacidad para superar los 15 millones de toneladas tratadas al año.

Con 13.453 toneladas producidas en el tercer trimestre, la producción de cobre supera ligeramente la del segundo trimestre (13.386 t), gracias a leyes de cobre más altas y de unas tasas de producción constantes. Con estas cifras, Atalaya mantiene su previsión de superar las 52.000 toneladas de producción de metal.

Por su parte, la recuperación media se situó en el 84,62%, (con una la ley media del 0,41%), lo que representa un aumento respecto al segundo trimestre (0,39%) y también respecto al mismo periodo de 2021 (0,40%).

De otro lado, conviene apuntar que Atalaya Mining continúa con las iniciativas para mejorar el aprovechamiento del mineral en Cerro Colorado con la ampliación del proyecto que incluirá los depósitos de San Dionisio y San Antonio, actualmente en fase de obtención de permisos. Asimismo, sigue avanzando en Masa Valverde que, en la actualidad, cuenta con tres equipos de perforación: para la definición de recursos en la tendencia de Campanario, completar la perforación de relleno y, de paso, en el depósito de Masa Valverde y para la realización de pruebas de perforación en Mojarra.

Respecto a Riotinto Este, tras recibir el permiso de investigación de Peñas Blancas, la previsión de la compañía es realizar las primeras pruebas antes de final de año. Por su parte, en el proyecto Ossa Morena se ha iniciado la primera campaña de perforación en algunas de las concesiones.

Asimismo, Atalaya sigue desarrollando el proyecto Touro en Galicia, que podría convertirse en una nueva fuente de producción de cobre para Europa. Paralelamente al proceso de permisos, la compañía está operando una nueva planta de tratamiento de aguas con el fin de solventar los problemas de aguas ácidas generados por la mina histórica que cerró en 1987. Una iniciativa que demuestra el compromiso de Atalaya con el entorno y el desarrollo sostenible que aporta un proyecto minero moderno. En este sentido, Atalaya sigue apostando por un enfoque dentro de las mejores prácticas internacionales y en cumplimiento de las más estrictas condiciones medioambientales.