Portugal y El Rocío (II). Los Medinasidonia, los Orleans y la corona portuguesa

El duque de Montpensier era Hermano Mayor de Honor de la Hermandad Matriz de Almonte

Influencias portuguesas en el título de la Virgen

Luisa María Francisca de Guzmán. / M.G.
Santiago Padilla

16 de agosto 2023 - 06:00

Almonte/“La Guerra de Sucesión” de Portugal entre 1580 y 1583 y la de “Restauración del Reino de Portugal” entre 1640 y 1663, provocaron, en medio de pequeñas contiendas y de graves conflictos armados, importantes movimientos de milicias y de personas en la frontera que huían de la guerra en toda esta zona de Andalucía Occidental y Extremadura, y que pudieron encontrar refugio en el bajo Guadalquivir, una zona próxima más permeable socialmente por sus características socio-económicas.

Una de las protagonistas de aquel segundo conflicto que condujo a la independencia definitiva de Portugal fue la hija del VIII Duque de Medinasidonia, Luisa María de Guzmán y Sandoval, hermana del IX Duque. La que había nacido en Huelva en 1613 y tenía ascendientes familiares por línea materna en la corona portuguesa, y de la que llegó a formar parte como Reina Consorte del país, al contraer matrimonio con el II duque de Braganza, Juan IV de Portugal, el 12 de enero de 1633, concluyendo su reinado como Reina Regente entre 1656 y 1662. En estas fechas, muy poco antes, se había producido el cambio de nombre de la Imagen de la Virgen del Rocío, firmada el 29 de junio de 1653. Una proclamación que se hacía en contra de la voluntad de su padre, que había intentado imponer la devoción a la Virgen de la Caridad, patrona de Sanlúcar de Barrameda, en los municipios de sus Estados.

De estas influencias nos habla el propio escudo civil del municipio de Almonte rehabilitado a finales del siglo XX, en el que, entre otros elementos heráldicos que lo componen, encontramos “…… en campo de sable (negro) banda roja en diagonal y orla de plata con cinco escudetes o quinas azules, también incluidos en el escudo de la República portuguesa, que simbolizan a los cinco reyes musulmanes que fueron derrotados por el Rey Alonso Enríquez, en la batalla de los campos de Ourique en el bajo Alentejo, en el año 1139”. Unos símbolos heráldicos que se explican por su pertenencia a la Casa de Medinasidonia.

Con el terremoto de Lisboa por medio, en 1755, que tuvo graves consecuencias incluso en el Santuario del Rocío, a 300 kms. en línea recta de su epicentro; en unas fechas en la que es conocida la presencia habitual de portugueses en la Romería de Consolación de Utrera (Sevilla), la gran Romería del barroco andaluz, hasta su suspensión en 1771. Y con la Guerra de la Independencia (1808-1813), en la que Portugal sería un importante aliado de España contra los franceses; casi doscientos años más tarde, debemos referirnos a los Orleans, establecidos en Sevilla a través de los Duques de Montpensier, a partir de 1848. De su mano fue testigo de una Romería del Rocío, el mismísimo Rey de Portugal, Fernando II, Rey Consorte, regente de la corona portuguesa entre 1853 y 1855, Fernando de Sajonia-Coburgo-Gotha, segundo esposo de la Reina María II de Portugal, fallecida en 1853. En él se daba un cruce muy importante de relaciones familiares con los Orleans, pues dos hermanos suyos habían casado con dos hermanos del Duque de Montpensier: Augusto, con Clementina de Orleans, y Victoria con Luis de Orleans, Duque de Nemours. Aunque la visita la hacía en calidad de Rey Emérito, al ceder la corona portuguesa por estas fechas a su hijo, que había alcanzado la mayoría de edad, el Rey Pedro V.

Grabado de Alonso Tello de Eslava y Céspedes 1754 / M.G.

Permaneció el Rey en Sevilla, desde el día 17 de febrero de 1856, hasta mediados del mes de mayo. Lo sabemos por la prensa de la época que nos da cuenta de sus andanzas en Sevilla, de la mano del Duque de Montpensier. El que, cabe recordar, era Hermano Mayor de Honor de la Hermandad Matriz de Almonte y de otras hermandades del Rocío (Coria y Triana), propietario del Palacio de Villamanrique, La Dehesa de Gatos, adquiridos al Conde de Altamira en 1850.

Así atestiguaron aquella histórica visita diversos diarios de Madrid, como el Nuevo Diario del día 7 de mayo, o el diario La Época del día 15 de mayo de 1856. La reseña más explícita a nivel nacional la hace el diario La España del día 20 de mayo, al decir: “S.M. el ex Regente de Portugal ha regresado a las tres de la tarde de la partida de caza y fiesta del Rocío….”. En efecto, sabemos por la hemeroteca que el día 11 de mayo estuvo en El Rocío y que el día 13 la hermandad del Rocío de Triana había regresado a su barrio, próximo a la ciudad de Sevilla.

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