Saca de las Yeguas: El rito ancestral de Almonte recorre El Rocío
Almonte/Los caballos que han estado pastando en estado semisalvaje en el Parque Nacional de Doñana durante meses galopan ya hasta Almonte, previo paso por El Rocío, donde se ha producido uno de los momentos más mágicos de la Saca de Yeguas. El santuario de la Virgen del Rocío se ha vuelto a convertir en centro de atención y punto de encuentro. Por delante de él, con las puertas abiertas y la Virgen al fondo, han desfilado tropas de yeguas y potrillos, confeccionándose una bella estampa.
La aldea ha retratado una espectacular imagen en la que los caballos galopaban ante una gran congregación de personas, que se apostaban en los alrededores de la ermita para presenciar cómo los yegüerizos conducían a las cabezas de ganado hacia Almonte. La Saca de las Yeguas ha levantado una expectación especial, dado que la pandemia imposibilitó su realización durante dos años.
Las tropas de equinos comandadas por los yegüerizos llegaban a la aldea alrededor de las 10:40. Una vez recibieron la bendición, han tomado el camino en dirección a Almonte. Este año han participado unos 1.700 equinos. El presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, Juan Adolfo Arangüete, en declaraciones a Huelva Información, asegura que las cifras del ganado de este año “son más altas”, dado que la asociación “se ha preocupado en la gestión de la raza para tener un ganado mayor”.
Primero ha pasado la tropa La Vera y de las playas del Rocío. Sobre las 11:00 lo hizo la de Rocina Sur. La última tropa ha entrado a las 11:30. Lo ha hecho desde los límites con Cádiz y Sevilla. Se trata de la tropa íntegra de Marismillas, las Nuevas, el Rincón del Pescador y Matrochal.
El santuario también ha sido el espacio elegido para que, antes de la salve y la última bendición, el presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Santiago Padilla; la alcaldesa de Almonte, Rocío del Mar Castellano; y el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, Juan Adolfo Arangüete se dirigieran a todos los asistentes a la tradición centenaria. Padilla ha ensalzado a "un ganado que se cría a los pies del Rocío y que nos da uno de los momentos más estelares a su paso por la ermita". Asimismo, ha aprovechado para pedir a la Blanca Paloma que "bendiga a animales y a sus ganaderos que, año tras años, se dedican a mantener esta tradición".
Por su parte, la regidora municipal de Almonte apuntaba, "desde un inconfundible sitio como es la puerta del santuario", que "esta estampa es muy importante para el patrimonio cultual almonteño", dado que "nos transmite unas emociones que tenemos que preservar". Tradición, cultura, naturaleza y sentimiento se conjugan para "ofrecer un acontecimiento único que no deja de sorprender por su belleza, añadía, toda vez que ponía de manifiesto "una expresión que va dirigida a los sentidos".
Cerraba el capítulo de mensajes al público asistente Arangüete, quien mostraba el compromiso de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño para "seguir velando por nuestras yeguas porque, sin ellas, Doñana no podría existir". Por ello, "nuevamente renovamos nuestro voto de trabajoo, trabajo y trabajo con ánimo de que nuestras tradiciones pervivan".
El rodeo comenzó desde muy temprano y finalizó al mediodía. Consiste en que los yegüerizos, con la ayuda de su vara o chivata, unen las tropas dispersas que vienen de diferentes zonas o parajes como la Vera, Los Sotos, Veta La Arena, etc… Una vez reunidas en tropas manejables, son conducidas a zona de marisma para hacer el gran rodeo y preparar su viaje hasta el pueblo. De camino al pueblo atraviesan la Aldea del Rocío y a su paso por el Santuario de la Virgen, los yegüerizos hacen una primera parada, para ser bendecidos por el sacerdote y rezar una salve. Tras vivir uno de los momentos más bellos del recorrido, el ganado continúa su camino dejando atrás la aldea rociera. Al caer la tarde, antes del arroyo Santa María, cerca de los Olivarejos, se produce otra parada para descansar y organizar el ganado en tropas, preparativos previos para la espectacular entrada en el pueblo de Almonte. Se llega así al momento cumbre, donde las tropas son conducidas por los yegüerizos a través de las calles almonteñas. Naturaleza y civilización se funden regalándonos uno de los paisajes más singulares e impactantes que podamos ver. El recorrido finaliza al llegar al recinto ganadero Huerta La Cañada. Está previsto que la entrada en Almonte se produzca sobre las 19:00.
La primera parte de la Saca de las Yeguas se inició días atrás, cuando los primeros ganaderos almonteños accedieron a las marismas del Parque Nacional de Doñana para reunir a las cabezas de ganado equino de pura raza marismeña, que hasta ese momento permanecían diseminadas en el entorno en el que viven y crían el libertad, lo que les confiere características autóctonas y únicas.
La Saca de Yeguas, sin incidencias
La alcaldesa de Almonte, Rocío del Mar Castellano, ha destacado este domingo la afluencia de público asistente a la Saca de las Yeguas de Doñana, y ha subrayado que el acontecimiento "discurre sin incidencias, con absoluta normalidad".
En una atención a medios, Castellano ha asegurado que "hemos puesto un dispositivo de seguridad conjunta con Guardia Civil, Policía adscrita y Policía Local, y se ha vallado todo el recorrido". "Hay que recordar que van a entrar miles de yeguas con sus potrillos y son animales salvajes", ha apostillado.
De otro lado, el vicepresidente de la Diputación de Huelva, Juan Antonio García, ha señalado que "es un día único donde se revive una de las tradiciones más antiguas de la provincia".
Asimismo, ha recalcado el "trabajo magnífico que hace la Asociación de Ganado Marismeño", añadiendo que "desde la Diputación y el Patronato de Truismo estamos apoyando en todo lo que podemos".
En este sentido, García ha puesto en valor que el Huerto Ramírez "tenemos la primera cría de yegua marismeña que ha nacido en cautividad". "Tenemos que mantener y cuidar tradiciones tan históricas como la Saca de las Yeguas", ha concluido.
Una tradición centenaria
La saca fue regulada por primera vez en las Ordenanzas del Duque de Medina Sidonia de 1504, y en ella aparece la figura de los yegüerizos. La relación ambiental, social y cultural existente entre Doñana y su entorno ha dado un legado de tradiciones entre la que destaca la cría de caballos marismeños asilvestrados y el desplazamiento de los animales que pastaban en los pastos comunales hasta el pueblo de Almonte. La Saca de las Yeguas se fundamenta así en una serie de tareas tradicionales ligada a la actividad ganadera de Doñana cuya antigüedad y persistencia a lo largo de siglos la convierten en un nexo entre el pueblo de Almonte y el espacio natural.
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