Salida procesional de la Virgen del Mayor Dolor
Con motivo del Cincuentenario de su Patronazgo en la ciudad aracenense
La Virgen del Mayor Dolor celebró ayer su salida procesional extraordinaria por las calles de la localidad con motivo del Cincuentenario de su Patronazgo en la ciudad de Aracena.
Tras la bajada de la Virgen el pasado jueves y la inauguración de la parroquia el viernes, la Patrona de Aracena realizó la procesión como acto más importante en torno a la celebración del Cincuentenario del Patronazgo durante todo este año. Antes, hubo una función en honor de la Virgen del Mayor Dolor por su bajada hasta la parroquia de forma extraordinaria por la inauguración del templo el viernes a cargo del obispo José Vilaplana Blasco.
Sobre las siete de la tarde se produjo la salida desde la parroquia como un acontecimiento único y el recorrido escogido también con calles donde normalmente no suele hacerlo en su procesión habitual cada Jueves Santo desde la Iglesia Prioral del Castillo.
El cortejo procesional estuvo compuesto por los miembros de la junta de Gobierno de la Santa Vera-Cruz en compañía de todas las hermandades de gloria y penitencia de Aracena e incluso algunas presentes de las distintas aldeas de la localidad. También hubo una serie de hermanos que portaron velas para iluminar el camino a la Virgen durante su recorrido. El paso procesional fue llevado por tres cuadrillas de costaleros separadas por altura: alta, mediana y pequeña para portar a la Patrona en algún momento del recorrido, bajo la tutela de todos los capataces de la cofradía como algo extraordinario al igual que el itinerario. De hecho en un primer momento bajó por Rosario Cañizares en dirección al Ayuntamiento y hacer el itinerario habitual de la Semana Santa, pero en el sentido contrario hasta llegar a la plaza Marqués de Aracena. De ahí la subida hasta el barrio de Santa Lucía como también lo hiciera hace cinco años Nuestro Padre Jesús Nazareno en procesión extraordinaria durante el mes de agosto.
En este barrio hubo un recogimiento especial por la estrechez de las calles y la imposibilidad anterior de ver a la Patrona en su paso procesional. Las calles donde iba pasando la Virgen son las mismas que el Divino Redentor Cautivo hace durante el Miércoles Santo con la diferencia que la Virgen lo hizo al revés para salir por la calle Olvido hasta San Roque y bajar por Cantarrana para cruzar la Avenida Portugal en dirección al Paseo de nuevo. Pero esta vez por la esquina conocida como de Arias Montano, por el casino ubicado allí con el mismo nombre, y subir por la calle Julián Romero hasta la plaza de Santa Catalina. A su paso por el Ayuntamiento el cortejo organizado por la Cofradía de la Santa Vera Cruz enfilaba la calle Colón para aproximarse a la plaza Alta con la presencia de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción perfectamente terminada y subir por la cuesta Virgen del Mayor Dolor para entrar en el Castillo.
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