Satisfacción en el sector tras un mes de reapertura de la pesquería de la chirla
La lucha pasa en estos momentos por hacer un mayor esfuerzo para mejorar la comercialización, y en dar a conocer la calidad de este producto del Golfo de Cádiz a nivel nacional
Isla Cristina/Cuando se cumple estos días justo un mes desde el reinicio de la actividad en la pesquería de la chirla en el Golfo de Cádiz tras cinco meses de parada biológica, el sector pesquero onubense ha mostrado su satisfacción por la "normalidad" de la presente campaña de captura de dicho bivalvo, sobre todo por la "excelente" calidad y tamaño del recurso, así como por la adecuada cantidad del mismo para el sostenimiento de los precios.
Así lo ha precisado este lunes a Huelva Información el Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores Virgen del Carmen de Isla Cristina, Mariano García, quien ha destacado sobre todo que "se está trabajando con absoluta normalidad" y que "se están manteniendo los precios", ya que a su juicio "el caladero parece haberse recuperado bastante". A pesar de ello, avisa de que "no hay que bajar la guardia" y que, por tanto, "hay que estar ojo avizor", con el objeto de "no volver a forzarlo".
Es por ello que se ha mostrado satisfecho con la actual normativa en relación a los días y capturas máximas permitidas, la cual ha señalado que "es la adecuada porque el recurso se está recuperando bien".
En este sentido hay que señalar que desde el pasado 16 de julio, día en que acabó la última parada biológica, las aproximadamente 80 embarcaciones que se dedican a esta pesquería en el Golfo de Cádiz pueden a salir a faenar un máximo de tres días a la semana, con un tope de capturas de 900 kilos en el mismo periodo.
En este punto ha incidido en que, para una mejor optimización de dicha normativa, el propio sector "se ha organizado y coordinado para regular y distribuirse las salidas, con el principal objetivo de no desabastecer ni saturar el mercado, lo que permite una mayor estabilización de los precios".
Por todo lo anterior, García ha subrayado que las paradas biológicas "son fundamentales" ya que a su juicio "hay que tener sensibilidad con el recurso", si bien ha concluido que la lucha del sector en relación a la chirla está centrada en estos momentos en que se haga un mayor esfuerzo por mejorar la comercialización, y en dar a conocer la calidad de este producto del Golfo de Cádiz a nivel nacional.
La parada biológica que concluyó a mediados del pasado mes de julio fue una de las más prolongadas que se recuerdan en el litoral onubense, alargándose por un periodo de ciento cincuenta largas jornadas -cinco meses-.
De los alrededor de 80 buques que se dedican a esta pesquería en el Golfo de Cádiz, unos 55 tienen base en puertos onubenses, prácticamente todos entre los de Isla Cristina y Punta Umbría. El resto tienen base en la provincia de Cádiz, mayoritariamente en el puerto de Sanlúcar de Barrameda. Para faenar, hay desde entonces habilitadas cuatro zonas de pesca.
Impulsar una pesca responsable
Ante las evidencias del Instituto Español de Oceanografía (IEO), que detectó valores de captura en el caladero inferiores a 0,6 kg/minuto, la Junta se vio obligada entonces a prohibir mediante resolución administrativa capturar, mantener a bordo, trasbordar, desembarcar y comercializar chirla procedente de las zonas de producción del Golfo de Cádiz. Una decisión que mantuvo en vilo a las familias onubenses que dependen de este preciado molusco bivalvo.
Esta pesquería es considerada actualmente como una pesca estratégica de cara a la economía de la provincia. Su captura se lleva a cabo, principalmente, frente a las costas del coto de Doñana, y en ningún otro lugar de la Península Ibérica, siento Italia el principal competidor. Actualmente de esta actividad dependen alrededor de 385 personas en Huelva, entre trabajos en mar y tierra: una media de cuatro personas por barco para la captura y tres en puerto.
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