'Selfie' con Bárcenas en Punta Umbría

Imputado por la financiación ilegal de su antiguo partido, el ex tesorero y ex senador del PP hace acto de presencia en un conocido restaurante a pie de playa Pagó en efectivo la factura

Arriba. Bárcenas y su perro, al abandonar el restaurante. Sobre estas líneas, al sol en la terraza de la playa.
Arriba. Bárcenas y su perro, al abandonar el restaurante. Sobre estas líneas, al sol en la terraza de la playa.
Javier Chaparro Huelva

24 de marzo 2016 - 05:01

Los comensales de un afamado restaurante a pie de playa en Punta Umbría se quedaron de piedra cuando ayer, en torno a las 15:00, vieron entrar por la puerta a Luis Bárcenas, ayudándose de unas muletas y acompañado de su mujer y de una pareja de amigos. Los cuatro ocuparon una de las pocas pero selectas mesas con las que cuenta el local, donde pidieron varios platos elaborados a base de pescado fresco, especialidad de la casa.

El ex tesorero del PP jamás había sido visto anteriormente en el restaurante ni tampoco en el municipio costero, uno de los centros onubenses de turismo familiar por excelencia. Según un testigo presencial, nadie molestó ni mucho menos increpó a un cliente tan inesperado mientras estuvo almorzando. El ambiente relajado del lugar, la brisa apacible y la buena temperatura cerca del mar ayudaban a degustar con tranquilidad los platos.

Para la sobremesa, el lugar elegido fue la terraza, sobre la arena y a la sombra de unas palmeras tropicales. "De aquí no nos echa nadie", aseguró con una sonrisa el ex tesorero del Partido Popular mientras disfrutaba de la vista, acompañándose de un combinado de alcohol y un cigarro, según relató un testigo a los diarios del Grupo Joly.

Impecablemente vestido con atuendo informal, Bárcenas, perseguido y señalado allá donde va, poseedor de importantes secretos sobre su antiguo partido, hacedor de campañas electorales, imputado por numerosos delitos relacionados con la presunta financiación ilegal de los populares, se sentía cómodo y no se escondió en momento alguno, pese a saberse observado y curioseado por muchas miradas.

La anécdota impagable se produjo cuando, pasado un buen rato, otro cliente se le acercó para pedirle que se hicieran juntos un selfie. Bárcenas aceptó gustoso la invitación, no sin antes preguntar -medio en broma, medio en serio- si la foto iba a salir publicada en un periódico. La respuesta que obtuvo de su interlocutor fue memorable: "¡No, si yo también estoy imputado!". Y a fuerza que lo era, según aseguró a esta redacción otro testigo, conocedor de las vicisitudes del personaje en cuestión con la juez Mercedes Alaya.

Por la calidad de su género, cocina y precios, el restaurante elegido por Bárcenas ocupa un escalón por encima de los de la competencia. Situado a unos metros del chalé donde el ex-presidente del Congreso, Jesús Posada, pasa varios días todos los veranos, es frecuentado por empresarios y responsables políticos provinciales, alguno de los cuales estaba también ayer presente en el comedor. No hubo saludos ni amago de hacerlos.

Bárcenas fue sintiéndose más cómodo a medida que pasaban los minutos. Senador en dos legislaturas por Cantabria (es licenciado en Empresariales por la Universidad Pontificia de Comillas), sus orígenes familiares se sitúan en Huelva, aunque este hecho solo trascendió cuando su nombre, a la par que su paso por los tribunales, empezó a ser conocido a partir del año 2009. "La gente dice que soy de Calañas, pero soy de Huelva", de la capital de la provincia, afirmó haciendo gala de su lugar de nacimiento, en 1957.

Pasadas las 17:30, se marchó con cuidado de no caerse, camino de su vehículo, por la pasarela de madera que conduce hasta el aparcamiento. El almuerzo y copas posteriores fueron abonadas por el ex tesorero del PP, también conocido como Luis, el cabrón. Obviamente, pagó en efectivo.

Casualidades del destino: las vacaciones de Semana Santa han traído también a tierras huelvanas al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que descansa junto a su familia en Doñana.

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