Suspenso para Apple en geografía

La aldea de El Rocío pertenece al municipio de Almonte, ubicado en la provincia de Huelva. Lo que parece una obviedad es realmente una reivindicación que no cesa. Ni cuando parecía que estaban ya superados todos los equívocos del pasado. Una vez más, la sede de la celebración mariana más populosa del mundo aparece vinculada a la provincia vecina, Sevilla, capital andaluza y pretendida capital rociera para quienes ven en los continuos errores una sibilina maniobra hispalense para la conquista territorial.

La última ofensa a la identidad onubense de la aldea ha venido de los dispositivos móviles más conocidos del mundo, de un gigante empresarial y tecnológico, la firma estadounidense Apple, que ubica El Rocío en Sevilla en la aplicación meteorológica nativa de su sistema operativo móvil.

Basta entrar en la aplicación y teclear "El Rocío" en el campo de búsqueda de la localidad para las predicciones, para que automáticamente aparezcan las opciones más probables con ese nombre. Y encabezando varias localidades homónimas en Sudamérica está "El Rocío Sevilla, España".

Para descargo de Apple, el proveedor del servicio de su Tiempo es otra empresa americana, The Weather Channel, pero ésta, en su propia aplicación para móviles, no cae en ese error y ubica la aldea almonteña en España anteponiendo el indicativo "H" correspondiente a Huelva.

El apunte es anecdótico, aunque a más de un rociero le parece tan ofensivo como para descolgar el teléfono y llamar a su periódico de cabecera para lanzar una proclama de onubensismo. Porque como curiosidad vale una vez, pero cuando se repite cada año, aseguran, provoca mosqueo y cabreo crónicos.

Los rótulos en televisión han levantado polvareda rociera en más de una ocasión. Varias cadenas de ámbito nacional han sucumbido al recurrente error de sevillanizar la aldea. En 2010, en la serie España, entre el cielo y la tierra, de la pública TVE, no se dudó en ubicar el Santuario del Rocío en Sevilla en uno de sus capítulos. Aunque las erratas más sangrantes llegaron de la corporación andaluza, en Canal Sur, La nuestra, como decía el lema, que se ha dejado colar en la pantalla más de un gazapo.

Una de las pataletas más recordadas se produjo en 2000, cuando el entonces alcalde almonteño, Francisco Bella, llevó su queja al mismo Ayuntamiento de Sevilla, que consideraba la romería rociera una fiesta local en su web. También lamentó el regidor en la misma fecha que el Patronato de Turismo sevillano promocionara Doñana entre sus rutas, visitando terrenos que se encuentran en la provincia de Huelva, y más concretamente en el término municipal de Almonte.

Las disculpas y las rectificaciones llegaron, aunque también hubo quien no las consideraba necesarias. Aún se puede leer en internet el argumentario de un articulista que justificaba la nacionalización sevillana de la romería en la existencia mayoritaria de hermandades de esa provincia y en la aportación de los sevillanos al municipio almonteño. Cuestión de percepción, según el extremo de la A-49 desde el que se mire.

Eso mismo debió explicar que otro patrimonio de Almonte, la playa de Matalascañas, fuera directamente anexionada a la provincia de Sevilla el pasado verano en los recibos de una conocida cadena de comida rápida, Telepizza, en su establecimiento en el núcleo costero almonteño. Se excusaron entonces con el socorrido "error tipográfico", subsanado poco después.

Aunque más hiriente resultó la enésima equivocación, también el año pasado, en Canal Sur. En este caso, Matalascañas se convirtió en playa gaditana. Pero después de que en un pequeño lapso de tiempo, en apenas dos semanas, el espacio de información meteorológica ubicara Almonte en Sevilla, y en un reportaje del conocido programa Andalucía Directo no se dudara en calificar Aracena y la Gruta de las Maravillas como "lugar único en la Sierra Norte sevillana".

Esa reiteración de erratas dejó con la mosca detrás de la oreja a más de un onubense, hasta el punto de trascender la esfera social y mediática y convertirse en cuestión de Estado provincial con implicaciones políticas de alto nivel. La Diputación y el Patronato Provincial de Turismo de Huelva remitieron escritos de protesta a la RTVA. También el Partido Popular local. Sólo faltó que enviaran un mapa político-geográfico para colocar sobre una pizarra en las paredes de la tele andaluza, como los que abundaron en los colegios tras la aprobación del Estatuto de Autonomía en el 81. Pero como no hay embajador de Sevilla para llamar a consultas, el subdirector de la corporación pública se vio obligado a comparecer en la Comisión de Control del Parlamento de Andalucía tras la apertura de un expediente informativo.

No parece que el error de Apple vaya a ser el último. Huelva lucha contra la apropiación indebida de su patrimonio igual que Palos de la Frontera defendió su independencia de Moguer durante siglos, en una atribución que sigue calando en Madrid. Para eso la geografía no la aprueba cualquiera.