Tharsis homenajea a Deligny, el ingeniero francés que le dio su actual nombre, en presencia de sus bisnietos

Sus descendientes donan al Ayuntamiento de Huelva los documentos pertenecientes al archivo personal, correspondencia y proyectos mineros asociados a la actividad profesional del ingeniero galo en la provincia onubense

Los bisnietos de Ernest Deligny, en el despacho principal de las oficinas de la Mina de Tharsis, ante un cuadro de su bisabuelo
Los bisnietos de Ernest Deligny, en el despacho principal de las oficinas de la Mina de Tharsis, ante un cuadro de su bisabuelo / Jordi Landero
Jordi Landero

31 de octubre 2021 - 06:00

Tharsis/Tharsis homenajeó ayer sábado a Ernest Deligny, el ingeniero francés que en el año 1853 redescubrió las minas a las que comenzó a explotar poco después, y a las que dio nombre, en presencia de cuatro de sus bisnietos, que residen en Francia, pero que se encuentran estos días en la provincia de Huelva siguiendo los pasos de su bisabuelo, uno de los ingenieros galos más importantes de todos los tiempos, junto con Gustav Eiffel.

Dicho homenaje ha sido posible gracias a la Asociación de Amigos de Tharsis, cuyo presidente, José Gómez Ponce, lleva trabajando junto con los descendientes de Deligny para hacerlo realidad desde hace ya varios años, pero tuvo que ser pospuesto por la pandemia de coronavirus.

Tras la llegada a Tharsis de los cuatro bisnietos del ilustre ingeniero, miembros de una compañía de teatro local representaron en el salón cultural de la localidad como fue la llegada a la zona de Deligny, y como desde lo alto del monte Tarse, el punto más elevado de la comarca y en el que se inspiró para dar nombre a las minas que posteriormente puso en explotación, supo apreciar la antigua actividad minera que allí se había producido desde mucho antes de la llegada de los romanos, apostando firmemente por retomar dicha actividad.

Posteriormente los miembros de Amigos de Tharsis, en compañía de los descendientes de Deligny, de los alcaldes de Alosno y Tharsis, Juan Capela y Lorenzo Gómez, respectivamente, y de numerosos vecinos, subieron hasta lo alto del monte Tarse, a pesar de la abundante lluvia de la tarde, donde fue descubierta una placa en honor del ingeniero galo.

Recreación de la llegada a Tharsis de Deligny -representado por el actor de la izquierda-
Recreación de la llegada a Tharsis de Deligny -representado por el actor de la izquierda- / Jordi Landero

Finalmente la comitiva se trasladó hasta el edificio conocido como Casa Dirección, ubicado en el Pueblo Nuevo de Tharsis y que albergó las antiguas oficinas de las sucesivas empresas que han gestionado la explotación de las minas, donde fue inaugurada una exposición en la que se muestran objetos, enseres, documentos y planos de la antigua actividad minera, incluida la línea ferroviaria en la que se transportaba el mineral de Tharsis a Huelva, y que también fue diseñada por Deligny.

Los bisnietos de Deligny, el presidente de Amigos de Tharsis, y los alcaldes de Alosno y Tharsis, junto a la placa descubierta en el monte Tarse
Los bisnietos de Deligny, el presidente de Amigos de Tharsis, y los alcaldes de Alosno y Tharsis, junto a la placa descubierta en el monte Tarse / Jordi Landero

En la exposición, que ha sido posible gracias a la Asociación Amigos de Tharsis, la Sociedad Casino Minero de Corrales y la empresa minera que actualmente trabaja en la reapertura de la mina -Tharsis Minning-, también se pueden observar un busto en relieve de Ernest Deligny, así como un cuadro con su retrato, ambos obra de José Ángel Castaño, de la Sociedad Casino Minero de Corrales.

Los bisnietos de Deligny donan al Ayuntamiento documentos personales del ingeniero vinculados con su vida en Huelva

El día antes, viernes, el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Huelva, Daniel Mantero, recibió de manos de Benoit Gervais, Jerome Gervais, Ariane Petré y Pascale de La Riviére, los cuatro bisnietos de Deligny que estos días visitan Huelva, los documentos pertenecientes al archivo personal, correspondencia y proyectos mineros asociados a la actividad profesional del ingeniero francés en la provincia onubense. Una donación que obedece al deseo de la familia de integrar dicho fondo en el patrimonio documental municipal para que sea conservado y custodiado en el Archivo Municipal.

Daniel Mantero agradeció "la generosidad de la familia Deligny con la ciudad de Huelva, y su confianza en el Consistorio onubense para la protección de un legado, al que daremos el tratamiento adecuado para su conservación y difusión, poniéndolo a disposición de los investigadores onubenses y al servicio de la promoción de nuestra cultura".

Ernest Deligny (1820-1898) fue un ingeniero nacido en Paris, uno de los grandes pioneros de la minería onubense de mediados del siglo XIX. En febrero de 1853 realizó un viaje de exploración por los yacimientos de la Faja Pirítica Ibérica. A partir de entonces, tras obtener varias concesiones del Estado, puso en marcha una serie de explotaciones mineras. Llegó a registrar hasta 45 minas, entre ellas las de Tharsis, Las Herrerías, San Telmo, La Zona, Poyatos, Cueva de la Mora o Sierra de Vicaría, estudiando las posibilidades de hacer de la capital onubense el gran puerto de salida de los productos mineros.

Como escribe su descendiente, Benoit Gervais en su obra 'Ernest Deligny en Tharsis, 1853-1859', la llegada de Deligny a Huelva debió de tener mucho de aventura. Trasladó también rápidamente a su familia a Huelva, su cuarta hija nació aquí, fue bautizada en la Iglesia de San Pedro y residieron en el número 17 de la calle Santa Ana.

Se le concedió el título de Conde de Alosno y fue nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad de Huelva en sesión ordinaria del 16 de diciembre de 1869 a instancias de la Asociación Económica de Amigos del País de la provincia de Huelva, por "los beneficios que ha reportado a la provincia y por haber contribuido al desarrollo de la industria minera".

También el viernes, los descendientes de Deligny, junto con el presidente de la Asociación de Amigos de Tharsis, José Gómez Ponce, visitaron el Monasterio de la Rábida, donde pudieron contemplar un cuadro que allí se conserva y que pintó su propio bisabuelo, y donde firmaron en el libro de visitas.

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