La Virgen ya tiene el guardapolvo y el pañito para su Venida hasta Almonte
La Hermandad Matriz celebra la bendición de las prendas que portará la Blanca Paloma para la cita
Mamé de la Vega es el autor de unas piezas que tienen alusiones al centenario
Un plisado femenino y un guiño a un andaluz que hizo historia en la moda europea hace un siglo. La indumentaria de la Virgen del Rocío para su Venida a Almonte, acontecimiento que se repite cada siete años y que tendrá lugar mañana, ya está completa. El pasado viernes se presentaron y se bendijeron en el santuario –tras celebrar el primer día del triduo preparatorio del Rocío Chico– el guardapolvo y el pañito que cubrirán a las imágenes de la Blanca Paloma y el Divino Pastorcito. Prendas que los protegerán de la gran polvadera que se origina al adentrarse la comitiva de peregrinos en el Camino de los Llanos.
Ambas piezas han sido confeccionadas –como las galas de pastora que luce desde finales de julio la Patrona de Almonte– por el modisto Mamé de la Vega, vecino de esta localidad onubense. Este profesional de la costura se encargó de darlas a conocer junto al presidente de la Hermandad Matriz, Santiago Padilla, y su madre, Carmen Morales, camarista de la Virgen y quien se las colocará con la ayuda de su hija antes de que la Blanca Paloma abandone la aldea.
Se trata, en palabras de su autor, del primer capote de corte femenino. Para ello, se ha inspirado en la moda de principios del siglo XX, cuando Mariano Fortuny y Madrazo destacaba en la alta costura europea. Este granadino, hijo de uno de los grandes pintores de la época, pasó gran parte de su vida en Roma, Venecia y París. Abrió su primer taller en la ciudad de los canales en 1891. Los expertos lo definen como un artista polifacético y renovador, apasionado de las innovaciones técnicas que aplicaba en sus obras. Una de sus mayores aportaciones a la moda fue el vestido plisado Delphos, de inspiración griega y que ha servido al modista almonteño para diseñar este capote que utiliza como tejido gabardina de algodón tornasolada en dos tonos.
Uno de los detalles a tener en cuenta es el bordado que se incluye en el canesú que rodea la zona de los hombros y en el que se alude al centenario de la coronación canónica de la Blanca Paloma, que se cumplió el pasado mes de junio.
Esta efeméride también se incluye en el pañito que cubrirá el rostro de la Virgen y que ha sido confeccionado en el mismo taller, donde fue bordada la esclavina que estrena para este traslado y piezas anteriores como el conjunto de manto y saya celestes que la Patrona de Almonte luce para la solemnidad de la Inmaculada. El diseño de la segunda pieza que se presentó el viernes –ambas donadas por almonteños– es de José María Carrasco Sala y sus bordados van en consonancia con los de la esclavina. Además de hilo de oro se emplean rubíes naturales, brillantes, amatistas, rosas de Francia y esmeraldas. El centro está protagonizado por el anagrama de María, rematado por una reproducción a pequeña escala de la presea con la que la Virgen del Rocío fue coronada hace un siglo, año en el que también fue trasladada a Almonte.
Estos días se siguen desarrollando los cultos del Rocío Chico que restan las jornadas para la Venida. Ayer se celebró el segundo día de triduo con este orden: santo rosario, ejercicio del triduo y santa misa. La predicación estuvo a cargo del vicario parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Almonte, José Antonio Calvo Millán. Al cante estuvo el coro de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Algeciras.
Mientras tanto Almonte se sigue preparando para que mañana la Virgen del Rocío comience su Venida hasta Almonte.
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