WWF denuncia la falta de soluciones ante los abusos agrícolas en Doñana

Los ecologistas muestran en globo las agresiones al acuífero 27 y a las riberas

WWF mostró ayer desde el aire la problemática que generan en el entorno de Doñana los cultivos agrícolas y los cambios de uso del suelo.
WWF mostró ayer desde el aire la problemática que generan en el entorno de Doñana los cultivos agrícolas y los cambios de uso del suelo.
S.p. / Huelva

02 de febrero 2010 - 05:01

Directivos de la organización ecologista WWF denunciaron durante la celebración del Día Mundial de los Humedales la falta de soluciones a las graves amenazas que, en su opinión, sufre el Espacio Natural de Doñana, en especial la escasez y mala calidad del agua, los abusos agrícolas, así como la aparición de nuevos riesgos como el oleoducto proyectado por el Grupo Alfonso Gallardo y el dragado del Guadalquivir. Hay temor ante la futura llegada de cien nuevo petroleros a la zona.

WWF conmemoró el Día Mundial de los Humedales con un viaje en globo por los alrededores del Espacio Natural de Doñana en el que explicaron a la prensa el efecto de algunas de estas amenazas.

Felipe Fuentelsaz y Juanjo Carmona, responsables de Agricultura y de WWF en Doñana, subrayaron que, aunque el corazón de este espacio protegido, que suma las cien mil hectáreas de Parque Nacional y Parque Natural gestionadas por la Junta de Andalucía, se encuentra "en buen estado", los problemas y las agresiones se acumulan en su alrededor sin que las administraciones (el Parque fue transferido a la Junta de Andalucía) adopten soluciones.

"Hay una serie de problemas ambientales en el entorno de Doñana que están poniendo en serio peligro a este humedal", aseveran los conservacionistas.

Fuentelsaz cree que "el principal problema es el agua, ya que las actividades agrícolas, parte de ellas ilegales, merman la aportación hídrica de los ríos y arroyos al interior de Doñana, así como al acuífero 27 que nutre buena parte de este espacio protegido, que suma las máximas recomendaciones internacionales como Reserva de la Biosfera o Patrimonio de la Humanidad".

WWF denuncia que más del 30% de los 110 kilómetros de arroyos de Doñana están ocupados por actividades agrícolas y que, según datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), más del 80% de la red hídrica de este espacio protegido "está en mal estado".

Para Fuentelsaz es especialmente grave que desde que en 2003 se aprobó el Plan de Ordenación de Doñana (POTAD), que advirtió de la existencia de 2.100 hectáreas de cultivos ilegales roturados en montes públicos colindantes a este espacio protegido, se han creado otras 1.688 hectáreas de cultivos bajo plástico de las que, además, 590 han destruido zonas forestales de especial protección, en las que está prohibido el cambio de usos del suelo.

El Gobierno andaluz anunció hace dos años la reordenación de estos cultivos ilegales, la mayoría plantaciones intensivas de fresón, pero aún no ha aprobado la normativa correspondiente, según Fuentelsaz. Un hecho especialmente relevante, en su opinión, es que algunas de estas plantaciones ilegales, que construyen caminos que fragmentan los territorios e impiden los corredores ecológicos de especies como el lince, y perforan pozos ilegales -de los que no se ha cerrado ninguno en la última década- venden luego sus producciones como "productos ecológicos". Además, parte de los cultivos ilegales de regadío han acabado con el tradicional viñedo condal.

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