Diez años sin vida en la villa turística

Fuenteheridos

El abandono hace estragos en el complejo serrano, que necesitaría 2 millones de euros para resucitar

1. Las casitas rurales, necesitadas de una rehabilitación integral. 2. Acceso al recinto, abandonado desde 2005. 3. Mapa localizador del complejo turístico, en pleno corazón del Parque Natural. 4. Indicador de los accesos a la villa. 5. El edificio de recepción es el que mejor se conserva, no sin deficiencias. 6. Mobiliario del parque infantil que, tras una década sin mantenimiento, tendría que someterse a una importante rehabilitación y reposición de elementos de reabrirse la villa.
1. Las casitas rurales, necesitadas de una rehabilitación integral. 2. Acceso al recinto, abandonado desde 2005. 3. Mapa localizador del complejo turístico, en pleno corazón del Parque Natural. 4. Indicador de los accesos a la villa. 5. El edificio de recepción es el que mejor se conserva, no sin deficiencias. 6. Mobiliario del parque infantil que, tras una década sin mantenimiento, tendría que someterse a una importante rehabilitación y reposición de elementos de reabrirse la villa.
Javier Moya

09 de febrero 2015 - 05:01

La Villa Turística de Fuenteheridos cumple este año su décimo aniversario desde que se cerrara a cal y canto y con ello se destruyera más de una veintena de empleos directos fundamentales para la localidad. Una década de promesas políticas incumplidas y ríos de tinta previos a las citas electorales. Pese a las visitas de consejeros y directores gerentes, a día de hoy sigue siendo una incógnita en la Sierra cuando se reabrirán estas instalaciones, si es que cabe ya esperar ese horizonte.

Desde su clausura en 2005, en la zona hay un guarda que vela por el recinto, pero el paso de los años ha hecho mucho daño a las instalaciones. El edificio de recepción es el que mejor se conserva, aunque hay azulejos desprendidos en algunas de las dependencias, humedades y otras deficiencias fruto del abandono.

Mayor es el deterioro de las 42 casitas rurales que se construyeron en este recinto en los años noventa. La gran mayoría de estas edificaciones, si no todas, necesitarían una actuación urgente en el tejado para evitar las filtraciones. De hecho, los suelos están mojados y resbaladizos. Las puertas de los alojamientos también se encuentran en muy mal estado y todo el recinto está lleno de maleza. Detrás del edificio central, la enorme piscina sigue de secano y sin limpiar.

La gestión de las villas turísticas era competencia de IU en el bipartito autonómico, con lo que tras la reciente ruptura del pacto de gobierno con el PSOE, a este panorama se añade un nuevo factor de incertidumbre. En principio, y según fuentes implicadas, este cambio político e institucional no debe afectar a su futuro porque piensan que sólo hay un camino tras la recuperación total del accionariado de la empresa por parte de la Junta: inyección económica de 4,3 millones de euros para evitar su disolución y llevar a cabo un plan de viabilidad elaborado por la empresa.

Durante una visita a la zona, Francisco Artacho, director gerente de la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y del Deporte en Andalucía, señaló que en 2012 encargó a la empresa pública que gestiona las villas turísticas un estudio del coste económico para recuperar el complejo de Fuenteheridos con lo básico e imprescindible y el resultado de este análisis apuntó a la necesidad de un mínimo de 2 millones de euros.

Una cantidad que, a su juicio, el organismo autonómico no puede asumir en estos momentos por diferentes motivos: el alto coste, un contexto económico difícil y el hecho de que la empresa encargada de las villas turísticas estaba en concurso de acreedores y ha habido que rescatarla con unos 70 empleados en otras villas.

Se añade a estas circunstancias un problema sustancial, y poco conocido, ya que la villa no era solo propiedad del Gobierno andaluz, sino que la titularidad se compartía con la empresa que entró en concurso de acreedores. De ahí que, según Artacho, en las primeras semanas de este año el gran objetivo era terminar toda la maraña administrativa, desechar al socio antiguo (la entidad en situación concursal) y asignar a la Junta de andalucía la titularidad total de la villa serrana para poder invertir en ella.

Con esas trabas salvadas por la empresa pública, se manejan tres opciones para sacar adelante la infraestructura de Fuenteheridos: aportar los fondos necesarios con una nueva empresa, pedir un préstamo y pagarlo con la gestión de la villa o bien acogerse a un programa de fondos europeos nuevo denominado Jeremie, siendo esta última la opción que baraja con más posibilidades la empresa, según Artacho.

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