Augusto Chaves Bolaños: Polifacético onubense

Gente de aquí y de allá

Augusto estudió y completó el bachiller entre los colegios de Corrales y Bellavista. Después quiso estudiar Periodismo, que era su pasión, pero no se llegó a matricular en la facultad porque empezó a trabajar en diversos medios de comunicación de Huelva

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Augusto Chaves con su pareja.
Augusto Chaves con su pareja. / M.G.

Huelva/Al comenzar el año 1979 venía al mundo en Sevilla un niño al que su madre Chari fue a dar a luz junto a la suya, pero enseguida se volvieron a vivir a Bellavista, en Aljaraque, ya que su padre, médico traumatólogo, vino de Venezuela a estudiar aquí y ya se quedó para siempre y trabajaba en Huelva. Era el jefe médico de la empresa Rio Tinto Minera, llamada hoy Atlantic Copper: y también obtuvo una plaza en el Servicio Andaluz de Salud, pasando consulta en el ambulatorio Virgen de la Cinta.

Jesús Chaves y Chari Bolaños se casaron y tuvieron cuatro hijos: Fabiola, Beatriz, Augusto y Jesús. Ella, que era auxiliar de clínica, decidió un día dejar de trabajar para dedicarse a criar y educar a sus hijos. Augusto recuerda aquel día como uno de los más felices de su vida. Posteriormente, ella, que era una mujer inquieta, emprendió un negocio para niños al que llamó Charma y que hizo las delicias de los más pequeños, ya que en esa pequeña tienda fabricaba piñatas y acudían de toda Bellavista cada vez que había cumpleaños y festejos infantiles.

Augusto estudió y completó el bachiller entre los colegios de Corrales y Bellavista. Después quiso estudiar Periodismo, que era su pasión, pero no se llegó a matricular en la facultad porque empezó a trabajar en diversos medios de comunicación de Huelva como la cadena Ser, la COPE, CNH (Canal Noticias Huelva) o Canal Sur. Además, durante dos años formó parte del gabinete de prensa del Ayuntamiento de Gibraleón.

Augusto Chaves
Augusto Chaves / M.G.

Pero lo mejor en su vida estaba por llegar. Se vino a Punta Umbría, donde se estaba construyendo en sus astilleros una nave de época. Se trataba del Galeón Andalucía, cuyo destino era China. Concretamente iba a ser el pabellón de nuestra región en la Exposición Internacional de Shanghái y se unió para participar en la construcción y luego formar parte de la tripulación y navegar por esos mares junto a otros aventureros amigos, entre los que se encontraba mi hijo Fernando, que tenían y tienen una gran amistad desde sus años infantiles. Luego hizo más travesías por casi todo el mundo: Colombo, Miami, República Dominicana y Puerto Rico, hasta que recala de nuevo en Punta Umbría y, junto a otros amigos y socios, casi hermanos, fundan el Mosquito Club, proyecto que ahora celebra su 20 aniversario y que ha obtenido numerosos premios y distinciones de Turismo por parte del Ayuntamiento de Punta Umbría, la Diputación Provincial de Huelva y la Junta de Andalucía.

Decía antes que lo mejor estaba por llegar. Y es que otra de sus aficiones y pasiones de su vida es la música. Aparte de saber tocar varios instrumentos, es el encargado de contratar a los mejores grupos para los conciertos del verano que tanto éxito tienen. Aquí han venido, por ejemplo, artistas como Los Escarabajos, el mejor grupo que imita a The Beatles, la señora Tomasa, El Canijo de Jerez, el Gran Wyoming y los insolventes, Tomasito y tantos otros que se hicieron famosos aquí en la playa de la Canaleta gracias a Augusto.

Y como nuestro protagonista de hoy es un aventurero, se unió a su hermano Jesús, que es otro de sus grandes amigos; a Juan José Vázquez Limón y otros, para restaurar una aldea en la sierra llamada Rincomalillo, en el término municipal de Almonaster la Real, para reconstruir unas ruinas en una zona habitable en la que ahora viven varias familias. Yo mismo, junto a Enrique y Adri, confeccionamos el levantamiento topográfico de aquel montón de piedras donde se vislumbraban unas calles de lo que fue aquella aldea habitada en otra época.

En uno de sus viajes por el mundo conoció a una chica muy guapa natural de Filipinas y llamada Diyosa, con la que no se lo pensó y, puesto que ambos estaban de acuerdo, decidieron unir sus vidas. De esa unión nacieron dos niñas: Selva, nacida en el precioso pueblo serrano de Almonaster La Real; y Camila, que nació en Puerto Princesa, en la Isla de Palawan, allá en la tierra de su madre. Por cierto, que voy a aprovechar para contarles la relación que existe entre Almonaster la Real, donde nació Selva, y Puerto Princesa, donde nació Camila. De Almonaster era don Miguel Tenorio de Castilla, que fue secretario de la Reina Isabel II, y ambos fueron los padres de la Princesa Eulalia de Borbón. Pues en honor de su hija fue bautizada esa ciudad filipina como Puerto Princesa.

El inquieto de Augusto anda metido actualmente en un proyecto que lo ennoblece. Se trata de luchar en defensa de un animal muy perseguido porque se trafica mucho con él, ya que aparte de que su carne es considerada un verdadero manjar, su piel son escamas de queratina muy valiosas y se utilizan para la fabricación de medicinas que curan varias enfermedades. Se trata del pangolín de Palawan y Augusto ha creado un proyecto que transmite un mensaje de conservación a través de la música junto a productores internacionales al servicio de esta causa para evitar que este animal desaparezca, ya que en la actualidad está en peligro de extinción

Él, como onubense, se siente muy orgulloso de formar parte de este proyecto tan importante y yo, también como onubense y además amigo de él, también lo estoy porque Augusto es como un hijo más al que quiero igual que a los míos propios.

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