La calle navideña de Corrales brilla por tercer año consecutivo
Algunos vecinos piden, sabiendo que la iniciativa nació con "la mejor de las intenciones", que reine el orden y el civismo
Una casa de Papá Noel en el centro de Huelva
El Grinch vuelve a Huelva por Navidad
Huelva/La calle navideña de Corrales volvió a inaugurarse la pasada semana, con nuevas propuestas y en su tercera edición, ante centenares de personas que esperaban su reapertura. Más especial la hace su nacimiento que su propia esencia, puesto que todo empezó cuando un grupo de vecinos decidieron decorar cada una de sus casas con temática de Navidad, adornos variados y luces de cientos de colores con el objetivo de mostrarla al resto de la ciudadanía y hacerla una vía por donde fuera especial cruzar en las fiestas.
Para propia sorpresa de los mismos, no tardó en llamar la atención de pequeños, familias y medios de comunicación, que vuelven un año más a visitarla y sacan de nuevo su historia a la luz. Una de las casas con más público es la de El Grinch, personaje navideño y vecino de la calle que cada año sale a su puerta para hacerse fotos con los más jóvenes, que acuden a visitarlo.
Además de la famosa Casa de El Grinch, muchos de los hogares de la calle Cumbre de Los Milanos continúan año tras año sacando nueva decoración y explorando la creatividad para sorprender a los visitantes. Entre las decoraciones que vuelven a salir a la calle cada año destacan los bastones de caramelo, Papá Noel, los Reyes Magos, y el Grinch, que cuenta con sillón como escenario donde posar y hacerse fotos con familias al completo. Tras la inauguración, que tuvo lugar el pasado cinco de diciembre, el Grinch continúa asomándose para recibir a los turistas. Los vecinos y vecinas de la zona, como afirmaba el mismo Grinch, se vuelcan cada año puesto que "les complace sacar sonrisas" a los visitantes.
Un grupo de vecinos de la calle piden civismo y que se mantenga el orden
Un grupo de vecinos, plenamente conscientes de que la idea surgió "con todo el cariño por los habitantes de la calle", afirma que la vía se ha acabado magnificando y dificulta el tránsito de coches. Como consecuencia, "se le ha dado tanta repercusión que ha ocurrido un fenómeno inesperado, que el Ayuntamiento está actuando para escuchar a todos los públicos, pero que hay que continuar escuchando a todos para llegar a un acuerdo", cuenta uno de ellos.
También el mismo vecino afirma que se trata de una calle "en la que participa más gente en la decoración navideña, pero que hay que intentar que eso no suponga una molestia para vecinos, porque no es una semana, es algo persistente en el tiempo".
"Nos hace cambiar de vida durante mucho tiempo, cerca de mes y medio, con mucha gente que transita por allí siendo además una calle que no está pensada para eso", añade. Entre sus sugerencias, piden "llevarse lo que obstaculice la calle unos metros más allá, sin cortar el tráfico, aunque la gente continúe viniendo a ver los adornos".
Una calle residencial que vive una afluencia de personas "inusual", "por lo que queremos construir, sin conflicto y sin polémica, pero pidiendo una compatibilidad con el resto de vecinos que no participamos en ella". Además, añade que "por suerte, este año parece que está todo algo más controlado, nos dejan pasar a los residentes", pero "aún hay gente que tira petardos y que se porta de manera incívica", proponiendo que "la gente continúe viniendo a visitar la calle pero que las actividades se trasladen hasta fuera de la calle".
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