El candidato del PP se compromete a gobernar sin liberados políticos

No es su propuesta estrella ni tan siquiera una promesa electoral que se hace de cara a la galería aun a sabiendas de su quimera realización. El alcaldable popular, Pedro Carrasco, mantiene que no va de farol y si gana las próximas elecciones ni él ni sus compañeros de partido serán liberados con cargo al erario público.

El candidato, que debuta por primera vez en política, quiere acabar con los denominados 'profesionales' del sector público que tienen difícil vivir fuera de la política. Sólo así, estima, se puede devolver a la ciudadanía la confianza en sus representantes públicos y dar carta de naturaleza a la frase de venir a servir al pueblo, dice.

Carrasco recalca que su intención no es sentar cátedra, pues esta misma idea ya la pusieron en pie el que en su día fue alcalde del PA en Villarrasa, José Elías; el independiente Manuel Mora, en Lucena del Puerto; e incluso el propio Juan Antonio Coronel (PSOE), en el mismo Bonares. La novedad vendrá protagonizada por el hecho de que todos los miembros de su lista comulgarán con esta filosofía y trabajarán de modo altruista acudiendo en horario de tarde a sus responsabilidades como ediles.

Fiel a este decálogo subraya que "cuando uno colabora con una ONG lo hace de forma desinteresada, aportando su buen hacer y conocimientos para un fin social, y es precisamente esta idea la que pretendo hacer extrapolable a la gestión municipal". Para llegar a buen puerto esta máxima sin desatender sus obligaciones laborales, el candidato, que ejerce como agente del Ministerio de Economía y Hacienda, confiará la gestión diaria municipal en los funcionarios. En síntesis, en "los profesionales capacitados y a quien corresponde ejercer esta labor".

El representante popular recuerda que en "Bonares no superamos los seis mil habitantes, por lo que no precisamos de ediles que estén ocho horas al frente del Ayuntamiento o al servicio de la política propiamente dicha". Carrasco añade que, con la actual crisis económica que ahoga a los bonariegos y a las propias instituciones, es necesario aplicar una política monetaria sería; ejercida desde una férrea contención del gasto tendente a lograr el déficit cero que permita la sostenibilidad presupuestaria, de forma que las obligaciones se correspondan con los ingresos. Esta misma filosofía quiere aplicarla a una campaña política austera que, como citan en el seno del partido, "se encuentre en la antítesis del narcisismo del que hacen gala otros candidatos".

El pasado fin de semana más de 300 personas abarrotaron el cine bonariego para escuchar las propuestas de Carrasco.