"Somos gente común y corriente que busca vivir en la naturaleza"

Alex Pérez es chileno, vive de la música y desde hace seis años es uno de los habitantes de El Calabacino.
Alex Pérez es chileno, vive de la música y desde hace seis años es uno de los habitantes de El Calabacino.
T. R. / Aracena

28 de diciembre 2008 - 05:01

Alex Pérez es de origen chileno, y lleva seis años viviendo en El Calabacino. Llegó invitado por un conocido, un alemán que tiene su casa en esta aldea, y desde ese momento decidió que se quedaría, y su deseo actualmente es seguir. Con el tiempo, se hizo con su propia casa, donde vive desde hace tres años.

De profesión profesor de educación musical, no se ha decidido aún por homologar su titulación en España, aunque ha conseguido vivir de la música.

La primera persona que llegó para repoblar esta aldea era un francés, Nessinne; a éste le siguió una pareja, Abel y Ange.

Los terrenos, que en ese momento estaban completamente abandonados, fueron comprados por estas tres personas a precios baratos a los vecinos de Alájar, por lo que actualmente se encuentran completamente legalizados. Sobre esas ruinas, se han ido construyendo las casas de la manera más artesanal que puede imaginarse, como utilizar materiales reciclables siempre que sea posible. "Incluso el transporte de materiales se hace con burros, porque los coches no llegan aquí", comenta Alex.

"Hay muy poca gente que puede vivir de las labores agrarias en la zona, aunque sí hay una persona que lo hace, Felipe", comenta este habitante de El Calabacino, quien describe a sus vecinos como auténticos bohemios. "Somos principalmente artesanos y artistas, tanto de la música como de otras ramas del arte, y también de la literatura. El contacto con la naturaleza es muy importante para nosotros", manifiesta, a la vez que deja claro que "no somos hippies; ése es un movimiento de los años sesenta, de gente que procedía de familias ricas y querían probar otras formas de vida. Nosotros no somos así, somos gente común y corriente que busca vivir en la naturaleza".

Cuando se le pregunta por sus condiciones de vida, explica que el agua corriente con el que cuentan es de los barrancos, desde donde hace años se creó una red muy básica. La energía eléctrica se obtiene con placas solares, que cubren todas las necesidades, según asegura. La calefacción es con leña principalmente.

Alex insiste en que no están organizados como una comunidad, tal y como se conoce a este sistema en la actualidad. "Hay una mínima organización, y varias ideas en las que todos los que vivimos aquí estamos de acuerdo, como el hecho de que no lleguen los coches aquí, o que es necesario limpiar los caminos cuando el clima los estropea. Además, cuando alguien está construyendo su casa, todos ayudamos".

Igualmente, como pedanía de Alájar que son, tienen sus portavoces con el Ayuntamiento, al que trasladan necesidades y propuestas de parte de todos lo vecinos, que previamente lo han acordado. Con la autoridad municipal tienen una relación continua, que unas veces resulta más cordial que otra. "El Ayuntamiento realiza acciones aquí, pero a veces no son útiles. Por ejemplo, nos han puesto contenedores, pero nadie viene a vaciar esos contenedores. Además, han destrozado algunas calles para intentar instalar acometidas, pero no las han arreglado posteriormente", comenta este vecino.

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