Consuelo Haldón, la cantaora de Paymogo que conquista Francia: "fue un aplauso de 20 minutos"

A sus recién cumplidos 16 años, interpreta un recital de 'siete palos' con guiño final al fandango de Huelva en el 'Festival Flamenca de Arlés'

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Consuelo Haldón junto con Antonio Carrión, durante el Festival, en Arlés. / M.G.

Huelva/Consuelo Haldón Campos -artísticamente solo Consuelo Haldón- aún siente un pellízco en el estómago minutos antes de subirse al escenario de festivales de la talla del Flamenca de Arlés, en Francia, sobre el que pisaba firmememente durante la tarde-noche del martes. "Ayer, en Francia, en Arlés, todo el público levantado tocando las palmas por Huelva durante 20 minutos de aplauso final", cuenta aún impresionado a este periódico su profesor y fiel acompañante, Manolo Sierra.

A sus 16 años y "con los nervios típicos" de la edad y de "deberse a su público", la paymoguera impresionaba a los espectadores que, muchos de ellos sin conocer el idioma, se mostraban atónitos ante la interpretación de la joven. Su profesor la volvía a acompañar orgulloso, al igual que lleva haciéndolo desde su primer día de clase en el Aula Flamenco de Paymogo, en el año 2018.

Sierra -profesor y director de la escuela-, recuerda escuchar la voz de la joven por primera vez, cuando a sus 11 años decidió apuntarse a sus clases. "Quizás su voz no es propia para la edad que tiene. Su cante es muy puro y logra hacer fresco el flamenco, interpretándolo siempre desde la versión más tradicional". Desde entonces, la promesa paymoguera no ha dejado de dar pasos en el mundo del flamenco. Ganaba cinco de los cinco concursos a los que se presentaba en el año 2022. Desde ahí, colecciona premios de tal relevancia como el del Concurso Nacional de Carmona, el de Guillena, o el Primer Premio en el de Fandango de la Orden, del que tantos artistas onubenses han surgido.

Como una noche muy especial la vivía ella, sintiendo a cada minuto "el respeto y la amabilidad del público, en un sitio emblemático, acogedor y acompañada de un gran artista, Antonio Carrión -tocaor que ha acompañado a los más grandes de este siglo y del pasado-", convirtiendo la experiencia en inmejorable. "Si tuviera que elegir el momento en el que más disfruté sería con la Soleá, uno de los palos con los que más a gusto me siento y con la que pude apreciar la admiración del público. ¡No esperaba que un cante como la Soleá también llegara hasta personas de otros países!", afirma.

Un recital de siete palos con un momento sublime a destacar. "Cuando cantó por Soleá vi a muchos franceses con las lagrimas saltadas. Aquí se siente el flamenco, pensé", afirma el profesor. El momento álgido fue el final con el remate por fandango, que "como no podía ser de otra manera", pretendía homenajear a Huelva y a una de sus más arraigadas tradiciones.

Días antes del de Francia, ya actuaba en la Caracola de Lebrija, uno de los festivales Flamencos más importantes de Andalucía -e incluso España- donde triunfaba con un eterno aplauso de nuevo. Además de un timbre y giro "fresco" pero tradicional, su otro punto fuerte -según su maestro- es que le gusta a todo tipo de públicos, "incluso a los que no entienden de flamenco". Un protocolo de ensayo para festivales, conciertos y la evolución de la carrera de las alumnas en general es lo que no se ve, aunque sí se intuye: "estudia todos los días y desarrollamos el trabajo durante todas las semanas".

Para el pueblo de Haldón y en palabras del maestro, Consuelo se ha convertido en una seña de identidad de la localidad, además de en una bandera del flamenco, con el Aula Flamenco como casa. "Una de las cosas que más te impulsa a disfrutar de experiencias como estas es el sentir el apoyo de tu pueblo y de tu gente, en este caso Paymogo. He recibido cientos de mensajes de cariño. Siempre hay un poco de nervios antes de salir del escenario, pero considero que es lo normal", cuenta.

Manuel lo vive con satisfacción, porque, además de Consuelo, da clases a más alumnas que están destacando. "Me hace feliz tratar de sacar en estos críos la pasión por el flamenco, como es el caso de Consuelo. En la prueba de nivel de su primer día de clase, me dijo que cantaría una Sevillana y me puso los pelos de punta. Verla ahora en los escenarios en los que la veo me enorgullece por el trabajazo que esto lleva detrás y por el prometedor futuro que la espera".

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