La crisis llega a las chimeneas y estufas de pellets de Huelva

El sector maderero alerta de "la psicosis" generada alrededor del pellet al que comparan con "el papel higiénico de la pandemia"

Los precios de la vivienda y la energía crecen un 22,4% en Huelva en el último año

Combustión de pellet, producto estrella de las calderas de biomasa.
Combustión de pellet, producto estrella de las calderas de biomasa. / H. I.
Antonio Carrasco

24 de octubre 2022 - 06:10

El pellet se convierte en el nuevo papel higiénico. No es que los onubenses vayan a utilizar para otros fines que no sea la combustión de sus calderas. Es que la psicosis desatada por el miedo al desabastecimiento como consecuencia del incremento del consumo está provocando un efecto doble: subida de precios y falta de material en las tiendas. Una historia que recuerda a algunas escenas vividas al comienzo de la pandemia en los supermercados.

Un saco de pellet valía hace un año en una gran superficie alrededor de 4,50 euros. Hoy roza los 7 y hay sitios donde resulta hasta difícil de encontrar. El sobrecoste de otro tipo de energías como el gas y la preocupación porque pueda escasear como consecuencia de la guerra de Ucrania hacen que cunda el miedo al invierno. La OCU cifra el incremento medio en un 65% y no descarta que en pleno invierno el saco llegue hasta los 10 euros. El Gobierno aprobó una reducción del IVA de estos productos del 21 al 5% con el fin que reducir el impacto de los sobrecostes energéticos. No obstantes la demanda descontrolada provoca una subida de precios que no puede aliviar la medida.

La situación en Huelva no es tan dramática como en otras regiones como Madrid, Galicia o Castilla-León, donde este tipo de calefacción está mucho más extendida. Hay regiones en las que las grandes superficies comienzan a restringir la vente al limitar la cantidad de sacos que puede comprar un usuario. El pellet tiene la ventaja de no ser perecedero, lo que facilita el acopio por parte de quienes tengan espacio para ello. La escalada de precios y el medio al desabastecimiento provoca que quienes antes compraban de forma mensual opten ahora hacerse con todo el que consideren necesario para pasar el invierno.

En Huelva fuentes del sector maderero aseguran que “no vamos a tener problemas de abastecimiento porque las fábricas que hay en la provincia tienen el suministro garantizado con los productores locales”. No obstante, los efectos de un mercado global se sienten por igual en todo el país. Las plantas en concreto se encuentran en Hinojos y Palos de la Frontera y trabajan al 100 por 100 de su capacidad. En estos momentos prácticamente tienen vendida toda su producción el mismo ritmo que la fabrica. Suponen unas 12.000 toneladas de pellets en el caso de la planta de Hinojos más la producción de Palos que deben ser suficientes para satisfacer el mercado provincial. Fuentes del sector de la madera advierten no obstante que “la gente debe estar tranquila y no obsesionarse como acumular sacos y sacos de pellets en su casa porque eso solo repercute en el precio final. Si el productor sube el precio, el industrial maderero también lo hará y la materia prima en el campo crecerá igualmente”. Al final repercute en el bolsillo del consumidor.

La provincia está muy lejos de casos como Galicia donde se han llegado a pagar “hasta 110 euros la tonelada de pino que es casi el doble de lo normal”. En otros puntos como Castilla-León la presencia de importantes cantidades de material procedente de los incendios de este verano controla los precios. Los productores onubenses lanzan un mensaje de tranquilidad a los consumidores provinciales. La madera y biomasa local no va a salir fuera “por mucho que pueda faltar en Madrid o en otros sitios” por una razón básica y es que “es tan caro el transporte que no es rentable llevarse la madera de Huelva porque al final el pellet al consumidor le saldría más caro que el gas o la electricidad”.

La situación de los productores madereros es coincidente con el negocio de la leña. Es éste un sector en el que predomina mucho la venta directa y el menudeo, lejos de grandes productores o comercializadores. En su caso, insisten desde el sector forestal, “las subidas de precio tienen mucho más que ver con la inflación generalizada y el combustible que con un aumento de la demanda”. Los precios en el mercado provincial rondan los 120 euros los 800 kilos de eucalipto, 150 de olivo y 180 de encina. Supone con respecto a 2021 una subida de alrededor de 30 euros por carro, lo que supondría entre un 25 y 15% más en función del tipo de madera.

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