Cruz Roja celebra el 25 aniversario de 'Un baño sin barreras' en la playa cartayera del Caño de la Culata

Una treintena de voluntarios posibilitan que alrededor de un centenar de personas mayores o con alguna discapacidad puedan darse un baño en el mar

Para acceder a este servicio a nivel individual, las personas interesadas solo tienen que solicitarlo en el teléfono 959 261211

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Una usuaria se baña en el mar en una de las sillas anfibias del programa / Jordi Landero

Cartaya/Proporcionar y facilitar el baño en la playa a personas mayores o con movilidad reducida es el principal objetivo del programa Un baño sin barreras, que se desarrolla un verano más en la playa cartayera del Caño de la Culata, una iniciativa de Cruz Roja que alcanza este verano los 25 años desde su puesta en marcha y que cuenta con el apoyo de los Ayuntamientos de Cartaya y Huelva.

En la edición número 25 de la iniciativa, que ha sido presentada este miércoles en el puesto de salvamento y socorrismo de Cruz Roja en dicha playa del término de Cartaya, participan una treintena de voluntarios de la ONG, los cuales permitirán y facilitarán el baño en la playa a aproximadamente un centenar de usuarios, fundamentalmente personas mayores o con alguna discapacidad, tanto física como intelectual.

En la presentación de la iniciativa, la presidenta de Cruz Roja, Patricia Mauri, ha estado acompañada por la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, y por el primer edil cartayero, Manuel Barroso, quienes han coincidido en agradecer a la ONG su trabajo en favor de la "accesibilidad" de los beneficiarios del proyecto, además de poner en valor la "profesionalidad y ejemplaridad" de los técnicos y voluntarios de Cruz Roja, lo cual según añadió Miranda "ha sido clave para el mantenimiento de un servicio cuya trascendencia radica en que ha conseguido hacer felices a miles de personas, que durante este cuarto de siglo han podido cumplir el sueño de disfrutar de un baño en el mar, independientemente de sus capacidades".

La alcaldesa de Huelva también ha agradecido a su homólogo cartayero "el acogimiento en este maravilloso espacio del Caño de la Culata, en Nuevo Portil, perfectamente adaptado y convertido en referente de accesibilidad".

Los alcaldes de Huelva y Cartaya saludan a un usuario del programa / Jordi Landero

El primer edil cartayero destacó por su parte "la importancia de mantener esta iniciativa en Cartaya", donde se ponen "todos nuestros recursos para que cualquier persona se sienta cómoda y acuda cuando quiera".

Finalmente la presidenta de Cruz Roja en Huelva calificó de "apasionante el mantenimiento de este programa gracias a unos 30 voluntarios que dedican su tiempo, en verano, a que otras personas disfruten de la playa", además de agradecer "el apoyo de las administraciones para poder llegar a todos los que necesitan este servicio, tanto a los usuarios de ONGs, como a nivel individual y privado, llegando a casi 100 personas al año".

En este sentido precisó que, desde Huelva, se benefician del proyecto las asociaciones, Aspacehu, Aspapronia, Centro Residencial para Mayores La Orden, Residencia Clece y Faisem, a las que puntualmente se suman otras entidades; así como cada vez más personas a nivel particular, que llaman a Cruz Roja o se acercan al equipo en la propia playa para disfrutar de este programa. Para acceder a este servicio a nivel individual solo es preciso solicitarlo en el teléfono 959 261211.

Una de las usuarias del programa se da un baño en la playa del Caño de la Culata, asistida por personal de Cruz Roja / Jordi Landero

Los aproximadamente 30 voluntarios y voluntarias de Cruz Roja que hacen posible el desarrollo de Un baño sin barreras proceden de distintas áreas asistenciales de la entidad: técnicos sanitarios, socorristas acuáticos, conductores de vehículos adaptados y de apoyo, educadores sociales y voluntariado de acompañamiento, los cuales reciben formación especializada en atención a personas con discapacidad, dependencia y problemas de movilidad, así como en socorrismo y emergencias, en animación, ocio y tiempo libre y en el manejo de las sillas anfibias de las que dispone el programa.

El programa está operativo durante los meses de julio y agosto, de martes a viernes entre las 9:30 y las 14:30, con una persona coordinadora, un equipo de entre 6 y 7 voluntarios cada día, dos autobuses adaptados, dos sillas anfibias y una carpa y material de ocio. Y es que, además del baño, la iniciativa incluye animación con paseos por la orilla del mar, charlas, talleres, juegos y otras actividades lúdicas que ayudan a normalizar la vida de los beneficiarios.

Una voluntaria de Cruz Roja conversa con varias usuarias del programa, en la misma orilla de la playa / Jordi Landero

Para hacerlo posible, los voluntarios y voluntarias prestan un servicio integral, que incluye la recogida en su domicilio o en la sede de las asociaciones adscritas, tanto a las personas usuarias como a sus acompañantes, y el transporte hasta la playa, donde les ayudan a bañarse, al tiempo que hacen posible que pasen una jornada de convivencia y diversión.

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