La Cubanía, grupo musical de Huelva

Cuando Isabel, la madrina de mi hermano Carlos, vino de un viaje a las Islas Canarias, le trajo de regalo un timple que le hizo mucha ilusión, porque eso, unido a los timbales que ya él tenía, le servía para poder hacer conciertos a todos sus hermanos y mis padres disfrutaban oyendo al niño que, a decir verdad, lo hacía muy bien.

Yo, sin embargo, nunca serví para la música aunque, eso sí, siempre me gustó mucho, sobre todo la iberoamericana y coleccionaba discos de los grupos Quilapáyun, Los Tradicionales, Los Calchaquís y otros muchos. Pero mi hermano Carlos, que desde pequeño tocaba varios instrumentos musicales, ya de mayor formó un grupo que es al que le voy a dedicar estas letras.

Por motivos laborales tuvo que ir de viaje a La Habana y volvió encantado en lo que a la música se refiere. Aquello de ver a grupos cantando por la calle canciones populares cubanas y aquella alegría que desprendían los habaneros entre trago y trago de ron le fascinó. Luego volvió en otras ocasiones y ya vino con la idea de formar un grupo musical. Lo intentó en varias ocasiones, eso es lo que yo llamo afición a la música, porque él siempre se ha ganado la vida holgadamente como profesor universitario y como doctor que es en Geomática, pero tras varios intentos ha llegado a llenar un vacío folclórico cubano que existía en Huelva y que era su pasión desde pequeño.

El grupo lo forman seis miembros, todos ellos igual de enamorados de la música popular y pertenecientes al Centro Filarmónico Onubense. Entre su repertorio tienen canciones tan bonitas como Perfidia, Lágrimas negras, Habaneras de Cádiz, Quién será la que me quiera, Quizás, quizás, quizás, María la portuguesa, Guantanamera, De Cuba traigo un cantar y muchas más que hacen las delicias de todos los que las oyen, porque le ponen alma, corazón y vida.

No dejan una parte del mundo sin cantar sus canciones populares, si bien es verdad que se centran principalmente en Iberoamérica, sin olvidar la música portuguesa, italiana o marroquí, con boleros, vals criollos, rancheras, chachachás, sones cubanos, o la música tradicional canaria, tan bien cantada por los Sabandeños, a quienes también tienen en su amplio repertorio.

Ellos no solo cantan por cantar ni por lucir su buena voz, como decía el malogrado Víctor Jara, ellos cantan para que no se una la pena con el dolor. Los magníficos barítonos de la Cubanía cantan en lugares tan variados como el Teatro del Mar de Punta Umbría, el Salón de Actos de la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Huelva, el Casino Minero de Corrales, la Residencia de Mayores Orpea de Aljaraque, la Plaza de Las Monjas, el Gran Teatro, la Caseta Municipal de las Fiestas Colombinas, varios hoteles y chiringuitos de la costa de Huelva, la Plaza de Toros de Cortegana, el Castillo de Olivenza en Badajoz o el Centro Filarmónico de Cabra, en la provincia de Córdoba.

Este grupo onubense trata de llevar su música por todos los rincones de nuestra provincia: Sierra, Condado, Cuenca Minera, Andévalo y Costa, además de otros puntos de todo el territorio nacional para difundir estos preciosos y ricos sones por todas partes. Los encargados de hacer esto posible son un grupo de animosos músicos que, con todo su cariño, ponen su empeño con sus instrumentos y sus voces. Ellos son Rafael Pavón, extraordinario barítono que toca el bajo eléctrico; Domingo Molina, con sus dedos mágicos en el teclado; Rubén Esquivel, que toca la percusión como nadie; el estupendo tenor Luis Olmedo; todos ellos dirigidos por el barítono de voz portentosa y su guitarra Carlos Maximiliano Barranco; y a veces son apoyados por otros amigos y amigas que nos hacen la vida muy agradable a todos sus incondicionales admiradores.

Gracias desde estas letras por vuestro buen hacer y por acercarnos la mejor música a nuestros oídos y nuestros corazones. Sois unas personas maravillosas.