La defensa de Ramallo alega que no hay pruebas contra él para recurrir el auto
Pide a la jueza que considere "nulo" el registro en la finca de Calabazares · Subraya que no aparecen sus huellas en el pozo donde fueron hallados los dos cadáveres
La defensa del único imputado por el doble crimen de Almonaster la Real, Genaro Ramallo, ha cumplido lo anunciado el pasado 3 de mayo, cuando su representado se negó de nuevo a declarar ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Aracena (que sí procedió a leerle el pertinente auto de procesamiento), y ha presentado un recurso contra el documento en el que la jueza deja claro que ve "indicios suficientes" de que el profesor de Matemáticas boliviano es el presunto autor material del asesinato de María del Carmen Espejo y el hijo de ambos, Antonio Ramallo Espejo, en agosto de 1993.
El letrado de Ramallo, Álvaro Aznar, basa el escrito -presentado el pasado 10 de mayo y al que ha tenido acceso Huelva Información- en su consideración de que no existe prueba alguna, ni de cargo ni indiciaria, que sustente la participación de su cliente en los hechos. Aznar argumenta, además, que no se ha demostrado que las cartas recientes en las que Ramallo confesaba que había encontrado hace 18 años los cuerpos sin vida de la que entonces era su pareja y su hijo de diez años sean suyas.
Asimismo, en el escrito la defensa solicita a la jueza que declare nulo el registro efectuado por el Grupo de Homicidios de la Policía Judicial de Sevilla el pasado verano en la finca del paraje de la Huerta del Cura, en la aldea de Calabazares (Almonaster). Y lo hace porque el auto indicaba que se hiciera en un día determinado que acabó transformándose en varias jornadas de arduo trabajo.
El jurista onubense destaca que no existen huellas del boliviano en los enseres (medicamentos sedantes, ropas, tiendas de campaña y hasta la bici del niño) hallados en el pozo de dos metros de profundidad en el que aparecieron los cuerpos decapitados de madre e hijo, por lo que no se puede decir que sea él el autor de los hechos, acontecidos entre el 20 y el 22 de agosto de 1993.
Por todos estos motivos, que se resumen en la consideración de que "no hay indicios racionales" que apunten al profesor de clases particulares como asesino, los representantes legales de Ramallo han pedido a la titular de Juzgado 1 de Aracena que estime el recurso y revoque el auto de procesamiento.
El abogado de la acusación particular, Mariano de Alba, estima que el auto es "perfectamente válido" y así lo ha hecho constar en un escrito fechado el pasado viernes que impugna el recurso de la defensa, similar al que previsiblemente presentará el Ministerio Fiscal.
El jurista de la familia Bárcenas-Espejo remarcó, en relación a la orden judicial de registro de los terrenos, que "la jueza señalaba un día concreto, pero dejaba claro que las labores de búsqueda podían extenderse a las horas y los días que fuera necesario, al igual que señalaba que se podía excavar y realizar otras medidas pertinentes". Asimismo, puntualizó que es "lógico" que no existan vestigios definitivos -como ADN- en el pozo que apunten directamente a Ramallo como el autor del doble crimen porque "el paso del tiempo ha hecho su labor, porque él se cuidó de no dejar huellas y por la cantidad de tierra y piedras que sepultaban los cuerpos y los enseres en un entorno de humedad durante 18 años".
La jueza encargada de la causa se pronunciará en los próximos días sobre el recurso. Previsiblemente, lo denegará y mantendrá lo notificado en el auto de procesamiento. La defensa de Ramallo podrá presentar otro recurso, esta vez de apelación, que desembocará en una pequeña vista que se celebrará en la Audiencia Provincial de Huelva en los próximos meses.
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