Una devoción extendida por toda la Diócesis

Llegada de la virgen de fátima a ayamonte

La Virgen de Fátima a las puertas del Ayuntamiento de Huelva.
La Virgen de Fátima a las puertas del Ayuntamiento de Huelva.
E. J. Sugrañes / Huelva

13 de junio 2008 - 05:01

La devoción a la Virgen de Fátima ha estado muy presente en la Diócesis de Huelva, que le consagró las parroquias de La Alquería, en Huelva; Los Cabezudos, en Almonte; Mina Peña de Hierro, en Nerva; en Las Veredas de Almonaster y una ermita en la villa de Almonaster la Real, a lo que hay que sumar las numerosas imágenes en distintos templos.

La Virgen peregrina también estuvo en aquel año de 1948 en localidades como Cartaya o Galaroza. No era una peregrinación tan multitudinaria como la vivida en Ayamonte que marcaría de alguna forma la expresión de fe de esta provincia hacia la Virgen de Fátima. Aunque aquel 25 de enero cuando realizaba su 'entrada triunfal' en Cartaya lo hacía acompañada de una multitud, habiendo llegado gente de pueblos limítrofes. Lo mismo ocurría en Galaroza en el mes de diciembre donde quedaba la imagen entronizada en su parroquia.

Mientras, en el año 1951 la Virgen de Fátima vendrá a Huelva capital en el mes de febrero, en un acto promovido por el arcipreste Julio Guzmán y en el que tendrá un gran protagonismo el Ayuntamiento ya que se hará la consagración de la ciudad a la sagrada imagen. Un año en el que la Virgen de Fátima pasaría por la provincia con importantes actos en La Palma del Condado y en Lucena del Puerto.

El 20 de febrero de 1951 la llegada de la Virgen de Fátima a Huelva se hacía con todos los honores, con los niños y niñas de los colegios por toda la antigua carretera de Sevilla hondeando banderitas blancas. Salieron a recibirla las autoridades locales y las hermandades y asociaciones religiosas. La Virgen de Fátima llegaba por la tarde en un vehículo, poco después de las seis de la tarde hacia alto el automóvil en la alameda Sundheim frente al velódromo. Es aquí donde se saca a la Virgen entre aplausos, vivas y cohetes para colocarla en unas andas para ser portada a hombros por toda la ciudad. Llegó a las puertas del Ayuntamiento, donde el secretario Pedro Azcárate Montiel dio lectura al acuerdo municipal que presidió el alcalde Pedro Pérez de Guzmán, en el que la ciudad se consagraba al Sagrado Corazón de María, en ese acto se reafirmó en el acuerdo el alcalde accidental Manuel de la Corte Gutiérrez. Hubo actos en honor a la Virgen que estuvo en la parroquia de San Pedro, desde donde partió al día siguiente para recorrer los distintos barrios de la ciudad, incluyendo la prisión provincial, y retornar su peregrinación por otras ciudades, siendo colocada en un camión-carroza en la zona de La Florida e iniciar su camino por la carretera de Sevilla.

Con la creación de la Diócesis de Huelva, el primer obispo monseñor Pedro Cantero Cuadrado tiene lugar de nuevo la llegada de la Virgen de Fátima. Venía a presidir la Cruzada Cordimariana, que contaba con las bendiciones del Papa Pío XII. Ayamonte volvería a ser protagonista. La Virgen de Fátima de nuevo entraba en nuestra provincia por el Guadiana. La Cruzada Cordimariana comenzaba el 23 de octubre de 1957 en Ayamonte y finalizaría el 8 de diciembre en Huelva, donde en días sucesivos se celebraría el solemne acto de clausura.

Aquella jornada de la festividad de la Inmaculada Concepción quedó solemnizada con la presencia de las imágenes de la Virgen de Fátima y de Nuestra Señora de la Cinta. El acto se celebró en la misma plaza de la Merced, donde el gobernador civil, Carlos Bruiquetas Saurín, consagró la provincia al Corazón Inmaculado de María, mientras que el obispo, monseñor Cantero Cuadrado, lo hizo de la Diócesis. La Virgen de Fátima fue despedida en Punta Umbría, donde se consagró la Marina al Corazón de María.

Con el tiempo se han ido sucediendo otras visitas de la Virgen de Fátima peregrina por el mundo a la Diócesis de Huelva, guardando siempre el afecto que le ha tenido siempre los fieles onubenses.

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