La familia de Jorge espera el informe del teléfono para reanudar la búsqueda
25 días después de su desaparición, los allegados de Jorge Alamillo continúan sin conocer la información de su móvil para saber qué recorrido hizo ese domingo y acotar el terreno
Valverde/La familia y los amigos de Jorge Alamillo Malavé, el valverdeño de 41 añosdesaparecido en la aldea beasina de Candón, ha detenido la búsqueda ciudadana hasta que no consigan la información que debe aportar la compañía telefónica sobre el recorrido que realizó aquella tarde del domingo 24 de mayo, hace este miércoles 25 días.
Sus allegados han tomado esta decisión para no agotar a los voluntarios que participan diariamente en los rastreos: “No queremos seguir dando palos de ciego, porque va a terminar cansando a los voluntarios, por lo que hemos pensado que, hasta que no tengamos una pista del trayecto que hizo, no vamos a realizar ninguna convocatoria”, ha explicado a Huelva Información el portavoz de la familia, su primo David Mora.
“¿Por qué tarda tanto la compañía en ofrecer los datos del teléfono de Jorge?” es la pregunta que se realizan cada día sus familiares y amigos, que no entienden que la burocracia mande por encima de la vida de una persona. “Cada minuto que se tarde en revelar los pasos que dio mi primo es un minuto perdido”, añade Mora, quien asegura que el plazo que tiene Movistar para dar la información del terminal del desaparecido concluyó el viernes. “Es martes y aún estamos esperando”.
La familia considera que estos datos técnicos son claves para continuar la búsqueda. “Va a posicionar el móvil, nos va a decir dónde recibió las últimas llamadas, los últimos mensajes, una información que nos puede ayudar bastante a dar con su paradero”, considera el portavoz, quien lamenta que hayan pasado 25 días de ausencia sin una comunicación tan vital para la investigación como es la señal de su teléfono móvil.
El operativo de búsqueda, coordinado por los familiares y amigos de Jorge, decidió volver el pasado fin de semana al entorno de Candón para rastrear campo a través algunas zonas que se peinaron en su día con vehículos motorizados por caminos rurales. Se trata del terreno que existe entre la aldea y el municipio de Trigueros, donde posiblemente se encontraba Jorge en el momento en el que habló con su madre.
“Esa zona se exploró en coche el mismo domingo de su desaparición. Luego, nos centramos en la búsqueda en dirección al Río Tinto y por los municipios freseros y nos olvidamos de ese espacio”, afirma Mora. El dispositivo realizó un llamamiento por redes sociales, que fue correspondido con la presencia de decenas de voluntarios, aunque la jornada finalizó como el resto, sin suerte.
Sus allegados no se olvidan de aquellos territorios donde algunos testigos aseguran haberle visto. Entre todos, el más verosímil fue el testimonio de un temporero de un asentamiento de Lucena del Puerto que dio detalles fidedignos de la fisonomía de Jorge. Tanto es así que le describió con el pelo corto sin saber nadie, al margen de su familia, que se peló en los días previos a su desaparición.
Desde aquella revelación, pocos testigos más han contado con la credibilidad necesaria para seguir una posible estela de Jorge. Aún así, los grupos voluntarios han inundado de carteles, editados en varios idiomas, las localidades condales y costeras por donde presumiblemente puede andar el valverdeño. Incluso, su cara también está repartida por otras poblaciones de las provincias de Huelva y Sevilla, donde su familia tiene controlados todos los comedores sociales por si hubiese acudido allí pidiendo ayuda.
Sus allegados han solicitado la colaboración ciudadana para extender el mensaje de su desaparición, dejando claro que quien pueda verlo no se va a encontrar a una persona violenta: “Jorge no sufría ningún trastorno mental grave, como se está comentando. No es ningún loco. Sufría un proceso depresivo fruto del confinamiento. Quien lo vea, se encontrará una persona con la mirada perdida o un poco desorientado, pero nada más”.
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