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Álvaro Romero
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Huelva/Este miércoles comiezan los días de extremo calor según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), con avisos amarillos en gran parte de la provincia y avisos naranjas a partir del jueves, dando por inaugurada la primera ola de calor del verano.
Estas temperaturas se deben a que una gran masa de aire muy cálido y seco llega a España, trayendo máximas de entre 34 y 44º y mínimas de 18º a Huelva, afectando principalmente los días 18 y 19 de julio.
El calor irá llegando progresivamente a la capital, alcanzando los 33º este miércoles y los 36º jueves y viernes, por lo que la ola de calor afectará menos en esta zona, sin llegar a correr peligro por los avisos amarillos. Sin embargo, otros sitios como Gibraleón o Valverde del Camino, no tendrán esa suerte y alcanzarán mayores temperaturas en la franja horaria de las 13:00 y las 20:00, con máximas de entre 38º y 40º. No será hasta el jueves que afecte también a la capital, obteniendo temperaturas extremas en la misma franja horaria, además de pasar a ser aviso naranja en la zona de El Andévalo con máximas de 40º.
Estas temperaturas se mantendrán de esta forma hasta el domingo, cuando se rebajarán algunos grados antes de volver con los días más cálidos.
Los veranos atípicos se han acabado este 2024, siendo una primera quincena de julio más suave en comparación a los años anteriores, que se presentaban temperaturas más cálidas y extremas de lo habitual. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los veranos anteriores sufrían olas de calor más prolongadas y extremas de lo usual debido al cambio climático, afectando también a la frecuencia con la que se presentaban.
Aemet nos informa de que este verano "ha tenido un carácter normal" y muestra una tabla donde se ve la anomalía de los años 2022 y 2023.
La OMS explica de forma general cómo afectan las olas de calor a la salud de las personas y que incluso cuando la intensidad de estas es moderada, afecta a personas vulnerables.
Una vez llegan las temperaturas extremas el organismo de las personas se sobrecarga, lo que genera que se tenga mayor riesgo de sufrir enfermedades e incluso de morir a causa de la exposición al calor. Muchas veces afecta a grupos de personas más notorios, principalmente en la productividad laboral y la pérdida de capacidad para diferente cosas.
Estas olas de calor no solo afectan afectan de forma directa, sino que también pueden dar problemas con interrupciones del suministro de electricidad que pueden afectar a los establecimientos de salud, impidiendo la efectiva atención a los pacientes; además de los medios de transporte y las infraestructuras de abastecimiento de agua.
Por otra parte, una consecuencia del envejecimiento de la población y de la creciente prevalencia de enfermedades no transmisibles, como puede ser la diabetes, la demencia o enfermedades respiratorias y cardiovasculares, la población es más vulnerable respecto a las altas temperaturas que provocan las masas de aire cálidas.
Para evitar toda clase de imprevistos para la salud de las personas, la OMS recalca la importancia de no exponerse al calor, mantener las viviendas lo más frescas posibles y proteger a las personas más vulnerables como son los bebés, los niños y los ancianos.
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