El Granado: viviendo a 45 grados
Medio Ambiente
Quedarse en casa, la piscina municipal, los bares del municipio y las actividades lúdicas, de ocio y culturales programadas por el Ayuntamiento al fresquito, cuando comienza a caer la tarde, principales armas para luchar contra temperaturas de hasta 50 grados pasadas ya las siete de la tarde
Bomba de calor en Huelva: El Granado marca 45,6º, la máxima nacional de 2024
El Granado/Amanece un nuevo día en el pequeño municipio andevaleño onubense de El Granado. Los primeros rayos del sol se asoman tras el coqueto molino de viento que, restaurado hace ya varios años, da la bienvenida a vecinos y visitantes desde lo alto de una loma cercana. Desde allí es posible dejarse acariciar por la leve y aún fresca brisa de la mañana, antes de que, con el paso de las horas, esta pequeña localidad de apenas medio millar de habitantes se convierta, una jornada más, en uno de los puntos más calurosos de toda España.
Se trata de un fenómeno que se repite cada vez con más asiduidad, haciendo que esta remota pero encantadora comarca agrícola, ganadera y hasta no hace mucho tiempo también minera colindante con Portugal, se esté ganando poco a poco la condición de 'nueva sartén de Andalucía'.
Sus casi 500 vecinos asumen estas duras condiciones meteorológicas con una mezcla de normalidad, expectación y orgullo. Y es que el calor extremo, lejos de ser un problema, está sirviendo para poner en el mapa a este pequeño municipio onubense, al que estos calurosos días de la canícula de julio acuden televisiones y periodistas de todo el país.
En lo que llevamos de verano, el día más caluroso en El Granado fue este pasado miércoles, 24 de julio, cuando a las 17:00 horas la Aemet registró una temperatura máxima de 45,6 grados centígrados, la más alta alcanzada en España en lo que va del presente año 2024. El día anterior, martes 23, había registrado la temperatura más alta de Andalucía y la segunda de todo el país.
El miércoles, siempre después de El Granado, otros seis municipios andaluces figuraron entre los diez españoles con las temperaturas más altas: Écija (Sevilla) con 44,9 grados a las 17:50 horas; Montoro (Córdoba), con 44,7 grados a las 17:30 horas; Valverde del Camino (Huelva), con 43,6 grados a las 16:20 horas; Fuente Palmera (Córdoba), con 43,6 grados a las 19:10 horas; La Rambla (Córdoba), con 43,5 grados a las 17:00 horas; y Morón de la Frontera (Sevilla), con 43,5 grados a las 17:10 horas.
Las altísimas temperaturas no sorprendieron para nada a las vecinas y vecinos de El Granado, así como tampoco a los numerosos visitantes que el municipio recibe cada verano, muchos de ellos originarios del mismo que en su día se vieron obligados a emigrar. Aseguran que ya están acostumbrados, que tanto calor "es totalmente normal" y que por ello ya saben lo que tienen que hacer para amortiguar sus efectos, que como afirman muchos "sólo pasa por actuar con un poco de lógica".
Para la alcaldesa de El Granado, Mónica Serrano, el hecho de que sea concretamente su municipio el que se está ganando el sello de uno de los pueblos más calurosos de España, y no cualquier otro de los alrededores donde las temperaturas son muy similares, responde a que la estación con la que cuenta la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para toda la comarca está situada en su término municipal.
Al margen de ello asegura que en El Granado hay "absoluta normalidad" ya que se trata de un fenómeno que "se repite todos los veranos, por lo que ya estamos acostumbrados al calor, y nos hemos adaptado".
Para ello, prosigue, el Ayuntamiento "dispone de recursos para amortiguar estas temperaturas extremas", siendo el principal de ellos la moderna piscina pública municipal y adaptada a todas las edades con la que cuenta el municipio. Dicha infraestructura abre sus puertas de forma ininterrumpida todos los días entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, y cuenta con un quiosco con bebidas frescas y algo para picar "a precios muy asequibles". En definitiva, puntualiza Serrano, "se dan en ella todos los condicionantes para pasar un día agradable y muy refrescante".
Así, Serrano presume de que, sobre todo los fines de semana, "vienen a nuestra piscina familias que proceden hasta de los municipios de la costa; y de que más de la mitad de la población habitual de El Granado está abonada a la misma, registrándose en estos momentos un total de 280 abonos para toda la temporada estival.
El otro gran recurso que el Ayuntamiento ofrece a las vecinas y vecinos de El Granado, concluye Serrano, es la "amplia programación cultural, lúdica y de ocio que ofrecemos durante todo el verano, cuyas actividades se celebran bien al aire libre cuando cae la tarde y comienza a refrescar, bien en cualquiera de los espacios climatizados con los que cuenta el Consistorio. "En ellas -concluye- suele participar prácticamente todo el pueblo".
Huelva Información visitó El Granado el jueves, el día después de que en el municipio se pulverizasen todos los registros. En el bar La Plaza y a la sombra de la elegante espadaña de la Iglesia de Santa Catalina, Carmen Rodríguez (74 años) y Esperanza Rodríguez (60 años) -que por cierto no son hermanas- relatan con detalle los rigores del calor del día anterior mientras se toman un café con tostadas.
La primera, que es pensionista y que ha sido trabajadora del campo, además de emigrante retornada de Alemania, afirma que "la mañana está mejor que ayer", cuando a su juicio llevó el día "muy mal". Pero "¿qué le vamos a hacer?", se pregunta, "es lo que hay". "Me meto en casa todo el día con el aire acondicionado puesto, y si tengo que salir a hacer algo lo hago tempranito". "Lo malo -añade- es que cuanto más calor hace, más nos suben el precio de la electricidad. Pero no tenemos más remedio que encender el aire". Durante el resto del día, concluye, "no se puede salir a la calle, al menos los mayores, ya que los jóvenes tienen la piscina, aunque yo me suelo dar de vez en cuando una duchita de agua fresca".
Su compañera de mesa, Esperanza Rodríguez, es ama de casa y asegura que cuando aprieta el calor "no se puede salir ni al patio", a lo que añade entre bromas que "esto está ya peor que Écija, municipio que conozco bien porque he estado allí muchas veces".
Del calor extremo también se habla en los grupos en redes sociales del municipio y Esperanza nos enseña un mensaje donde, en tono de broma, se pide "un gran aire acondicionado para refrescar todo el pueblo"; y en tono un poco más serio "ayudas para la instalación de aparatos de aire acondicionado en las viviendas por estar en una zona de temperaturas extremas".
Como la primera, afirma que se tiene que "encerrar en casa", pero con la diferencia de que "yo no tengo aire acondicionado porque no me lo puedo permitir, y es horrible, a pesar de que al ser mi casa de las antiguas los muros son muy gruesos". "Ayer, solo por poner un ejemplo, le tuve que dar a mis perros en el patio un manguerazo de agua fresca del pozo porque los pobrecitos míos estaban asfixiados".
A todo ello se une, concluye, que "cuando el calor aprieta la señal de la televisión no llega bien al pueblo, que siempre ha sido una zona de sombra".
Jessica Nieves, que es de Isla Cristina -donde la brisa marinera suele contrarrestar los rigores de la canícula-, empezó a trabajar como cuponera en El Granado precisamente el miércoles.
En declaraciones a este periódico asegura que lo pasó "muy mal" ya que, a los nervios del primer día y al hecho de no conocer aún a nadie en el pueblo, se unió el "tremendo calor". A pesar de ello afirma que actuó con lógica y bebiendo continuamente mucha agua fresca. También se ha mostrado muy agradecida con todas las vecinas y vecinos de El Granado, que le fueron abriendo las puertas de sus casas para que pudiera resguardarse del sol, además de invitarla a beber algo fresco.
El bar la Plaza, que está equipado con un potente aparato de aire acondicionado, es para todos uno de los principales "refugios anticalor" de El Granado. Su propietario, Jesús Maestre, da cobijo en su establecimiento y ofrece agua fresca a todo el que entra, consuma o no.
Consultado por ello afirma que es así gracias a que tiene un buen aire acondicionado, y además cerveza muy fresquita, aunque entre bromas asegura que "lo más importante es lo segundo porque si solo fuera por el climatizador, y no tuviese cerveza, seguro vendría mucha menos gente".
En este sentido incide en que el calor "se nota, y mucho", tanto en el aumento de la clientela como del consumo de bebidas frías, el cual afirma que "se triplica estos días".
No obstante todos coinciden en señalar que "quien peor lo lleva es la gente del campo", sobre todo los ganaderos, "no solo por ellos, sino porque además tienen que proteger su ganado de las temperaturas extremas".
Ya despidiéndonos de los parroquianos, Esperanza Rodríguez nos aborda, móvil en mano, para mostrarnos una fotografía que le ha enviado una amiga. En ella se ve el salpicadero de un vehículo marcando 50 grados centígrados poco después de las siete de la tarde del día anterior. Y es que, puestos a ser el pueblo más caluroso de España…, hasta los registros de la Aemet se quedaron cortos para muchos vecinos.
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