El cubano hallado muerto en Ayamonte abominó de la violencia de género en un artículo

“El hombre que agrede a una mujer, es como hacerlo a su madre” señaló en ‘El Jornal do Algarve’

Escribió que “crecimos con la convicción que como varones teníamos que proteger a las mujeres”

Erasmo Lazcano junto a su pareja en una imagen sacada de sus perfiles sociales. / M. G.
Jordi Landero

10 de junio 2019 - 07:05

Ayamonte/Solo hay que bucear un poco en la hemeroteca del periódico portugués Jornal do Algarve para comprobar la intensa actividad periodística que en Ayamonte venía desarrollando en los últimos años Erasmo Lazcano Gómez, el hombre de 53 años cuyo cadáver fue hallado a primera hora de este sábado junto al de su mujer, Lisbete Lastre (45 años), en una vivienda de Costa Esuri. Ambos cuerpos presentaban evidentes signos de violencia, según fuentes de la investigación, que sin descartar ninguna línea trabajan en estos momentos con la principal hipótesis de que se trate de un caso de violencia machista.

En lo que se refiere a la misma, todavía hay pocas novedades. El Juzgado de Instrucción 3 de Huelva ha decretado el secreto de sumario sobre las actuaciones del caso con el objeto de preservar una investigación de la que se ha hecho cargo la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, siendo la hipótesis principal que se trate de un caso de violencia machista.

A tenor de sus reportajes, entrevistas y artículos de opinión, Lazcano Gómez, de origen cubano pero disidente del régimen castrista, podría ser considerado como un enamorado de la ciudad fronteriza, lo cual avanzó el sábado en declaraciones a Huelva Información el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana del Consistorio ayamontino, José María Mayo al señalar que antes de vivir en el municipio onubense había residido en el Algarve portugués, desde donde “venía asiduamente a Ayamonte porque le gustaba mucho esta localidad, hasta que hace dos o tres años se instaló en Costa Esuri”.

Investigadores de la Guardia Civil en el lugar del hallazgo de los dos cadáveres. / Jordi Landero

Además de periodística, el escritor cubano también desarrollaba en Ayamonte una intensa actividad cultural, de la que da fe un medio digital local cuando el pasado 29 de abril informó sobre el acto de presentación de su libro El Sol del Mundo Moral, Let it be, que tuvo lugar en el centro cultural Casa Grande “ante gran expectación”. Según dicho medio, la publicación es una recopilación de 35 artículos periodísticos publicados en distintos medios escritos de EE.UU, Portugal y Cuba, en la que el autor “pretende mostrar a través de sus trabajos la profundidad y la poderosa visión personal y abarcadora de múltiples acontecimientos que gravitan sobre su existencia como ente social”.

Entre sus artículos, reportajes y entrevistas, el periodista ha tratado durante los últimos una gran diversidad de temas. Desde asuntos históricos locales como el origen de la antigua Casa Cuna de Ayamonte o el edificio que alberga el centro cultural Casa Grande, hasta entrevistas de actualidad como por ejemplo la que le hizo en julio del año pasado al primer edil ayamontino, Alberto Fernández.

Investigadores en el lugar donde aparecieron los dos cuerpos. / Jordi Landero

Pero son sin duda sus artículos de opinión los trabajos que más se repiten en el principal periódico de la región lusa del Algarve. En ellos trata asuntos también muy diversos como la maternidad, la paternidad, las guerras en el mundo, España y la autoestima de los españoles o la Navidad, entro otros muchos. También elogia en uno de ellos al máximo responsable de la Cofradía de Armadores de Punta de Moral, Alonso Abreu, al que haciendo un símil con la conocida novela El Viejo y el Mar del Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway, llega a llamar El Joven y el Mar.

En otros artículos de opinión hace alusiones directas a su mujer, como en uno de noviembre de 2018, donde escribe “este último año he tenido que rejuvenecer por lo menos diez años, quizás mi bella esposa se haya percatado cuán importante es esto para mí, ya a mi edad, y sin que nadie se lo pidiera, ha favorecido el reencuentro con amigos/hermanos”; o en otro de abril de 2018 donde dice “vaya en estas líneas mi homenaje a mi madre, y a todas las madres de mi familia y de mis hijos, a mi hija que me hizo abuelo de mi linda Anabel y a mi esposa, que me consta, es una excelente madre, y el que lo dude que se lo pregunte a mi peque que la adora, y por supuesto, a todas las madres del Mundo”.

Vecinos de la pareja en la urbanización Costa Esuri. / Jordi Landero

Pero hay uno que llama poderosamente la atención después de lo sucedido este sábado. Se llama ¿De qué genero hablamos? y está fechado el 4 de febrero de 2018. En él abomina de la violencia hacia las mujeres con frases como “Con apenas uso de razón recuerdo a mi madre hablándome que a las niñas no se les levantaba las manos”, para proseguir diciendo que “ya más grandecito me reafirmaba que un varón nunca puede agredir físicamente a una hembra, porque es un abuso y dejaría mucho que desear como varón”.

También dice que a los doce años su madre le enseñaba “que a las chicas se les regalan flores, poemas y palabras bellas pero que nunca se maltrataban, que si un día me hicieran algo fuera la indiferencia la forma de responderle ya que esa dolía más que el castigo corporal”.

“Crecimos con la convicción que como varones teníamos que proteger a las mujeres, niños y familias de todo lo que pudiera atentar contra ellos” afirma en otra frase de su artículo, donde incide en que “así crecimos, y los que lo hicimos en esas convicciones, nos enorgullecemos hoy de nunca haberles levantado la mano a una mujer”, para proseguir escribiendo: “Papa me repetía hasta el cansancio, que el hombre que agrede a una mujer es como hacerlo a su madre, pues todas las mujeres en potencia son o serán madres. Eso suena y resuena en mis oídos cada vez que veo o escucho los casos que se presentan de violencia de género”.

También afirmaba ser del criterio de que ese fenómeno “no se resuelve solo con aumentar las medidas represivas con los que ya cometieron el hecho, pues esto son los resultados de lo que vengo diciendo en mis artículos con frecuencia”, para concluir insistiendo en que “somos iguales pero diferentes y eso debemos enseñárselo a nuestros hijos desde pequeños tanto en la casa como en la escuela, creo que así la vida sería más linda y con más sazones. Recuerden eso de que los polos opuestos se atraen. De lo contrario, ¿de qué violencia de género estaremos hablando? si se está apostando por uno solo, por lo que habría que decir que existe violencia dentro del género. ¿No les parece?”.

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