La Hermandad de Trigueros realiza su peregrinación extraordinaria al Santuario del Rocío

El pueblo de Trigueros, de hondas raíces rocieras, ha vivido un intenso fin de semana con su peregrinación anual extraordinaria que cada año en febrero congrega a los hermanos de la filial triguereña en la aldea almonteña. La Hermandad del Rocío de Trigueros, que la pasada semana cumplía su nonagésimo séptimo aniversario fundacional, acudió con su Simpecado al Santuario del Rocío, una cita con la que renueva la devoción a la Reina de las Marismas de un pueblo que respira Rocío todos los días del año.

Desde la jornada del sábado los hermanos de Trigueros participaron de los distintos actos programados, primero con la convivencia de hermanos y rocieros en los lugares emblemáticos del camino rociero y ya a última hora de la tarde, con la participación de la Hermandad en el rezo del Santo Rosario junto a las otras filiales que peregrinaron en este fin de semana y que tuvo lugar alrededor del Santuario.

Centenares de rocieros se desplazaron hasta la aldea almonteña en la mañana del domingo para la celebración de la Eucaristía a las plantas de la Blanca Paloma. Una celebración eucarística llena de emoción y sentimientos rocieros presidida por el párroco de la localidad y director espiritual de la Hermandad, Rafael Benítez, y en la que el Coro de la Hermandad de Emigrantes fue el encargado de la intervención musical.

Desde que la Hermandad del Rocío de Trigueros hizo su salida desde la Casa de Hermandad en la Plaza de Doñana se sucedieron momentos de intensa emoción junto al Simpecado. La Asociación Músico Cultural Tamborileros de Trigueros abrió un cortejo compuesto por hermandades rocieras y de la localidad triguereña, la Junta de Gobierno con su presidente, Rafael Abad, a la cabeza, así como por el hermano mayor de la filial, Domingo Fernández Cruzado. El alcalde de Trigueros, Vidal Blanco; la delegada Territorial de Cultura, Turismo y Deportes, Teresa Herrera, y otras autoridades locales también quisieron acompañar a los rocieros de Trigueros en una jornada que quedará para el recuerdo.

Tras la finalización de la Eucaristía, la Casa de Hermandad fue el punto de encuentro de los triguereños, donde se vivieron momentos de alegría compartida y convivencia fraterna. Entre cantes y bailes, los asistentes disfrutaron de un ambiente cálido, reforzando los lazos de hermandad y devoción a la Virgen del Rocío.