La historia de los servicios técnicos del Ayuntamiento de Punta Umbría
Gente de Aquí y Allá
Una semblanza de las "brillantes" personas que luchan o han luchado por el bienestar urbanístico, paisajístico e histórico de este pueblo costero onubense
Punta Umbría/Sabido es que Punta Umbría tiene ayuntamiento desde el 26 de abril del año 1963. Antes dependía del Consistorio de Cartaya. Por tanto, cronológicamente, el primer arquitecto municipal fue el célebre Juan Miguel Rodríguez Cordero, que aquí nos dejó algunas obras singulares como el edificio del ayuntamiento viejo o el cementerio, entre otras. Y con él vino el aparejador, el no menos célebre José María González Azcona, de quien tanto aprendí y, como Punta Umbría empezaba a desarrollarse, al dejar su puesto el arquitecto municipal, ocupó el suyo Carlos Hermoso Sánchez, con quien casi nunca coincidía porque él venia por las tardes y yo por las mañanas, eso sí, ocupábamos la misma mesa y nos dejábamos notas.
Enseguida entraron mis compañeros, los ingenieros técnicos Manuel Leal Muñoz, Bartolomé Albarracín, María Dolores Jiménez Bravo y, posteriormente, pasó a formar parte quien esto les escribe. Durante algún tiempo fuimos nosotros los que conformamos el equipo, a los que todo el pueblo llamaba “los peritos”, hasta que al marcharse Carlos, durante muy poco tiempo, el puesto lo ocupó Iñigo Sáenz de Pipaóns Mengs y, a continuación, el gran Alfonso Aramburu Terrades, que estuvo durante un año aproximadamente y que no quiso cobrar, solo lo hizo por ayudar a Punta Umbría. Ese mismo tiempo también estuvo el notable arquitecto José Ramón Moreno García, que después pasó a ser el director general de Vivienda de la Junta de Andalucía, hasta que llegó José Garduño Vallecillo, pero él ya fue para quedarse siempre, hasta su jubilación, y durante todo ese tiempo fue el jefe de servicio y durante ese tiempo que trabajamos juntos hicimos una gran y duradera amistad habiendo sido una gran suerte trabajar juntos.
A todo esto, Manuel Leal y María Dolores Jiménez se fueron a la Empresa Municipal de Aguas “Giahsa”, donde también llegaron a su jubilación y entraron Rafael Caballero Alonso, sublime aparejador; y Juan Antonio Luna Gutiérrez, queridísimo amigo con quien me llevé muchos años trabajando codo con codo, dicho literalmente. Ya unos años antes se había marchado Bartolomé Albarracín y, por tanto, solo nos quedamos mis compañeros y amigos Pepe Garduño, Rafa Caballero, Juan Luna y yo. Después, cuando Rafael pidió excedencia, llegaron dos extraordinarios aparejadores, José Antonio Gómez Jiménez y Enrique González. A todo esto, no puedo dejar sin nombrar a los buenos delineantes que nos han acompañado siempre: Tomás Cordero, José Francisco Campos, José Luis Maña y Antonio Arenas, así como a las estupendas compañeras que durante muchos años han estado con nosotros: Paquita Romero, María del Carmen Iglesias, Ana Gil Mazo, Lola Carmona y Toñi Fortes, que han estado tanto tiempo a mi lado que son como si fueran mis hermanas, además de la encantadora Eva Borrego, que llegó por último hace solo unos años. Ha habido algunas compañeras más, pero que han sido eventuales y han estado poco tiempo. Y a todos ellos hay que unir el nombre de Obdulio Romero, que sigue siendo un magnífico administrativo, yo diría que el auténtico motor de nuestros servicios ayudado por la reciente incorporación de María del Mara Salmerón y en recepción, de Sebastián, Florencio y Felipe, siempre tan serviciales y también el actual vigilante de obras, Manuel de Gomar que hace un servicio encomiable.
Por último vinieron dos notables arquitectos nacidos aquí en Punta Umbría y a los que quiero mucho: José Antonio Gómez Tinoco, que además es un gran pintor y a mí me encanta su pintura cada vez que la veo expuesta; y Alberto Toscano, que en la actualidad es el jefe de los Servicios Técnicos, ambos de gran valía. Ahora, como los tiempos van cambiando, otros servicios se han ido acoplando, como son los de Medio Ambiente y también Actividades, todos ellos repletos de funcionarios ejemplares como Jonathan, Roció Rasco, Luis González Sarrión y Diana Castiñeira. Además, asesorados en todo momento por dos extraordinarias abogadas: Carmen Campos y Luchy Cazorla.
En definitiva, que ya que estoy haciendo una breve semblanza de tanta gente buena se me ha ocurrido nombrar a este equipo de brillantes personas que luchan o han luchado por el bienestar urbanístico, paisajístico e histórico de este pueblo sinigual.
Yo tengo que decir, como funcionario de más edad en estos servicios, que he estado 45 años en activo y hasta los 70, que fue cuando me jubilé, que en todo momento me he sentido muy feliz y muy bien arropado por mis compañeros, que en ningún caso hubo malos momentos, ni como se dice ahora, “malos rollos”, porque sin duda he tenido siempre los mejores compañeros y amigos que se pueden tener. Gran suerte la mía y estoy seguro de que esto continuará siempre así.
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