La imagen de la Dolorosa recorre el pueblo en su 50 aniversario

Durante la procesión, que duró hasta la madrugada dominical, los costaleros descubrieron un mosaico conmemorativo

Dos imágenes tomadas de madrugada durante la procesión del paso de la Virgen de los Dolores.
Dos imágenes tomadas de madrugada durante la procesión del paso de la Virgen de los Dolores.
José Miguel Jiménez / Zalamea

20 de septiembre 2010 - 05:01

La Hermandad de Penitencia de Zalamea la Real celebró el 50 aniversarios de su imagen titular con la salida extraordinaria de María Santísima de los Dolores por las principales calles en un recorrido de casi tres horas de duración.

La cruz de guía de la Real Hermandad de Penitencia salió al porche de la parroquia, seguida de un cortejo de zalameñas ataviadas con mantilla, hermandades locales y cofradías de penitencia de la comarca. Pasaban las 21:30 de la noche del sábado al domingo y con un ambiente igual o superior al de cualquier Jueves Santo, el gentío aguardó impaciente la salida del palio, con una Dolorosa que procesionaba sin los atributos de pasión y con algún regalo recibido durante estas jornadas.

Una agradable noche, favoreció que la candelería conformada por cera rizada, regalo de los costaleros, luciera durante todo el recorrido. Una vez en la calle, se estrenó la marcha Aniversario de Dolores, con la que se inició la primera chicotá bordeando el templo de la Asunción, con Encarnación Coronada, interpretada por la Banda Justo Ruiz y coreada por muchos asistentes. El palio, enfiló la calle Olmos para recorrer parte del casco histórico.

El itinerario y la decoración de las vías, ofreció imágenes inéditas que pasaran a la historia, al igual que momentos como el vivido al llegar a la Fuente del Jardín, un enclave mágico del Jueves Santo zalameño, que recibió a la Virgen con los acordes del Rosario de la Madrugada, que cada sábado de octubre, recorre las calles zalameñas por la madrugada.

La marcha La Saeta sirvió para que , entre una lluvia de pétalos, el palio tomara la calle Tejada donde realizó una parada en la casa de los familiares del imaginero de cuyas manos salió la Dolorosa hace cincuenta años.

Las calles Puerta Real y Barriada del Rocío, dieron la bienvenida al Barrio Alto de Zalamea, que tuvo su momento culminante a la llegada de la procesión a la Ermita de la Divina Pastora. En el coqueto templo del barrio, cuyos exteriores fueron profusamente decorados para la ocasión, una pieza musical con aires romeros dio la bienvenida a Nuestra Señora de los Dolores. Una composición alusiva al momento histórico del cincuentenario y al encuentro de ambas imágenes marianas, arrancó el aplauso de los presentes. La calle San Juan despidió del Barrio Alto al cortejo, que a través de la angosta calle Fontanilla, llegó a La Plaza, donde, en la puerta del Ayuntamiento, se oró y rogó por Zalamea y sus habitantes.

El momento culminante de la noche iba a llegar alrededor de las 03:00 de la madrugada del domingo, cuando a mitad de la Avenida de Andalucía los hermanos costaleros descubrieron un mosaico conmemorativo, sufragado por la cuadrilla y otros vecinos, y un representante de los costaleros agradeció a todos los zalameños la colaboración que prestan en cada evento o actividad que organizan. La obra de la ceramista zalameña Gema Tenorio, presidirá desde ahora este céntrico espacio de la localidad.

El último tramo de la procesión, ya en plena madrugada, transitó por la antigua Calleja de la Cárcel y por la calle Hospital, la particular vía de la Amargura del Jueves Santo, que devolvió a la Dolorosa a la Iglesia de la Asunción, donde entró pasadas las 03:30, al son de Encarnación Coronada.

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