El incendio de Riotinto, 20 años de uno de los capítulos más negros de Huelva

Cuenca Minera/El 27 de julio de 2004 comenzaba uno de los fuegos de mayor magnitud registrados en España. Más de 27.800 hectáreas de 13 municipios de las provincias de Huelva y Sevilla acabaron calcinadas, 1.100 personas fueron desalojadas y dos personas perdieron la vida en el incendio de Minas de Riotinto.

A las 15:30 comenzaba a arder Riotinto, uno de los cuatro focos que tardó una semana en ser extinguido dejando a su paso una desolación y un caos del que hoy aún tratan de recuperarse la propia naturaleza y algunos de los pueblos más afectados como Berrocal o El Madroño, considerados como la "zona cero" del incendio. Ahora, veinte años más tarde, uno de los capítulos negros de Huelva que permanece en la memoria de los onubenses continúa impune.

Para los municipios afectados este incendio supuso un varapalo, ya que perdieron en el fuego el 80% de superficie forestal en el caso de Berrocal y un 70% en El Madroño. Ante los ojos de los vecinos de los pueblos de toda Huelva se venía abajo un medio de vida para estos municipios que basaban su economía en la recolección del corcho y la ganadería.

Juan Romero, portavoz de la Plataforma Fuegos Nunca Más, que fue creada tras esta catástrofe, recuerda que este incendio fue el de más superficie quemada en España en las dos primeras décadas del siglo XXI, tan solo superado en 2022 por el fuego de Tábara, en Zamora.

Una recuperación todavía en marcha

Diez años más tarde del incendio, en 2014, las administraciones daban por finalizada la ejecución de un plan de restauración que contaba con una inversión superior a 77 millones de euros. Actualmente la recuperación está aún en marcha.

Romero asegura que "el matorral sí se ha recuperado, no así los árboles longevos, que tardan muchísimo tiempo en crecer; mientras que el resto de arbolado está respondiendo a la regeneración pero con otros problemas añadidos". Recuerda que se creó una oficina técnica de coordinación y se firmaron 384 convenios con propietarios privados, a los que se acogieron unas 1.608 parcelas con una superficie aproximada de 14.525 hectáreas que fueron restauradas.

Municipios como Berrocal, señala, continúan sufriendo una pérdida acusada de población que llena de incertidumbre su futuro. Una consecuencia, entre otras cuestiones, provocada por el descenso de la actividad económica sobre todo de la producción de corcho, uno de los principales medios de vida de la zona. El representante de Fuegos Nunca Más señala que hubo medidas que finalmente no se llevaron a cabo: "se prometieron unas permutas para descongestionar la presión que tenían los monocultivos de eucalipto, pero no se hizo nada. Es más, se volvieron a sembrar en algunas zonas".

Juan Romero cree que, 20 años después del incendio, esa zona tiene todavía retos pendientes como "la restauración y recuperación de la totalidad de sus paisajes, apostar por los recursos forestales autóctonos; invertir e investigar y remediar los problemas y las enfermedades y plagas que tienen los bosques e impulsar nuevas políticas forestales".

Una catástrofe sin responsable

Durante años se señaló como culpable a Emilio Perdigón, que fue juzgado y estuvo en prisión hasta el 27 de enero de 2010, cuando fue absuelto por la Audiencia Provincial de Huelva por falta de pruebas: "Llevo más de cinco años esperando esta noticia. Al fin ha llegado y se demuestra lo que yo siempre he mantenido, que me han utilizado de cabeza de turco", dijo al conocer su absolución.

De esto han pasado 14 años y, a día de hoy, todavía se desconocen las causas, no se sabe "absolutamente nada. Vamos a pasar página, continuará siendo un incendio impune, como muchos otros que posteriormente se han registrado en la comarca", apunta Romero. Para los vecinos de la comarca de la Cuenta Minera reina "una sensación de impunidad absoluta, quemar el monte sale gratis", precisa el ecologista, quien recuerda que en "el 96 % de los incendios está la mano del hombre detrás y todos son evitables".

Recordar para no olvidar

El Ayuntamiento de Berrocal ha querido recordar esta onomástica y ha previsto este sábado un acto conmemorativo para, después de 20 años, destacar las acciones de determinados colectivos e instituciones, así como "incidir en la defensa de los bosques ante la amenaza cada vez más acuciante de los incendios forestales", ha apuntado el alcalde, Ángel Romero.

"Es vital para el pueblo que las futuras generaciones no olviden y tengan siempre presente lo que significó y significa para Berrocal la tarde del 27 de julio de 2004 y todo lo que aconteció después", ha sentenciado.