José Miguel de la Corte Carrasco: Ingeniero, onubense y recreativista, socio Nº 1

Gente de Aquí y Allá

Ex presidente del Recreativo de Huelva y miembro de la junta de gobierno de la Hermandad de la Buena Muerte, es un hombre muy ligado a la ciudad

José Miguel de la Corte durante una rueda de prensa con el Recreativo de Huelva. / Miguel Ángel Caballero Infantes

Cuando yo cursaba mi carrera de Ingeniería tenía tres asignaturas de Matemáticas, una era Álgebra, otra Cálculo y otra Matemáticas Aplicadas. Se me daban muy bien todas menos una parte dedicada al cálculo integral y mi madre, que era muy amiga de la madre de José Miguel, Lola Carrasco, se lo comentó a ella, cosas de madres; y ella se lo dijo a su hijo, que estaba estudiando Ingeniería Industrial y se brindó, altruistamente, a darme clases de “integrales”. Al final no me las dio por alguna circunstancia que no recuerdo, pero fue un detalle que jamás se me olvidó. Cuento esto para poner en valor la grandeza de él como persona y para que quien no lo conozca sepa de quién estoy escribiendo.

Él lee casi todos los artículos que escribo y me dice que por favor con él no demuestre tanto afecto y simpatía como con los demás. Pero yo siempre digo lo mismo, que nunca escribo de alguien que no se lo merezca. Por tanto, mi cariño me sale del corazón.

José Miguel nació en Huelva en 1948, por lo cual es un poco mayor que yo. Es el único hijo del matrimonio formado por Antonio de la Corte, que era ayudante de Obras Públicas; y Lola Carrasco, que era ama de casa. De pequeño fue a estudiar al Colegio de los Hermanos Maristas, que estaba junto al Colegio Francés, que es donde estaba yo. Por tanto, no nos conocíamos del colegio, pero en Huelva nos conocíamos todos y, además, sus padres y los míos eran muy amigos.

Cuando terminó el bachiller se fue a Sevilla y se matriculó en la Escuela de Ingenieros Industriales, que es la profesión a la que se ha dedicado toda la vida, y aún sigue con mucho orgullo en su estudio en el centro de Huelva, junto a su compañero, el triguereño Fernando Cuadri, que además de ganadero de reses bravas de renombre es también ingeniero industrial. Precisamente, hace muy poco Fernando cumplió 50 años de vida profesional y José Miguel, que durante 8 años ha sido presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales, hasta noviembre de 2023, le impuso la medalla de honor. Ambos son grandes amigos, además de compañeros.

José Miguel se casó con otra onubense, Rosario Pásaro, de una familia muy conocida de Huelva, propietaria de una cadena muy buena de zapaterías. Han tenido tres hijos, un chico, que también es ingeniero como su padre; y dos hijas, que trabajan en la banca. Hay que decir que todos ellos son muy recreativistas y no se pierden ni un partido e incluso acompañan al equipo en muchas salidas. No en balde José Miguel es en la actualidad el socio número uno del club y, además, fue presidente del club de fútbol más antiguo de España desde el año 2010, hasta la llegada de Pablo Comas, de triste recuerdo. Su padre, don Antonio de la Corte, también fue presidente del Recre entre los años 1943 y 1946, cuando el club tuvo que llamarse Onuba F.C. por circunstancias que no vienen al caso, pero al dejar la presidencia, ya el club había recuperado su histórico nombre. En definitiva, que es lo que se dice una familia recreativista de “toda la vida”.

Naturalmente, al escribir esta semblanza del bueno de José Miguel, hay que decir que es muy religioso y forma parte, también por tradición, de la Ilustre y Agustiniana Hermandad del Cristo de la Buena Muerte, siendo miembro de su junta de gobierno. Y digo por tradición porque su padre fue hermano mayor de esta cofradía y su madre camarista de la Virgen de Consolación. Además, en la actualidad, su yerno Carlos Galindo Fuentes es el hermano mayor.

La vida profesional de José Miguel siempre ha sido el ejercicio libre de la profesión y yo he tenido el placer de colaborar con él y con Fernando Cuadri en algunos proyectos de ingeniería, confeccionando para ellos los levantamientos topográficos previos a sus trabajos. Además, es propietario de Onubense de Baterías Tudor y, durante unos años, fue profesor asociado de la Universidad de Huelva, además de promotor y constructor de naves industriales por toda la provincia de Huelva.

A pesar de su trabajo intenso, siempre ha tenido tiempo para sus aficiones. Ha jugado siempre al tenis e incluso ha participado en campeonatos en Huelva, Sevilla, Jerez y otras ciudades., también es un gran aficionado al mundo del caballo y monta muy bien sin olvidar su afición a la náutica y a su colegio oficial le dedica mucho tiempo y organiza desde hace muchos años, todos los últimos viernes de cada mes, una conferencia en la bonita sede que tienen con temas que tratan siempre de Huelva y a las que asisten muchos colegiados que no son de nuestra ciudad y que él quiere que conozcan la tierra donde trabajan. A mí me convocó en una ocasión para que les hablara de Punta Umbría, a la que él quiere con locura porque veranea aquí y pasa grandes temporadas desde pequeño. Ahora tiene prevista una charla muy interesante a cargo de Eduardo Sugrañes sobre las plazas de toros en la historia de nuestra capital, conferencia que promete ser interesantísima y que, si puedo, no me la perderé, porque yo solo sé de la existencia de tres cosos taurinos y, al parecer, han existido siete.

José Miguel es un gran trabajador, pero no deja atrás en ningún momento su vida familiar. Todos los días va a recoger a sus nietos al colegio y se los lleva a su casa a comer. Por lo tanto, tiene una vida muy completa y, sobre todo, llena de felicidad, algo de lo que yo, como amigo al que aprecio, me siento también muy feliz.

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