Juan Manuel Moreno Orta, juanramoniano y moguereño de pro

Gente de Aquí y Allá

El historiador onubense es uno de los máximos conocedores de la vida del Nobel moguereño

Trabaja en la delegación de Patrimonio del Obispado de Huelva, además de ser profesor en el Aula de la Experiencia de la UHU

La Fundación Zenobia-JRJ aumenta su patrimonio con tres pinturas realizadas por Juan Ramón Jiménez

Juan Manuel Orta. / M. G.

El otro día mi esposa y yo fuimos otra vez a visitar el Convento de Santa Clara de Moguer. Yo, particularmente, lo conozco bien, incluso hice los planos de todo él, porque allí se proyectaba construir, en sus jardines, un hotel. Pero esta vez nos sirvió de guía un señor atentísimo y muy culto que nos contó cosas que jamás nos habían contado. Y es que resultó que nos estaba atendiendo el conservador del convento, que era, precisamente, Juan Manuel, al que todo el mundo conoce en el pueblo como Juanma Orta; y del que quiero contar algo, porque me pareció que es una persona tan importante que debe conocerse, no solo en Moguer, sino en toda la provincia.

Él, como todos los niños de su época, nació en el Hospital de Huelva en el año 1973, pero a los dos días lo trajeron al pueblo del poeta universal, Juan Ramón Jiménez, al que le va a dedicar gran parte de sus estudios.

Su padre, Juan Manuel Moreno, trabajaba en la Refinería de Petróleos de Palos de la Frontera; y su madre, Rosa Orta, se dedicaba a su casa y a sus dos hijos, Juanma y su hermana más pequeña. Lo llevaron al colegio Pedro Alonso Niño, donde daba clases mi buen amigo Manolo Burgos, que años más tarde fue buen alcalde de Moguer.

Luego pasó al instituto Juan Ramón Jiménez, donde hizo el bachiller y ya, desde esa época, Juanma soñaba con estudiar Historia y hacerse el gran historiador que es hoy, tras pasar por la Universidad de Huelva primero, y luego por la Universidad Internacional de Andalucía, donde estudió Archivística y Documentación.

Y aunque nunca deja de estudiar, también empezó a trabajar y lo contrató la Junta de Andalucía para hacer un trabajo precioso y que hace totalmente enamorado de lo que le encargan, investigar a cada uno de los personajes que aparecen en el libro “Platero y yo”. Así llega a saber quiénes eran esas personas y conoce a sus parientes y descendientes. Darbón, el médico de Platero, como decía el autor, que realmente fue el veterinario titular del pueblo; o los niños del enterrador y Ciriaca Marmolejo. Todos ellos existieron de verdad, lo que quiere decir que, aunque Juan Ramón tuvo mucha fantasía, también tenía los pies en el suelo y reflejaba en sus libros a personajes reales.

Con el paso del tiempo Juanma Orta se ha hecho, yo creo, el máximo conocedor de Juan Ramón. Escribió un libro precioso llamado “Moguer y Juan Ramón Jiménez”, donde, de la mano del poeta, recorre su Moguer de su alma. Debido a sus muchos conocimientos trabaja varios años en la Fundación Juan Ramón Jiménez con el director y buen amigo Antonio Ramírez Almanza. Posteriormente lo contrata el ayuntamiento y pone en marcha en la ciudad el precioso museo de la casa natal del poeta de la calle Ribera, que es otro valor más. Casa que conozco bien desde los tiempos en los que era la casa cuartel de la Guardia Civil, porque allí vivía un amigo mío de la infancia.

Juanma ha impartido muchas conferencias, no solo sobre Juan Ramón, sino sobre otros poetas del pueblo como Curro Garfias, que fue Premio Nacional de Literatura, Xandro Valerio, el gran olvidado y, sin embargo, muy reconocido por haberle escrito las letras de canciones a muchos cupletistas españoles como por ejemplo la conocidísima “A tu vera, siempre a la verita tuya”. Juanma también escribió un libro dedicado a la moguereña Eulalia Ruiz de Clavijo, primera mujer procuradora de los tribunales de España, a la que también me une a ella un parentesco por parte de mi madre, igualmente moguereña.

También ha ofrecido conferencias y escrito de las Hermandades y Cofradías de Semana Santa, ya que la Semana de Pasión en Moguer se vive muy intensamente y tiene mucho valor por sus imágenes. Él la conoce muy bien, perteneciendo a las hermandades de la Borriquita, la Vera Cruz y el Cristo de Los Remedios. Además, como la gran mayoría de los moguereños, desde pequeño pertenece a la Hermandad de la Virgen de Montemayor, Patrona de Moguer y de la que su padre fue hermano mayor y padrino en su Coronación.

Juan Manuel Moreno Orta se considera bibliófilo empedernido. Lo lee todo y sabe de todo, al menos de lo relacionado con su bonito pueblo. Por eso, cuentan con él siempre. Por ejemplo, para la restauración de la Parroquia de Nuestra Señora de la Granada, los arquitectos contaron con sus indicaciones históricas y artísticas. En la actualidad trabaja en la delegación de Patrimonio del Obispado de Huelva, es profesor del Seminario y del Aula de la Experiencia de la Universidad Onubense y ha participado en muchos congresos nacionales e internacionales.

También está pendiente de todas las subastas donde hay cosas que puedan interesar para aumentar el patrimonio de Moguer y sigue investigando sin parar sobre moguereños como el Obispo Infante Felipe Godínez o Fray Antonio de Olivares, fundador de la ciudad de San Antonio de Texas.

Yo a Juanma lo conocía solo por su nombre, porque hemos sido compañeros escribiendo en la revista literaria “Montemayor” durante muchos veranos, pero no tenía el gusto de conocerlo personalmente hasta el otro día, en nuestra visita al convento de las clarisas, donde me llevé una gratísima impresión por sus conocimientos y por lo muchísimo que aprendí con él, yo que creía saberlo todo. A partir de ahora lo considero un amigo, como si lo conociera de toda la vida. Me gusta tener amigos como él, que son cultos, que enseñan y, sobre todo, que son muy buenas personas. Mis amigos paisanos de él lo quieren mucho por sus cualidades y, por tanto, yo también.

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