El lince ibérico deja de estar en peligro de extinción y pasa a ser especie "vulnerable"
Medio Ambiente
Los esfuerzos de conservación contribuyen a la mejora del estatus de este ejemplar, contabilizándose un total de 130 en Doñana según el último informe del Miteco
El riesgo de extinción no desaparece, por lo que continuará la supervisión para la mejora de su supervivencia y de su capacidad reproductiva
El lince ibérico se hibridó en un pasado reciente con el lince euroasiático
El lince ibérico deja de estar considerado animal en peligro de extinción y mejora su estatus al de especie "vulnerable" en la Lista Roja que elabora la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Una catalogación que obedece al esfuerzo que se ha hecho en la provincia de Huelva y, por ende, en el resto del país, para su conservación.
La organización internacional actualizará su lista el próximo 27 de junio, pero ya ha adelantado este jueves que una de las grandes novedades en ella será la mejora en el estatus de este mamífero endémico de la Península Ibérica, que ha llegado a ser en décadas anteriores la especie de felino más amenazada del planeta. El motivo de ello obedece a que el número de linces ibéricos adultos se ha multiplicado por diez en lo que va de siglo, tal y como detalla el UCIN en un comunicado, en el que expresa que "los esfuerzos de conservación han logrado recuperar a esta especie tras estar cerca de su extinción, con un incremento de su población exponencial desde 62 ejemplares adultos en 2001 a 648 en 2022".
La población total del lince ibérico (lynx pardinus), sumando ejemplares jóvenes y maduros, se estima en más de 2.000, de acuerdo al último informe de 2023 elaborado por el grupo de trabajo que coordina el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). De los 2.021 ejemplares de lince, 1.730 se localizan en España y, de ellos, 130 se encuentran en Doñana, el segundo núcleo poblacional en el país por detrás de Sierra Morena (545). Los 291 linces restantes están, según el referido censo, en Portugal.
En Portugal, que desde 2007 trabaja en su recuperación, el lince habitó históricamente en el Algarve y en la actualidad, con 291 individuos censados en 2023, las autoridades lusas hablan ya de haber "salvado a este felino de la extinción".
Considerado animal endémico de la Península Ibérica (España y Portugal), el lince ibérico está protegido en España desde 1966 y declarado en la categoría "en peligro de extinción" desde 1990. Tiene un peso de entre 8 y 12 kilos, y aunque parecido a un gato por sus rasgos, su pelaje leonado con manchas y sus orejas, terminadas en pinceles negros, lo convierten en un mamífero exclusivo y el mejor representante de la biodiversidad ibérica.
Para su reproducción y supervivencia son determinantes unas condiciones básicas en su entorno, de monte y matorral mediterráneo, y su alimentación, basada sobre todo en el conejo de monte. Aun así, la vulnerabilidad del lince está estrechamente vinculada a la acción del hombre. Los incendios, la caza, los atropellos en la carretera y la paulatina disminución de las poblaciones de conejo, debido a enfermedades como la mixomatosis y la neumonía hemorrágica, han contribuido a su extinción de esta especie.
Respecto a la Lista Roja de UICN, creada en 1964, cabe destacar que clasifica a las especies en tres niveles ("bajo riesgo", "amenazado" y "extinto"), con varios subniveles en cada uno de estos grupos. Dentro de la clasificación de especies amenazadas hay tres subniveles, que de menor a mayor gravedad son "vulnerable" (el que ahora tendrá el lince ibérico), "en peligro" y "en peligro crítico".
Una especie vulnerable corre menor riesgo de extinción que una en peligro, pero éste sigue presente por problemas como la pérdida de hábitat, por lo que UICN recomienda que sus animales sigan siendo supervisados hasta que mejore su capacidad reproductiva y su capacidad de supervivencia.
En este sentido, la UICN advierte que la población del lince ibérico, oriunda de zonas de monte mediterráneo pero también en la zona del Parque de Doñana, al nivel del mar, aún está amenazada por factores como la alteración de su hábitat a consecuencia del cambio climático, los atropellos, o la caza furtiva.
La organización también advierte de las enfermedades que a este animal le pueden transmitir los gatos domésticos, o las fluctuaciones que otras epidemias pueden causar en la población de conejos, su alimento básico.
La Lista Roja de la UICN incluye 44.000 especies animales y vegetales, un 28 % del total, y en el caso de los mamíferos más de la cuarta parte de ellos corren mayor o menor peligro de extinción. Entre los mamíferos declarados en mayor peligro de extinción se encuentran el camello salvaje (camelus ferus), el visón europeo (mustela lutreola), el gorila tanto en su subespecie oriental como occidental (gorilla beringei y gorilla gorilla), el rinoceronte de Java (rhinoceros sondaicus), o el orangután de Sumatra (pongo abelil).
La noticia provocó reacciones positivas entre los grupos ecologistas. Ecologistas en Acción la calificó de "buena", pero quiso recordar que "hay que garantizar su futuro". En este sentido, el portavoz de Ecologistas en el Consejo de Participación de Doñana, Juan Romero, recalcó su "alegría" y explicó que, "sobre todo, porque se han hecho muchos esfuerzos y se han obtenido buenos resultados; hay que recordar que hace unas décadas las poblaciones de lince ibérico en la Península estaban en menos de 100 individuos y hoy podemos estar hablando de 2.000 aproximadamente".
Por su parte, el portavoz de la Oficina Técnica de WWF en Doñana, Juanjo Carmona, suscribió las palabras de Romero, al tiempo que añadió que esto lleva a "ver lejos ese fantasma de la extinción que fue real a principios de este siglo", si bien considera que "hay que seguir trabajando ya que necesitamos aumentar el número de ejemplares en el medio natural hasta aproximadamente unos 3.000, con un mínimo de 750 hembras reproductoras para poder asegurar con mayor certeza la viabilidad de la especie en el medio natural".
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