Las lluvias de la DANA devuelven la vida a la laguna de El Portil: así luce este bello entorno natural en Huelva
Después de un largo período de secano, regresa a la vida uno de los humedales más representativos de la provincia de Huelva
La Laguna de El Portil vuelve a secarse en la recta final del verano
Hay pocos parajes naturales tan especiales y con tanta historia como la Laguna de El Portil. Los que viven en el término costero onubense y aquellos que acostumbran a visitarlo cada verano, han visto cómo a lo largo de los años se ha pasado de dar de comer a los patos junto al agua, a observar la emblemática laguna desde la altura de un mirador. Los visitantes han pasado de mojarse los pies a contemplar una estampa de secano donde las aves acuáticas y el verdor brillaban por su ausencia en los últimos tiempos.
Algo que ha cambiado drásticamente tras las últimas lluvias de la DANA. Ahora, este bello entorno vuelve a regalar una estampa repleta de agua, donde brota la vida y que hace soñar con lo que fue, cuando niños y mayores jugaban a pasar la tarde alimentando a los animales en la orilla.
Después de un final de verano más seco de lo normal, con el fin de octubre, la situación logró cambiar por completo el icónico espacio. La última vez que se observaba la Laguna del Portil rebosante de agua fue en octubre del 2023, cuando la borrasca Bernard arrasaba en la provincia al completo pero regalaba una imagen que llevaba décadas sin reproducirse, con la laguna en su máxima plenitud.
Conocedores del tema, la Junta de Andalucía licitaba las obras de ejecución del proyecto de restauración en junio de este mismo año con la puesta en marcha de actuaciones concretas, con objeto de devolver la laguna a la vida. Según recogía la memoria, las actuaciones del proyecto para tratar de remediar las afecciones del humedal también se extenderían hasta otros de la provincia que se encuentran en situaciones similares, entre ellos Las Marismas de Isla Cristina, la Laguna de las Madres, la Laguna de la Dehesilla y el Estero Domingo Rubio en los términos municipales de Ayamonte, Isla Cristina, Moguer, Palos de la Frontera y en Punta Umbría.
El mismo proyecto señalaba como uno de los motivos de su degradación el hidroperíodo -disponibilidad de agua de un humedal que cuenta con patrón estacional e interanual de inundación-, así como la degradación debida a un camino que atraviesa su cubeta. Se proponía entonces la protección de su cubeta mediante la desviación del camino existente que la atraviesa actualmente. La señalización y cerramiento del mismo con el mismo objeto, que se respete la superficie del humedal y se protejan sus valores ecológicos.
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