Magistral pregón de la Semana Santa en Ayamonte
Manuel Alejandro Calderón realiza, en un Teatro Cardenio lleno de público, un emotivo recorrido por las hermandades ayamontinas
La Guía de la Semana Santa de Huelva, una "publicación esencial" que incluirá este año información sobre la Magna Mariana

El Teatro Cardenio registra un lleno, amantes de la Semana Mayor ayamontina, entre los que se encontraban prácticamente la mayoría de los concejales de la localidad, representantes de todas y cada una de las hermandades de penitencia y de gloria, como así mismo distintas asociaciones no perteneciente al mundo cofrade, que no querían perderse, como cada año, el Pregón Oficial de la Semana Santa de su pueblo.
A los sones de una marcha cofrade, subieron al estrado del Cardenio, Juan Manuel Pérez, párroco de las Angustias; Alberto Fernández, alcalde de la localidad; Javier Boza y Lourdes López, presidente y secretaria de la Agrupación de Cofradías, como así mismo, Calixto Pérez presentador del pregonero.
Conociéndolo como lo conocía, Calixto hizo un panegírico, perfecto de su amigo, Manuel Alejandro Calderón, esbozando las virtudes cofrades de su amigo, además de las personales, poniéndolo como ejemplo de la juventud de Ayamonte.Los aplausos fueron unánimes al terminar su alocución.
Muy expectante estaban rodas las personas que acudieron a la cita. Sabían del trabajo, dedicación, bondad y religiosidad del pregonero, pero no se podían creer lo que dos horas después escucharon. El pregón fue absolutamente personal. Manuel Alejandro puso sobre las tablas del Cardenio lo mejor de él. Su amor a Cristo y a Su Madre en las distintas advocaciones, que procesionan por Ayamonte. En su deambular por las hermandades, misterios y dolorosas, nunca tuvo un sentido de los días de salida de cada cofradía, lo mismo hablaba del Domingo de Ramos, en sus dos salidas, como transportaba al Miércoles a al Jueves Santo, no tuvo un comportamiento sucesivo de cada día, agradeciéndole el respetable su decisión.
Hubo momentos del pregón, que a su autor le faltaba aire, y con lágrimas terminaba con frases tan queridas y pocos escuchadas, que hizo levantar al publico de sus asientos con ¡oles! y ¡bravos!. A cada imagen le fue dando todo lo que él llevaba dentro, aunque siempre se le viera el sublime amor que le tiene a la Buena Muerte como al Descendimiento o a la Madre de Dios en su advocación del Mayor Dolor, todas ellas pertenecientes o haber pertenecido a la Hermandad del Viernes Santo de las Angustias, siendo hermano desde que nació. Pero sin desvirtuar un ápice, de las otras imágenes que procesionan en su Ayamonte.
Al mismo tiempo, Manuel Alejandro Calderón Fábregas, tuvo pinceladas acordándose de sus padres, ferviente devotos de su Hermandad, de su religiosidad y de su entrega por la Semana Santa de su localidad. También tuvo palabras de amor hacia sus abuelos maternos, principales artífices de la su religiosidad y de su entrega a la Semana Mayor de Ayamonte.
El pregón puede estar enclavado en uno de los lugares más importantes en el devenir de pregones y pregoneros de la localidad. Ha sorprendido, no por su religiosidad y por su amor hacia la Semana Santa, sino por su desparpajo, por su solvencia, pero sobre todo por el amor, con mayúscula puesto en las dos horas que duro su alocución.
También te puede interesar
Lo último